P arafraseando un dicho histórico en la política argentina, se puede decir que mientras las investigaciones en la causa abierta por la muerte del fiscal Alberto Nisman van por la escalera, las especulaciones mediáticas e interpretaciones políticas viajan en ascensor, dejando la impresión de que el contexto en que ocurrieron los hechos se sobrepone a los hechos mismos. Mientras todavía falta cumplir con muchas de las previsiones investigativas que ordenó la fiscal Viviana Fein, se conocieron las llamadas efectuadas por Nisman antes de su muerte, sobresaliendo las cuatro comunicaciones con uno de los números telefónicos del ex agente todopoderoso de la SIDE, Antonio “Jaime” Stiuso, de quien se espera que se presente a indagatoria, aunque por el momento se desconoce su paradero.La presidenta, Cristina Kirchner, allanó el camino para una exposición sin tapujos del espía, al relevarlo del secreto profesional respecto a toda su actuación en los servicios de inteligencia del Estado, en los que cumplió tareas desde 1972 hasta el seis de enero pasado; día en que el Gobierno lo desplazó del organismo y del cargo de jefe de operaciones que ocupaba y colocó al frente de la entidad a Oscar Parrilli. En tanto se espera la eventual declaración del hoy célebre jefe en las sombras de una de los organismos más siniestros que operaron en la vida política argentina en los últimos cuarenta años; el bloque oficialista del Congreso de la Nación avanzó en solitario en la semana en la creación de la AFI, la entidad de alcance federal que reemplazará a la disuelta SIDE.De hecho, este organismo encargado de la seguridad del Estado se convirtió, desde que se puso al servicio de la represión interna durante la dictadura, en una suerte de organismo paraestatal financiado por el Estado con ramificaciones tanto entre la dirigencia política como en el Poder Judicial. Paradójicamente, la muerte del fiscal en misteriosas circunstancias permitió abrir el camino a la disolución y transformación que los gobierno democráticos, desde 1983 a esta parte, debieron haber encarado prioritariamente, pero no supieron hacerlo, no quisieron, o fracasaron en el intento. Expectativas chinasLa oposición, en este contexto, cargó contra la tardía decisión del gobierno kirchnerista y decidió darle la espalda al tratamiento legislativo de creación de la nueva estructura de inteligencia. En el marco de la fuerte presión de la causa Nisman sobre la agenda política, pasó casi desapercibido el viaje de Cristina a la República Popular China, donde se entrevistó con el presidente Ji Jimping y otros altos funcionarios y se firmaron 22 nuevos acuerdos sobre diversas áreas de posible trabajo en común en campos como la minería, las comunicaciones y la cooperación aéreo espacial. La alianza estratégica con China, que se reafirmó en esta oportunidad, tras los acuerdos iniciales del año pasado, es un tema trascendente para el país que, dadas las circunstancias políticas, no tuvo el tratamiento que se merece de parte de todos los sectores. Tanto las posibilidades que surgen de la colaboración con la principal potencia emergente en el mundo en este siglo, como las eventuales pérdidas en soberanía o autonomía de la esfera económica, no están hoy del todo claras ni se debaten en un nivel y ámbito adecuados. La central sindical que dirige Antonio Caló, por ejemplo, llamó la atención sobre un posible desembarco de trabajadores chinos, para las obras de infraestructura dada la conocida problemática demográfica de ese país. Más atinada parece la observación de algunos especialistas sobre la inseguridad en cuanto a la participación de empresas argentinas en las obras de infraestructura con capitales asiáticos. El predominio de las inversiones chinas en la última década en Latinoamérica, basado en contratos bilaterales como los que firmó Cristina esta semana; es un hecho palpable e indiscutible de la realidad continental; la incógnita se dirige a los términos del intercambio. Es lógico pensar que en el actual cuadro de falta de divisas; las negociaciones con la potencia asiática terminen siendo el clásico pacto desigual con entrega de recursos