POSADAS. Al menos hasta el viernes se suspendió la construcción del barrio de viviendas para relocalizados en un predio del barrio Don Pedro. Tras idas y venidas, la medida fue tomada ayer cerca el mediodía, después que un centenar de vecinos mantuvieran una charla con autoridades del Iprodha, que debieron llegar a la zona alrededor de las 9 con respuestas concretas, pero lo hicieron pasadas las 11.30 y sin propósitos muy convincentes.Oscar Alegre, presidente de la comisión vecinal, indicó que “nos juntamos esta mañana (por ayer) y se detuvo la obra, se solicitó que no sigan trabajando hasta tanto tengamos alguna información más consistente desde el Iprodha”. Añadió que, de acuerdo a lo señalado por la funcionara del ente habitacional, Alicia Delpiano, el viernes tendrán respuestas más concretas.“Lo que realmente queremos es que, si se concreta la obra, se levanten casas de material, dignas, con las comodidades mínimas, como las que el Instituto viene realizando en todos los barrios, pero que no sea un depósito”, dijo Alegre, al tiempo que manifestó que los pobladores también piden al ente la construcción de una escuela y un destacamento policial. Es que ni en el barrio ni en los aledaños existen establecimientos educacionales y los chicos concurren a clases en el Polivalente 35, en Miguel Lanús o bien en Garupá.Por estos días la obra, cuyas siluetas se comenzaron a levantar hace dos semanas en un predio situado entre el barrio Don Pedro y el Villa Bonita, está detenida. “Les propusimos que no trabajen hasta tanto no tengamos una respuesta más concreta, y que no se hagan las casitas que se estaban haciendo sino que sean viviendas como tienen que ser”, insistió. Cuando el barrio se puso en alerta, los vecinos habían señalado que “nos habíamos enterado de que iban a relocalizar a un grupo de gente y se mencionaba que los instalarían en nuestro barrio. Primero se dijo que eran de la Villa 31, de Buenos Aires, y después surgió que serían de otras zonas de Posadas. Se citó incluso a residentes del barrio San Jorge, en las márgenes del arroyo El Zaimán. Esto generó angustia en quienes vivimos hace treinta años acá, porque somos todas familias de trabajadores, hay muchos niños y no nos parece que pueden venir a instalarnos este tipo de casas muy precarias”.Desde que se inició el movimiento de suelo, los vecinos no dejan de movilizarse y se mantienen “muy unidos”. Hicieron varias asambleas con la presencia de pobladores de los barrios aledaños y hasta cortaron la ruta nacional 12, explicando los motivos de la protesta y pidiendo ser escuchados por las autoridades competentes.




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