TIKRIT, Irak (Agencias y diarios digitales). El Ejército iraquí lanzó el asalto hacia el interior de la ciudad de Tikrit, cuna del dictador Saddam Hussein, controlada hoy por los yihadistas del Estado Islámico (EI). Las fuerzas iraquíes tomaron el 75% de Al Qadesiya, el mayor barrio de Tikrit, situado en el norte de la ciudad y entraron en las zonas de Al Diyum, Al Hayakel y Al Sinai, ubicadas en el oeste. Una fuente policial informó a la agencia Efe de que las tropas también arrebataron al EI el control de una estratégica ruta y los yacimientos de crudo de la zona de Albu Oyeil, al este de Tikrit. Esta ciudad, vértice norte del triángulo suní está a 190 kilómetros de la capital iraquí, Bagdad. Si el Ejército iraquí recupera el control de Tikrit, sería la primera ciudad en ser arrebatada de manos de los yihadistas.“Las fuerzas han entrado en el hospital general de Tikrit”, manifestó un portavoz del mando central de las operaciones, citado por la agencia Reuters. “Se están desarrollando combates cerca de los palacios presidenciales, junto al hospital”. Los antiguos palacios de Husein sirvieron de cuartel general de los yihadistas desde la ocupación de la ciudad en junio. Unos 20 mil hombres, entre militares y milicianos, participan en la ofensiva lanzada desde el flanco este y a través del río Tigris, que rodea la ciudad. Según fuentes de la operación, las fuerzas iraquíes toman una calle cada 30 minutos. Helicópteros del Ejército abren paso a los militares con ataques que tienen como objetivo a los francotiradores del EI.El avance en la ofensiva sobre Tikrit coincidió con una cadena de atentados en Ramadi, capital de la provincia de Al Anbar, en el oeste del país. Una docena de coches explotó dejando un balance de al menos diez muertos. Ramadi está disputada entre fuerzas iraquíes y los yihadistas del EI.Mientras continúan los combates en esta ciudad, crecen las denuncias de actos de venganza contra los suníes a manos de milicias chiíes en zonas próximas a Tikrit, capital de la provincia de Saladino, como la citada Albu Oyeil. El general jubilado Ahmed Jaled al Naseri, habitante de la aldea de Al Ouya, dijo a Efe que las Brigadas de Hezbolá -no confundir con la milicia libanesa de mismo nombre- y las Ligas de los Justos, todas chiíes, asesinaron a muchos habitantes y quemaron viviendas en Albu Oyeil, vecina a la primera localidad.Reveló que estas milicias, que apoyan al Ejército en su ofensiva, están tomando represalias contra la población de Albu Oyeil, porque, según ellas, sus habitantes estuvieron implicados en una masacre contra una base militar, que causó la muerte a decenas de soldados el año pasado. El clan de Albu Oyeil defiende que son inocentes, pero esto no está impidiendo los asesinatos y los saqueos en las viviendas, lamentó el militar retirado. “Tenemos videos que muestran los asesinatos y destrucciones que afectaron a esa zona, y esto es una prueba irrefutable. La localidad se convirtió en una ciudad fantasma, ya que sus habitantes, más de 30 mil, huyeron hacia Al Hauiya y Al Sharqat”, explicó Al Naseri. Por su parte, un catedrático que se identificó como Abu Mohamed y que huyó de la zona de Albu Oyeil, calificó la situación de “dramática” y acusó a las milicias chiíes de los asesinatos. Abu Mohamed reconoció que hay miembros de la tribu que pueden haber perpetrado “actos ofensivos”, pero lamentó que el precio lo tengan que pagar los civiles inocentes.Asimismo, expresó su preocupación por el hecho de que la situación pueda derivar en un conflicto tribal entre Albu Oyeil y el resto de clanes, que la acusan de perpetrar “el crimen” de la base aérea Spiker, en la que murieron decenas de soldados iraquíes. El catedrático pidió que el Gobierno aplique “la ley y busque a los verdaderos agresores que perpetraron el crimen, en lugar de quemar las casas, lanzar bombardeos indiscriminados y asesinar a los civiles”. También confirmó estas violaciones el diputado que representa a la zona de Tikrit, Daiaa al Duri, que señaló a Efe que la mayoría de la población local se desplazó a otras provincias como Kirkuk.Un responsable del Ejército iraquí reconoció a Efe que “algunas veces pueden suceder violaciones individuales como en todos los Ejércitos del mundo”, aunque precisó que las Fuerzas Armadas iraquíes condenan estos actos e intentan evitarlos. El poderoso clérigo chií Muqtada al Sadr pidió de hecho el martes la apertura de una investigación judicial para “castigar a todos aquellos que utilizan la violencia excesiva, destruyen las casas y las mezquitas, y atentan contra la población”.





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