POSADAS. El coordinador del Centro Único Coordinador de Ablación e Implantes de Misiones (Cucaimis), Richard Malán, reveló que son cerca de 200 los pacientes que están en la lista de espera en la jurisdicción, mientras que a nivel nacional la suma asciende a unos 11 mil personas. Malán mantuvo una entrevista con PRIMERA EDICIÓN donde dio detalles de la cantidad de pacientes que están a la espera de un trasplante. También confirmó que “el año pasado estuvimos un poco por debajo de lo que veníamos trabajando, pero igual se hicieron muchos trasplantes, aunque la lista de espera sigue creciendo ante la demanda de pacientes”. El titular del Cucaimis confirmó que “en estos momentos hay 149 personas que esperan órganos y tejidos otras 43, básicamente de córnea, lo que sumaría un total de 192. Y en el país son 7.773 del primero y 3.515 de córneas, es decir 11 mil personas en la lista de espera”. Y añadió: “la demanda más importante es la renal, que son 6.100 pacientes a nivel nacional. Y en Misiones 140 esperan un trasplante de riñón”. “Hay un proyecto desde hace tiempo para que el hospital Madariaga, donde se producen la mayor cantidad de donaciones, tenga un servicio específico y no sea una cuestión más de coordinadores del Incucai trabajando dentro. Sino que haya un área de donación y trasplante. Está el diseño en el Parque de la Salud”, reveló el médico y añadió que “también se proyecta que, de este mismo servicio, dependan los trasplantes que prevalecen, como los de córneas y renales. Que sea el hospital el que genere los donantes, pero que también puedan implantarse en ese lugar a los pacientes que están en la lista de espera”. Cambio culturalEl doctor Malán reveló que “el año pasado se trabajó bien, pero todavía sigue siendo muy complejo el abordaje desde los hospitales, hay que crecer desde allí y que en todos los hospitales reporten las muertes y a su vez generar donantes de los fallecidos”. “Los cambios a nivel son casi culturales de los médicos. Porque la gente está mejor, más informada que lo que uno piensa. Lo que sí debemos lograr es que toda la comunidad médica trabaje para que cada vez que haya un fallecido, se valore la posibilidad de que sea donante. Suele pasar que muchos son donantes manifiestos, pero no nos enteramos. Y tampoco se les ofrece a los familiares ser donantes, es algo que se debe cambiar”, afirmó. Sobre este tema reafirmó que “lo hemos modificado un poco, ha mejorado está cuestión, pero tenemos mucho por hacer aún. Aunque estamos conformes porque se ven resultados y además todo el servicio está trabajando. Estamos por la buena senda”. Malán dijo que “La concreción del proceso de donación depende de la decisión de médicos y directores de los hospitales y sanatorios. La ley de Donación de Órganos establece que todos los centros de salud, sean públicos o privados, deben hacer la denuncia del fallecimiento ante el Incucai. A partir de allí se ejecuta el operativo, se dialoga con los familiares, se sabe si el fallecido manifestó o no la intención de donar, y entonces se define si se puede realizar la ablación de órganos. Pero, sin denuncia, no se puede avanzar y se pierde la posibilidad de que familias que sí desean donar los órganos y dar vida a otras personas en lista de espera, puedan concretarlo”, concluyó.





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