POSADAS. La inquietud de una mujer y la mano solidaria de otras tantas posibilitaron una ayuda en ropas y comestibles para una pareja de Panambí que se ocupa de la crianza y cuidado de nueve nietos, y que carecen de toda ayuda del Estado. La iniciativa fue de Soledad Barrios, que tras leer la nota publicada en PRIMERA EDICIÓN, movilizó básicamente al grupo de jardín de infantes de una de sus niñas, además de otras personas conocidas, que colaboraron sin problemas. “Me llamó mucho la atención el hecho que sean nueve chicos y que un matrimonio mayor tuviera que hacerse cargo”, con el agravante de que “no puedan tener una respuesta, que no tengan una pensión. Me quedó una frase de la abuela que realmente me marcó mucho al decir que todas las noches se acuesta pensando qué les dará de comer. Entonces, pensé que a todos nos sobra algo, que todos tenemos un par de medias, una remera, y me empecé a mover”, explicó esta kinesióloga que por estos días hace de ama de casa.Agregó que en apenas diez días lograron el cometido. “Desde que salió la nota hasta el jueves, siguieron llevando cosas a mi casa o yo pasaba a buscar. Todos respondieron, en mayor o menor medida, pero todos lo hicieron. Otros se comprometieron para una próxima vez porque la idea es buscar una continuidad, por lo menos una vez al mes, hacerles llegar algo. Algunos no pudieron por cuestiones de tiempo, de ocupaciones y se comprometieron y sé que será así”, dijo, al tiempo que recordó que no debió insistir mucho, que algunos mensajes de whatsapp diciendo “chicas manden” o “a la que le sobra algo, me acerca o paso para buscar”, alcanzaron para concretar la causa solidaria.Correntina de nacimiento, radicada en Posadas hace dos años, Barrios dijo que “siempre fue así, de tomar este tipo de iniciativa. Antes viví en Chaco, en un pueblo más chico donde la gente carenciada se ve un poco más y siempre tuve eso de decir pongámonos las pilas porque todos tenemos algo que ya no usamos. No puede ser que no tengas, algo hay que dar. Una se siente mejor al dar, que al recibir. Y cuando hay criaturas de por medio, me muevo más. Me movilizo, doy vueltas, trato de conseguir”, comentó mientras descargaba bolsas con ropas, sábanas, toallas, alimentos no perecederos y utensilios de cocina. Manifestó que hay suficiente ropa pero que “voy a insistir en juntar alimentos por esa frase de la abuela que me quedó dando vueltas” e invitó a quienes quieran sumarse a que se comuniquen al (376) 4120888. “Yo paso a buscar o me acercan”, dijo Barrios, quien heredó el costado solidario de sus padres Laura y Juan, quienes “toda la vida hicieron eso. Siempre se escuchaba juntemos porque allá hay alguien que necesita. Siempre. Y mis nenas siguen mi camino, voy inculcando, y si no tengo tiempo, me lo hago”.Días atrás PRIMERA EDICIÓN contó la historia de María Brítez (67) y Olimpio Pereyra (67), colonos de Panambí, que se hicieron cargo de sus nueve nietos al fallecer trágicamente su hija Liliana.A tres años del fatídico hecho y luego de haber conseguido la tutela de los menores, no les otorgan la asignación universal por hijo, y viven del producto de su tierra y de la generosidad de algunas personas.





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