PUERTO RICO. El Hospital de Área Nivel II “Ricardo Gutiérrez” de esta localidad atiende por año unos 42.487 turnos. Del total, el 20 % está conformado por niños sanos a los que las escuelas obligan a realizarse un electrocardiograma anual, previo al inicio de clases.Esto, sumado a los otros diversos estudios, genera un colapso del servicio hospitalario en febrero, marzo y abril. Y llega a tal extremo que las familias de Puerto Rico y de todas las localidades del departamento Libertador General San Martín, y además de vecinas como Jardín América, Montecarlo y Aristóbulo del Valle, acuden alrededor de las 22 horas del día anterior y pasan la noche como pueden mal durmiendo en pasillos y veredas.“No es necesario un electrocardiograma anual”Si bien el Consejo General de Educación (CGE) establece como requisito el certificado de buena salud, en este caso los profesores de educación física se pusieron de acuerdo con los directivos para exigir como requisito indispensable además del certificado que elabora el pediatra, un electrocardiograma. Las familias pueden realizar este estudio durante cualquier época del año, la mayoría lo hace durante los meses de inicio de clases, generando un colapso total en el sistema de Salud Pública que no da abasto para atender la inmensa demanda. Así lo explicó el director del hospital, el doctor Joel Cibils: “En esta época del año somos superados en nuestra capacidad de respuesta por la gran cantidad de familias que necesitan hacerle a sus hijos los exámenes médicos para el ingreso escolar, principalmente los electrocardiogramas”. Explicó que “hay un malentendido, porque el electrocardiograma no es necesario que se lo hagan cada año los chicos que están sanos, pero las escuelas lo piden igual. En ese sentido tenemos que ponernos de acuerdo con las instituciones escolares porque esa gran demanda en esta época nos produce un daño inmenso porque no podemos atender a la gente que tiene problemas de salud, a las personas que están enfermas, porque estamos atendiendo a chicos que están sanos”. Y recalcó: “Necesitamos la colaboración de la comunidad, que nos entiendan que esto supera nuestra capacidad. Y nuestra prioridad es la gente que está enferma, no podemos dejar de atender a los que están enfermos por atender las demandas de las escuelas”.La entrevista es fundamentalPor su parte, el médico cardiólogo Julio Quiroz explicó que “tres de cada cinco niños que vienen al hospital tienen dos o más electrocardiogramas normales realizados en los últimos dos años, y con cada chico sano que ocupa un turno, se desplaza la atención médica al necesitado. No existe ningún motivo por el cual pedirle a un chico que es normal, que se haga un estudio cardiovascular por año”.En este sentido, el profesional destacó que “lo que se debería buscar desde la escuela, es una evaluación médica, a la que se le puede sumar un electrocardiograma de manera optativa, a pedido del pediatra si éste ve alguna anormalidad en el niño. Si el chico tiene un electrocardiograma y una evaluación hecha por un cardiólogo, donde se ha evaluado físicamente al niño, y el electrocardiograma coincide con que está todo normal, no debería repetirse el estudio en los próximos tres años”.Por otro lado, el especialista destacó: “Un electrocardiograma brinda muy poca información respecto a patologías que podrían sufrir los niños o los adolescentes. En realidad lo que es realmente relevante para la salud del chico es el examen físico hecho por un profesional y la entrevista con los padres”.Finalmente, Quiroz realizó un pedido que debería ser resuelto con urgencia: “Les pido a los directivos y al Ministro de Educación que reglen las normas para que la evaluación se haga como lo indica el Cuadernillo de Historia Clínica Única de la provincia. Que no se le pida electrocardiograma a los chicos todos los años porque de este modo se le está haciendo un daño muy grande al sistema de Salud Pública y a muchas personas”.





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