POSADAS. El presidente de la Unión de Consumidores Argentinos (UCA), Fernando Blanco Muiño, opinó al respecto del nuevo esquema de distribución de subsidios para la compra de garrafas, que se implementa desde esta semana y consideró que “el traspaso de un programa a otro debió ser más prolijo y organizado”.“De un día para otro, los usuarios de garrafas se quedaron sin el programa Garrafas para Todos que estaba vigente hasta el 31 de marzo pero tampoco están dadas todas las precisiones para implementar el nuevo programa Hogar”, sostuvo.Blanco Muiño agregó que “en este período de incertidumbre, durante estos días, los compradores quedaron expuestos a los precios que impone el mercado y la picardía de muchos especuladores que buscan sacar ventaja en las situaciones de incertidumbre”.En declaraciones exclusivas a PRIMERA EDICIÓN, el presidente de la Unión de Consumidores sostuvo: “Estamos hablando de un universo de 4,5 millones de usuarios que pasan rápidamente de un programa a otro pero que no está bien organizado, se observa improvisación y la realidad es que por ahora sólo tenemos el decreto en el boletín oficial del programa y no tenemos mayores precisiones de cómo se va a implementar”.En términos generales sostuvo que le parece “favorable el cambio de manos del subsidio. Antes se subsidiaba la oferta y ahora la demanda, es correcto que se subsidie la demanda porque antes podía acceder a la garrafa subsidiada a 16 pesos cualquier persona que no necesite este subsidio”.“En principio es positivo, el esquema se va perfeccionando, pero no tenemos más datos acerca de cuáles van a ser los topes, quiénes van a acceder y quiénes no”, dijo Blanco Muiño.Recordó que “el programa Garrafas para Todos ya venia con problemas de implementación desde hace mucho, los centros de distribución eran escasos y lejanos de los conglomerados urbanos que necesitaban. Ahora el `Hogar´ debería tener menos problemas de logística y operativa”.“Las cuestiones operativas están pendientes, tenemos sólo trascendidos, dicen que sería inicialmente la base de datos de Anses, pero resulta que hay muchos trabajadores en negro en Argentina, muchos otros no bancarizados, muchos beneficiarios de planes que no necesariamente necesiten el subsidio, lo que hace falta es que será una política publica de acceso masivo para que todos puedan acceder, no seria tal si arrancara con un piso restrictivo”, expresó el dirigente de los consumidores.Admitió que en estos días se recibieron quejas y denuncias por la especulación de los comerciantes y las distribuidoras que pedían más de 120 pesos por la garrafa de diez kilos.Sobre el precio que se fijó en los últimos días dijo “el gobierno ha colocado un precio de referencia de 97 pesos, no sabemos en base a qué, porque el gas importado que se compra, que ha ingresado en 2014 y que está ingresando en 2015 no sabemos cuánto se paga, los contratos de YPF son secretos, al no saber el precio inicial imposible ver la estructura de costos”.Por último, fue consultado por este diario acerca del Gasoducto, una obra anunciada numerosas veces pero muy retrasada.“El gasoducto es una política publica esencial, Argentina debería tener todo el país con red domiciliaria. La deuda del conjunto de la Argentina para el Noreste del país es enorme, en esto también hay que hacer notar la inacción de los gobiernos provinciales y de muchos legisladores nacionales que llegan a Buenos Aires y se desentienden de los problemas de sus provincias, cuando ellos deberían ser los primeros promotores e interesados en que el gobierno nacional haga este tipo de obras”, cuestionó el dirigente social.“Esperemos que el Gasoducto del NEA no se transforme en la nueva Yacyreta del gas, que demoro décadas y atravesó denuncias de corrupción y demoras”, finalizó.El Gobierno reconoce dificultades en la prácticaEl Gobierno admitió su incumplimiento en el plan “Hogares con garrafas” (Hogar), que debía arrancar el jueves y estaba destinado a subsidiar garrafas para usuarios de bajos recursos.Según el plan oficial, unas 2,5 millones de familias pobres debían recibir directamente el subsidio (de $ 154 por hogar, equivalente a dos garrafas de $ 77) por adelantando en sus cuentas bancarias, pero eso no ocurrió.Así, en las provincias que más necesitan del plan (como Misiones, que no tiene tendido de red de gas), los consumidores aún deben afrontar precios de $180 por un envase de 10 kilos sin ayuda alguna.En un comunicado, el Gobierno reconoció que no pudo depositar los subsidios esta semana “por tratarse del primer mes de implementación y por el cierre de los bancos durante Semana Santa”.También dijo que los subsidios comenzarán a pagarse “el lunes 6 de abril al primer millón y medio de beneficiarios inscriptos”, que serán hogares “sin acceso a gas de red y que perciban hasta dos salarios mínimos ($ 9.432)”.El Gobierno aclaró además que durante abril el beneficio excepcionalmente “se irá pagando a lo largo del mes”, pero desde mayo “se depositará mensualmente por adelantado en la cuenta bancaria o domicilio de cada beneficiario”.





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