CAMPO RAMÓN. Una historia de drama, terror y angustia se vivió en las últimas horas en esta ciudad de la zona centro, donde un niño de cuatro años fue secuestrado y violado por un joven que aprovechó la confianza que tenía con los padres del menor para cometer el episodio.La víctima permaneció en un monte cercano a su casa varias horas, desde la noche del sábado hasta la tarde del último domingo, cuando finalmente fue rescatado por efectivos policiales. Según pudo saber PRIMERA EDICIÓN, los exámenes médicos habrían confirmado que el pequeño fue accedido analmente y que por ello sufrió graves lesiones.Hasta anoche, al cierre de esta edición, efectivos de la comisaría de Campo Ramón y de la Unidad Regional II de Oberá buscaban intensamente al presunto degenerado, quien está identificado y se ocultaría en la densa vegetación de la zona. Los uniformados confían en detenerlo.Según la información a la que tuvo acceso este diario, todo comenzó en una chacra emplazada a varios kilómetros del casco urbano de Campo Ramón. En ese lugar se domicilia una familia dedicada a la olería, entre otras labores. Y allí mismo, en una casa ubicada en el mismo predio, también moraba un joven que colaboraba con los quehaceres diarios de los propietarios.Al parecer, el muchacho compartía el trabajo desde hace varios meses y así fue como se ganó la confianza de los padres del pequeño. Era uno más de la familia.Sin embargo, en la noche del último sábado todo cambió. El pequeño de cuatro años desapareció de la escena y los padres fueron entonces a buscarlo en la casa del joven. Allí descubrieron que los dos se habían esfumado.En principio los padres supusieron que el muchacho había salido con el pequeño al pueblo o a otro destino, nada fuera de lo común. Pero las horas comenzaron a transcurrir sin novedades y finalmente decidieron radicar una denuncia.El aviso llegó a la comisaría de Campo Ramón alrededor de las 13 del último domingo, más de doce horas después de la desaparición del pequeño. La demora se debió además a que la familia no tenía cómo llegar al pueblo.Ante la grave situación, se inició un operativo de búsqueda que contó con la presencia del propio comisario mayor Víctor Hugo Wall, jefe de la Unidad Regional II.El trabajo investigativo arrojó resultados positivos al poco tiempo. Cerca de las 15, los uniformados encontraron al pequeño en un monte emplazado en cercanías a la olería. Lloraba y pedía por su madre. Enseguida fue asistido por psicopedagogos y médicos. Lamentablemente las pericias preliminares habrían confirmado que el depravado logró cumplir su oscuro cometido.Al cierre de esta edición los policías continuaban con la búsqueda del individuo. Todo indica que no logró quebrar el cerco policial y estaría oculto en la densa vegetación que reina en la zona. Por eso los investigadores confiaban en poder arrestarlo en el transcurso de las próximas horas.





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