WASHINGTON, Estados Unidos (Agencias y diarios digitales). Las protestas en Ferguson contra los abusos policiales se adentraron la madrugada de ayer en un peligroso terreno. Dos agentes de policía resultaron heridos de gravedad por disparos procedentes del grupo de manifestantes que se concentraba frente a la comisaría de policía de esa localidad de Missouri, en el Medio Oeste de Estados Unidos.Es la primera vez desde que se iniciaron las protestas en agosto, tras la muerte de un joven negro desarmado por disparos policiales, que un agente es tiroteado. La concentración de la noche del miércoles tuvo lugar a las pocas horas de que se anunciara la dimisión del jefe de la policía de Ferguson después de que una investigación del Departamento de Justicia hallara un patrón de discriminación racial contra los afroamericanos en el sistema policial, judicial y penitenciario de ese suburbio de Saint Louis.Los dos agentes tienen “heridas muy serias de bala” pero sus vidas no corren peligro, según dijo Jon Belmar, jefe de la policía del condado de Saint Louis, del que forma parte Ferguson. Los disparos, de los cuales tres alcanzaron a los agentes, se efectuaron poco después de la medianoche, cuando la policía se enfrentaba a unos sesenta manifestantes que se habían congregado ante la comisaría. Las protestas nocturnas frente a la comisaría son frecuentes desde la muerte de Michael Brown en agosto. Muchas de ellas acaban en cargas y detenciones policiales.Uno de los heridos, un oficial del Departamento de Policía de la localidad de Webster Groves de 32 años, recibió un disparo en la cara, mientras que el otro, de 41 y de la Policía del condado de Saint Louis, fue alcanzado en el hombro. En una rueda de prensa en el hospital en el que son atendidos, Belmar dijo que no se ha identificado a ningún sospechoso, pero sugirió que el incidente se veía a venir. “He dicho muchas veces que no podemos mantener esto (la tensión entre la policía y los manifestantes en Ferguson) sin problemas. Este es un ambiente muy peligroso para nuestros agentes”, señaló.Las circunstancias exactas del tiroteo se desconocen. Belmar admitió que, por el momento, no se ha podido determinar si el autor o autores de los disparos estaban relacionados con los manifestantes. “No sé quién disparó, pero de algún modo estaban empotrados en ese grupo de gente (que protestaba)”, dijo.Según la crónica de un periodista del diario “Saint Louis Dispatch”, que presenció el incidente, entre los manifestantes había un grupo más agresivo, que cortó la calle y se mostró beligerante con los agentes; y otro que protestaba pacíficamente. Esta dualidad fue una constante de las protestas en Ferguson en los últimos siete meses: fueron mayoritariamente pacíficas con un enfoque de desobediencia civil, pero un sector minoritario -algunos de ellos procedentes de otras localidades- han provocado altercados, desde saquear establecimientos hasta lanzar botellas a los policías.Sin embargo, hasta el tiroteo de la madrugada del jueves, ningún agente había sido herido de gravedad. El riesgo ahora es que la tensión derive en una mayor hostilidad hacia la policía. A finales de diciembre, dos agentes de la policía de Nueva York murieron por disparos de un hombre que dijo pretendía vengarse por la muerte de Michael Brown en Ferguson y de Eric Garner, un negro desarmado que vendía ilegalmente cigarrillos y murió de asfixia tras ser reducido por un policía. En ambos casos, un gran jurado exoneró a los agentes autores de las muertes, lo que derivó en protestas.Los concentrados la noche del miércoles frente a la comisaría de Ferguson protestaban porque consideraban insuficientes las dimisiones, provocadas por la investigación del Departamento de Justicia, del jefe de Policía de Ferguson, Thomas Jackson y del director gerente de Ferguson, el cargo público más importante de la ciudad. Los días anteriores, fueron suspendidos tres trabajadores que enviaron correos electrónicos racistas y dimitió el juez municipal después de que, tras las acusaciones del informe federal, la ciudad traspasara sus funciones a un juez estatal.El Departamento de Justicia concluyó que los agentes policiales violaron rutinariamente los derechos constitucionales de los ciudadanos negros de Ferguson mediante un uso excesivo de la fuerza y paradas de tráfico injustificadas que superaban ampliamente el peso demográfico de esa comunidad. Los abusos tenían fines recaudatorios y se alimentaban de una cultura racista.En el municipio de 21.000 habitantes, la mayoría de los habitantes son negros, pero los blancos ocupan la estructura política, policial y educativa. Según la investigación federal, los ciudadanos afroamericanos representan el 67% de la población, pero sufren el 85% de las paradas de tráfico, el 88% de los casos en que la policía emplea la fuerza, el 90% de las citaciones judiciales, el 93% de los arrestos, el 95% de los retenidos más de dos días en la cárcel y el 100% de las víctimas por ataques de perros policiales.Otra bajaEl jefe de la Policía de Ferguson (Missouri, centro de Estados Unidos) renunció el miércoles, una semana después de que el departamento de Justicia denunciara un patrón de discriminación racial en el departamento de policía de esta localidad.La ciudad de Ferguson y el jefe de policía Thomas Jackson “acordaron mutuamente una separación que implica la renuncia del jefe de policía”, anunció la alcaldía en un comunicado.Thomas Jackson es el último oficial de alto grado que renuncia en este suburbio de la ciudad de Saint Louis, siete meses después de que el policía blanco Darren Wilson matara al joven negro Michael Brown a balazos, desatando protestas masivas y un debate nacional sobre la supervivencia de conductas racistas en filas policiales.“Es con profunda tristeza que hoy anuncio la salida de mi puesto de jefe de la policía”, escribió Jackson en su carta de renuncia, citada por el diario St. Louis Post-Dispatcher.“Ha sido un honor y un privilegio servir a esta gran ciudad y servir con todos ustedes”, añadió.Su renuncia se hará efectiva el 19 de marzo y recibirá un año de cobertura de salud y otros beneficios, precisó la alcaldía, que nombró jefe interino a Al Eickhoff.El alcalde de Ferguson, James Knowles, aún permanece en su puesto, y prometió profundas reformas en el municipio.Wilson -quien ya no forma parte de la policía predominantemente blanca de Ferguson- dijo que disparó contra Brown porque el joven trataba de quitarle su arma reglamentaria.No obstante, diversas personas dijeron que Brown había levantado las manos en un gesto de rendición cuando Wils
on abrió fuego. Familiares de Michael Brown, “aliviados”Benjamin Crump, abogado de los padres de Michael Brown, declaró a la cadena CNN que “el padre y la madre de Michael Brown se sienten aliviados de que se haya tomado medidas para responder a las conclusiones inquietantes del informe” del departamento de Justicia.“Ellos piensan que el departamento de Justicia tuvo mucho que ver con la muerte de su hijo”, agregó.Luego de la publicación del informe en el que se absolvió a Darren Wilson, la familia había anunciado que presentaría una demanda civil contra él y contra la alcaldía por “muerte injustificada”.





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