POSADAS. Una polémica enfrenta a las empresas areneras que refulan este material para la construcción en la capital misionera y la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), que las califica de “intrusas” porque deberían haber sido relocalizadas fuera del ejido urbano hace tiempo. Cuatro de las siete empresas areneras de Posadas sí se mudaron a la zona de Nemesio Parma, mientras que otras tres permanecen en zonas altamente pobladas, por lo que para las primeras “tenemos una competencia desleal”. La actividad de empresas extractoras de arenera dentro de zonas urbanas fue redefinida en el Plan Estratégico Posadas 2022 y la ordenanza número 3.399 -sancionada a finales de mayo de 2014- puso plazo final para concretar el traslado, que debía realizarse en 180 días.Las areneras que no acataron la ordenanza ni las disposiciones de la EBY continuaron operando dentro del ejido urbano posadeño, provocando, según los vecinos, el marcado deterioro en las avenidas por el tránsito pesado que implica el movimiento de las cargas y el riesgo en el tránsito vehicular por los derrames. Antes de vencer el plazo final para el traslado definitivo y durante la última sesión ordinaria del Concejo Deliberante del 27 de noviembre de 2014, fue sancionada la Resolución 436, impulsada por los ediles Ariel “Pepe” Pianesi, Julio Vivero y Laura Duarte, a través de la cual intentaron establecer una prórroga de 180 días (seis meses) para la concreción del traslado fijado anteriormente, pero desde la EBY sostienen que una resolución no puede modificar una ordenanza. “Todas son intrusas”El ingeniero Carlos Freaza, a cargo del Plan de Terminación de Yacyretá (PTY), dijo que la Entidad otorgó terrenos para que las empresas se trasladen al área industrial de Posadas, pero menos de la mitad cumplió, por lo que las que todavía quedan al final de la avenida Urquiza, al final de la avenida Centenario sobre el río y en la zona de ingreso al Acceso Oeste “son todas intrusas”. Según Freaza, para el emplazamiento de las playas areneras en el área industrial “se realizaron obras de acceso, líneas de media tensión y estación transformadora para que todos tengan energía disponible”. Las empresas que nunca concretaron el traslado “consiguieron, no sé por qué medio, que salga una resolución del Concejo Deliberante que les permitió la continuidad por más tiempo. Ninguna empresa tiene autorización de la EBY para utilizar esos terrenos. Son todos intrusos”, insistió el funcionario de la binacional. Las acciones para la concreción del traslado se remontan a julio de 2010, cuando la EBY sorteó siete lotes iguales que fueron repartidos entre las siete empresas areneras que previamente fueron censadas. “El sorteo se hizo ante escribano público”, recordó el profesional. La EBY, cuestionadaEn 2011, la Cámara de Productores Mineros de Posadas, asociada a la Cámara de Comercio e Industria, elaboró un duro documento denunciando una presunta connivencia entre la EBY y proveedores de arena “foráneos”. En el escrito le solicitaron al subsecretario de Transportes, Hermes Almirón, que en los permisos extendidos por la Dirección de Vías Navegables y Puertos de la Provincia para barcos areneros se “exija la presentación del certificado de matrícula del buque motor, así como poder ante escribano público, contrato de comodato, de alquiler o título de propiedad, donde se establecerá el depósito de arena”. La solicitud surgió por las aparentes preferencias de la EBY hacia empresas “foráneas que se están afincando en este medio y que no invierten y traen personal de otros lugares, y a la vez obtienen permisos de la Entidad Binacional Yacyretá para afincarse en predios que bajo ninguna posibilidad se les ofreció a las empresas locales, generando competencia desleal” en la puja por el manejo exclusivo de la arena y los mejores lugares para la extracción. “No es un juego limpio”Jorge Daniel Muniagurria es el primer empresario arenero que se mudó a la zona industrial en Nemesio Parma, y es uno de los más antiguos de la ciudad.“Nosotros estábamos en la Laguna San José con el barco arenero, pero cuando vinieron las obras de la EBY nos tuvimos que correr. Provisoriamente nos mudaron cerca del Pirá Pitá, con la promesa de relocalización definitiva. En 2010 finalmente nos dieron los terrenos en Nemesio Parma y nosotros fuimos los primeros en mudarnos porque teníamos que dejar la inestabilidad de lado y asentarnos definitivamente, pero algunas empresas se quedaron en Posadas y las reglas de juego dejaron de ser claras”, lamentó el empresario. “Nosotros cumplimos con la legislación, pero la ley no es la misma para todos”.Es que, según dijo, en la nueva zona “hicimos inversiones para asentarnos, tenemos el factor distancia que influye mucho en el costo de los fletes, estamos completamente en blanco, mientras que hay colegas que cobran menos por flete porque permanecen cerca”.





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