estratégicos. No es menor la preocupación por el impacto ambiental negativo de la monumental intervención en el entorno natural que suponen los mega proyectos en marcha en el área de minería y combustibles. En este sentido, entre los acuerdos entre Cristina Kirchner y su par Xi Jinping figura el proyecto de energía eólica El Angelito, en Chubut, pero también la explotación del litio en Salta y Jujuy y del mayor yacimiento de potasio del mundo en Mendoza. Se trata de la mina que abandonó, en su momento la empresa brasileña Vale al retirarse del país. Por fuera de estos ambiciosos proyectos a futuro, el gobierno buscaría asegurar una colocación de bonos únicamente en instituciones financieras chinas, esprando captar unos 5.000 millones de dólares que, junto a un desembolso similar por el swap acordado en junio pasado, serviría al gobierno para llegar a diciembre.Ajuste preventivoTampoco mereció mayores debates la decisión del titular del BCRA, Alejandro Vanoli, de restringir al mínimo la venta de dólares a bancos e importadores; pese a que ya lleva tres días de vigencia y afecta a empresas de distinto tamaño y rubros. Miguel Ponce, director del Centro de Estudios para el Comercio Exterior, quien explicó que debido a la restricción se complica el acceso a insumos vitales para las empresas, señaló que “de los 5.500 millones que el Banco Central adeuda del pago de importaciones ya realizadas, el 50% corresponde a la industria automotriz, otro 25% a las armadurías de Tierra del Fuego y el resto a otros productos del mercado, entre ellos, los tampones”. Ponce enfatizó que a causa de la prohibición, en Córdoba las automotrices tienen más de 12 mil vehículos parados por la falta de autopartes que llegan del exterior. Si bien técnicos del BCRA se reunirían mañana con la Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA) para buscar una salida, los exportadores miran la situación con fundada alarma y los analistas ven detrás de la medida otra expresión de un ajuste disimulado que no condice con las premisas económicas expansionistas del gobierno. En el plano político, la exteriorización del acuerdo entre “Lilita” Carrió y Mauricio Macri no sorprendió pero sí re
activó la trajinada polémica interna en FaUnen, donde “Pino” Solanas se despachó con fuertes críticas a la diputada nacional, a la que dirigió una acusación inflamable en el escenario actual: ser nada menos que amiga personal del espía secreto más publicitado del momento, “Jaime” Stiuso. Internas a la misioneraEl dilema nacional de UNEN no repercute en la provincia más que en el difícilmente respirable entramado interno de la UCR misionera, cuyo sector mayoritario encabezado por el infatigable Hernán Damiani organizó una reunión en la que reclamó “unidad de todos” en pos de un frente anti renovador.La idea de definir un frente electoral multi partidario a partir de la construcción de un enemigo común – al estilo del generoso “anti menemismo” que derivó en el frustrado gobierno de la Alianza radical-frepasista, sigue presente en el sector mayoritario del radicalismo, pese a que ese mismo sector se esforzó a fines del año pasado en “ir por todo” el poder partidario, empujando al borde de la ruptura al navarrismo; que cuenta con una consistente cuota de representación en la actualidad del centenario partido. La política misionera, aletargada por el veraneo intensivo de muchas de sus figuras, incluyendo al gobernador Closs, volvió a reflejar la vigencia de la interna oficialista cuyo potencial explosivo intenta movilizar el diputado nacional Alex Ziegler. El dato de que los humores rupturistas del “Polaco” no se aplacaron ni siquiera en este tórrido verano político lo dio ayer PRIMERA EDICIÓN al comentar que el legislador inscribió un partido propio en la Secretaría Electoral. Ziegler pretende ser el David que desafía al Goliath rovirista, el vicegobernador Hugo Passalaqua, designado candidato oficial del Frente Renovador a la Gobernación. Los funcionarios e intendentes que los acompañan, por su lado, sugieren vínculos con el clossismo que dejan abierto más de un interrogante.





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