POSADAS. En el barrio El Porvenir los problemas arrecian. Uno de ellos lo padece Juan Rodríguez, uno de los tantos oleros que con su familia vive desde hace 14 años en el lugar y necesita ayuda. Hace poco más de un mes tuvo un accidente en moto y se rompió una pierna. Lo enyesaron en el hospital Madariaga, le dieron medicamentos y los médicos analizan la evolución de su pierna para evaluar si es necesario operarlo. Mientras, al no poder trabajar está muy preocupado por sus nueve hijos que sobreviven con el subsidio que cobra su mujer por ser madre de 7 chicos. Una de sus hijas, de 6 años, nació con parálisis cerebral y desde que era una beba permanece en silla de ruedas. Recibe 60 pañales por mes, y a través de una legisladora opositora se gestionó ante el Ministerio de Salud Pública que le entreguen el doble de pañales porque con 60 no le alcanza. El problema, además, es que la niña necesita un seguimiento por su patología neurológica y el Centro de Atención Primaria de la Salud (Caps), dependiente de la Municipalidad, “tiene pocos médicos y nunca alcanzan los turnos”, sostuvo su madre, Mirta Gladis Delgado. Acceso a la salud La mayoría de los vecinos de El Porvenir se quejan del Caps Los Paraísos. Aseguran que allí los maltratan, los turnos son escasos, no hay medicamentos, hay pocos médicos, entre otros problemas. “Queremos un centro de salud que atienda mejor y que esté cerca, dentro del barrio, porque cuando necesitamos atención médica tenemos que atravesar todo el barrio caminando a la madrugada para conseguir un turno, y cuando llegamos no hay más”, dicen las madres.Delgado relató: “me voy con la nena en silla de ruedas a las 4 de la mañana, porque no hay frecuencias de colectivos, y no me atienden porque generalmente los turnos son pocos. Tampoco tienen remedios, y el coordinador de la sala, Darío Sayas, sólo dice que llegan pocos medicamentos y leche. Hace unas semanas tuve que viajar a Buenos Aires para hacerle un control a mi nena y cuando volví y fui a la sala a buscar la leche, me dijeron que no me podían dar más hasta que le hicieran una nueva historia clínica para que me autorizaran las cajas de leche, y mi hija está con bajo peso, y necesita tomar leche. Tengo cinco criaturas que van a la escuela y les piden el certificados de buena salud para hacer educación física. Estoy yendo prácticamente todos los días a la mañana y no consigo turnos”, lamentó la mujer.Al llegar este Diario en horario de la tarde hasta el Caps Los Paraísos, estaba cerrado con candado. En una de las puertas se podía leer un cartel que decía: “Para odontología sólo se otorgan seis turnos por día”. ¿Cómo hace la familia Rodríguez cuando necesita un dentista para sus nueve hijos?Sin agua potable ni alumbrado público“Los oleros estamos totalmente a la deriva, la gente del gobierno, cada tanto, sobre todo en época de elecciones, se acercan al barrio, entregan algo, se sacan fotos y ahí termina su tarea, y en el medio quedamos nosotros con nuestras necesidades y nuestra pobreza”, lamentó el “Negro” Rodríguez.Cuestionó que los funcionarios digan ante la prensa que “los oleros tenemos solucionados los problemas, y acá estamos con nuestras necesidades. Cuando llueve se nos inunda la zona del malacate, se moja el aserrín y no podemos hacer los ladrillos. Tampoco tenemos agua potable porque la cooperativa del barrio no funciona y no hay alumbrado público. Hace muchos años que vivo en El Porvenir y no hubo mejoras, siempre tuvimos promesas, pero seguimos sin cambios. Los políticos buscan a los punteros y los transforman en dirigentes”, dijo.





Discussion about this post