POSADAS. En la mañana de ayer, un equipo del Ente Provincial Regulador de Aguas y Cloacas (Eprac) conversó con algunos vecinos del barrio A3-2 de esta ciudad para determinar las causas por los aumentos que denuncian en las tarifas del consumo del agua potable. “Vinieron dos técnicos que hablaron con tres vecinos nada más y aducen que podría tratarse de una pérdida, nos sugirieron que revisemos para comprobar si es o no así. Revisaron el medidor y vieron que funciona bien. Entonces, los vecinos vamos a verificar si tenemos o no pérdidas. Pero me pregunto: ¿tantos vecinos tenemos pérdidas de agua?, hablamos de más de quince familias”, puntualizó Alberto Almada, presidente de la Asociación San Miguel y residente en el lugar. Según él, el equipo técnico “había señalado que vendría acompañado del personal de Samsa, pero no fue así. Entonces, pedimos que (la empresa) haga los controles que corresponde”. El reclamo Desde el lunes, un grupo de vecinos del complejo habitacional sostiene que son más de quince familias, de distintas cuadras, las que sufrieron “aumentos” durante los últimos cinco meses en distintas escalas, algunos de los cuales incluso superan los 200 pesos. Ante los supuestos incrementos, el martes, Alberto Almada se presentó en las oficinas del Eprac y solicitó que técnicos del organismo realicen un estudio en la zona.“Nos dijeron que iban a venir técnicos del Eprac acompañados por el personal de la empresa Samsa, pero no fue así y lo que me indigna es ver que no tenemos apoyo, que el Eprac no nos acompaña, porque solamente vieron tres boletas, de tres familias y de tres casas aledañas, y se fueron. No recorrieron el barrio como habíamos quedado, no escucharon a los vecinos que también sufrieron aumentos elevados”, protestó el vecino. Por otra parte, Almada señaló que “en diez días, el equipo del Eprac nos va a solucionar la refacturación de tres boletas, que son las que ellos vieron. Nos indicaron que van hacer la refacturación de las boletas más altas. Pero lo que pedimos es que se comprometa y realice los controles como corresponde, no tirando para el lado de la empresa, como siempre hacen: hay poca defensa del consumidor”.DemandaFinalmente, Almada señaló: “Exigimos que la facturación se relacione a la zona en la que vivimos, que es un barrio periférico donde viven obreros, es decir, nuestros sueldos son bajos y no podemos dejar de comer por pagar el agua. Los vecinos les vamos a dar un plazo de diez días para ver qué solución nos dan los del Eprac y si no, presentaremos en forma conjunta una denuncia en Defensa del Consumidor contra Samsa”.





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