POSADAS. Lejísimos del mainstream y “lo que se escucha por ahí”, el grindcore, el hardcore, el punk y el metal se unieron para dar vida a nuevos sonidos que abrevan de estas escuelas de lo más clásico de la música extrema mundial. Los Deadly, con ya casi quince años desnucando fans, son los decanos en estos festivales. Conciertos de no más de media hora (en los que pueden meter más de una veintena de canciones) son su especialidad. En una tónica más hardcore pero igual de veloces (fastcore) llegan Los Caídos, que desde Campana (Buenos Aires) han logrado su lugar en la escena sudamericana con varias giras en su haber e incluso han tocado en Europa. Llegaron a presentar su nuevo material, que es un recopilatorio de todas sus producciones previas. De la escuela de Rancid, Pennywise y Bad Religion, siguen en pie a pesar de la fuga de cantantes. También punkeros, pero en este caso de Ciudad del Este, llegan los Moloko, habituales anfitriones de todo lo que haga ruido allá por la Triple Frontera. Hace poco recibieron a la frutilla del postre (literal) de este festival, los Beautiful Sundays y su derroche de energía feliz de un hardcore para las nuevas generaciones. Ninguno es la otra banda local y enarbolan la bandear del grunge. Llega con un homenaje al ícono que se voló la cabeza de un escopetazo.También hubo un Dj que derramó onda de vinilo entre banda y banda.





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