POSADAS. Jorge Muniagurria es un acuariano que se define como “un misionero que siempre anduvo por la orilla del río Paraná”. Y hoy es el empresario que lleva adelante la construcción del primer barco hecho totalmente en Misiones, reactivando así el astillero, tras 50 años de inactividad.El titular de la Arenera JM SA nació el 5 de febrero de 1959 en Posadas y creció en una casa de la calle 25 de Mayo, entre Santa Fe y Belgrano. Desde hace 35 años se dedica a la actividad arenera y en 2014 su empresa obtuvo la certificación ISO 9001 de calidad de gestión por el barco arenero Tupá (Ver: Proyecto Tupá…). De pequeño conoció el Puerto de la ciudad, en un comienzo el protagonista del crecimiento económico de Posadas. “Mi abuelo se dedicaba a la navegación y recorrió las rutas del Alto Paraná. Recuerdo la Laguna de San José cuando bajaban las frutas al puerto. Después mi abuelo puso una lancha que recorría Posadas- Encarnación y ese negocio lo siguió mi tío, ‘Tim’ Muniagurria. Después yo empecé a trabajar con Tim en 1980, de forma paralela a lo que es mi actividad arenera”. En una entrevista con PRIMERA EDICIÓN, el empresario habló de su trabajo, de los altibajos que sufrió durante las últimas crisis económicas y de las oportunidades que recibió para trabajar en el extranjero. Sin embargo, decidió quedarse e invertir en su provincia. “Soy cabeza dura sí y me mantengo firme en mis proyectos. Pero a estas alturas, los sueños son los mismos y por ellos avanzo”. ¿Cómo era el puerto antes? Por el puerto pasaban tres mil paseras, traían verduras y llevaban harina, aceite, grasa, papas, cebollas, había un intercambio comercial. Hasta el 65’ venían las embarcaciones. Y ahora ¿qué pasó con el puerto?Actualmente ningún político se ocupa del tema fluvial. Ahora hay un muelle, no hay nada. Está pero no existe. No tiene infraestructura para las instituciones que tienen que estar ahí. Estamos esperando que se habiliten los dos puertos: el de Nemesio Parma y el de Santa Ana, y de ese modo se reactive la vía fluvial. Nos traería trabajo.Antes teníamos puertos en Puerto Piray, Puerto Rico y Eldorado y eso desapareció, habría que apostar a reactivarlos.Con respecto al puerto de Nemesio Parma, sería importante que se habilitara como puerto de servicios. Eso potenciaría el Parque Industrial. Además, cada remolcador que ingresa necesita de servicios técnicos, gasistas, electricistas, soldadora, mecánica… El tripulante necesita comer. O sea, estás generando fuentes de trabajo en el Parque Industrial. Y el desarrollo, tanto de la industria naval como metalúrgica, hoy todo eso está parado. Lo que conviene es un buen puerto en Santa Ana, con la misma visión. De esa forma estás generando en la vía fluvial un movimiento importante. Para iniciar todo esto se necesita del apoyo del Estado, porque nadie va invertir ya que no hay nada, ni tampoco vas a poder concesionar un puerto si no montás toda la infraestructura necesaria. Quiere decir que pasa por una decisión política. ¿Qué dificultades observa en la provincia en materia naval?El mayor inconveniente son las asimetrías que tiene nuestra provincia, no sólo asimetrías con Paraguay y Brasil, sino con nuestro propio país, por lo que primero debería ajustarse la legislación en materia naval, sumado a que falta infraestructura; y se deberían rever las cuestiones impositivas y los sindicatos. ¿Qué cantidad de puertos hay sobre el Paraná? Sobre el Paraná hay una serie de puertos, pero del lado paraguayo. Hablamos de unos nueve o diez puertos y todos trabajan, mientras que en Posadas se espera la habilitación de dos puertos. ¿Cuál fue el momento más crítico que vivió como empresario? Cuando estuvo (como presidente Fernando) De la Rúa significó una quiebra total. Y sin ir más lejos, en 2014 la devaluación nos trató muy mal, fue un año pésimo, disminuyó la obra pública, las ventas y tuvimos que readecuar la empresa y hacer ajustes para no despedir al personal, aunque siempre conservamos el material humano, que para nosotros es lo más importante. ¿Alguna vez pensó en vender todo e invertir en otro país? Cuando quise vender, no pude vender a nadie. ¿Quién iba a comprar algo que en un país no funcionaba? Y cuando funciona, no lo vendés porque estás en movimiento. Participé en muchas obras, siempre en la producción de arena, en la construcción. Pero irme, no.¿Tuvo propuestas en el exterior?Sí, muchas veces. Entre ellas para ir a trabajar al Paraguay. pero elegí quedarme en mi provincia. ¿Cómo surge el proyecto Tupá? construir su propio buque y nosotros estamos reinvirtiendo lo que estamos ganando en la provincia, no estamos llevando la plata afuera, apostamos a la industrialización de la provincia, creemos realmente que eso hace falta.El proyecto lo comenzamos en octubre de 2013 con el afán de que en 2014 lo íbamos a ver funcionar, pero no lo logramos, se complicó con la devaluación, la caída de la venta de arena, el flujo del cambio, y recurrimos al banco para solicitar una ayuda y seguir con la construcción del barco. Paralelo a ello, avanzamos en los trámites de habilitación del astillero. Retomamos en agosto de 2014 a montar la columna vertebral del barco arenero. Ahora estamos en los tiempos como para finalizar en diciembre de este año. Nuestro trabajo es prácticamente artesanal, todo a pulmón.¿Qué satisfacción ha obtenido de su trabajo?Son muchas. Primero, todos estos emprendimientos no los podés realizar si no tenés a la gente que querés, es decir, la familia y los amigos que te acompañen. Es algo que de otra forma no lo podés hacer. En cuanto a logros, el principal es haber participado en todos los proyectos importantes que se llevan adelante en Misiones como proveedor. Y a este proyecto -la embarcación Tupá- lo vamos a llevar a buen puerto.





Discussion about this post