POSADAS. “Estimular el interés en los chicos es el motor más grande que existe en la educación. Los niños tienen que tener un profesor, un ser humano que los eduque, no una pantalla porque sólo con una persona en que el niño se vea reflejado, él se puede interesar”, señaló el pedagogo alemán Georg Glöckler quien ayer abrió el ciclo de conferencias organizado por la Asociación Civil Pynandí de Posadas. Quien es matemático y físico y formador de maestros Waldorf señaló a PRIMERA EDICIÓN que “la computadora es el fin de la educación” y que no hay que dársela a un niño ni siquiera para entretenimiento hasta la adolescencia porque “al igual que la televisión, el celular, debe aparecer en la vida recién a los 14 años, cuando el niño entiende lo que es la computadora. Entregársela antes es destruirlo”, dijo y señaló que el mismo Bill Gates le regaló la primera computadora a su hija cuando cumplió quince años. Señaló que hay investigadores que ya están hablando de la “demencia digital” porque “después de ingresar al mundo de pantallas luego ya no se puede despertar más el interés en los chicos porque en su vida tiene pantallas demasiado tiempo en el día y desde muy pequeños”.Origen del pensamiento autónomoTodas las áreas del conocimiento se remiten a un origen muy relacionado con la geometría y las matemáticas. Y eso fue lo que Glöckler, explicó en la conferencia mientras era traducido por la médica Mariana Mampaey.“Hubo un tiempo en que la evolución humana no estaba tan desarrollada como en esta época, no había un pensamiento autónomo. Es importante que reflexionemos sobre qué es pensar”, explicó el alemán. “En Grecia antigua, en el año 300 antes de Cristo comenzaron a darse estas primeras reflexiones con Sócrates y Platón. Existían los oráculos, espacios donde era posible la comunicación con los dioses y para poder acceder a ellos los hombres tenían que pasar todo un año sin hablar”, señaló. “Quedarse un tiempo, un momento sin hablar es un buen ejercicio. Hay que hablar sólo cuando uno tiene cosas importantes que decir, o después de haber reflexionado, porque cuando uno se queda en silencio escuchando, aprende mucho también”, dijo. Paradojas para invitar a pensarAprender a pensar no es cosa sencilla. Requiere de entrenamiento y entonces el acompañamiento del maestro es necesario. Glöckler compartió la paradoja de Aquiles, aquella en que una tortuga compite en una carrera con este ágil corredor griego.Para develarla o al menos intentar comprenderla los participantes de la conferencia, alrededor de 50 personas, generaron un debate. “No es muy fácil resolverla, pero a los niños les resulta más sencillo. Pero hay que practicar. Los griegos sabían que en la vida cotidiana no se desarrolla el pensamiento, pero sí se desarrolla cuando uno tiene que resolver un problema, buscar una respuesta. Justamente para eso se crearon estas paradojas”, dijo el pedagogo.Eso es lo que llamaban “gimnasia espiritual”, entendiendo por espiritual todo lo relacionado con el mundo de los pensamientos. “Y esa gimnasia es la que lleva a la autonomía del pensamiento”, destacó.Los números FibonacciEn la forma de cada cosa ya sea el cuerpo humano, las plantas, animales, figuras geométricas se puede encontrar una proporción que se denomina “Sección divina o proporción áurea”.“Cuando escuchamos la música, por ejemplo una orquesta, escuchamos las proporciones e intervalos entre las notas. Esos intervalos pueden develarse con los números Fibonacci”, contó. Y de inmediato vinculó estos números con el álgebra elemental. De una sencilla ecuación (1-x/x=x/1) desarrolló una serie de operaciones que parecen ir al infinito. “Hacer cálculos matemáticos es un arte porque uno puede buscar relaciones para intentar comprender ‘porqué’ estas proporciones ocurren así”, enfatizó. De estas ecuaciones se obtienen los números Fibonacci. Estos números son 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 55, 89, 144… y cada uno surge de la suma de los dos números anteriores en la secuencia (1+1=2; 1+2=3; 2+3=5, etcétera).“A lo largo de la historia, los investigadores fueron tomando las proporciones del cuerpo humano y las fueron midiendo, por ejemplo las falanges del dedo, el rostro, la oreja”, explicó. El pentagrama -esquema que se asemeja a una estrella, ver abajo- también guarda una proporción que remite a los Fibonacci. “La geometría es perfecta, da la libertad para tener pensamiento autónomo y claro, y es necesario enseñarla a los chicos”, sintetizó. Programa para hoy y mañanaViernes 610 a 12. Conferencia: Número áureo en la Geometría17.30 a 19. Medicina antroposófica, por Mariana Mampaey y equipo. 19.30 a 21.30. Conferencia: Relación con los cuerpos platónicos.Sábado 710 a 12. Conferencia: El número platónico en relación al macrocosmos y las leyes musicales I17.30 a 19. Emprendiendo mi camino. Educación, iniciativa y capital, por Mauricio Garay (Córdoba)19.30 a 21.30. Conferencia El número platónico IIEn el Colegio de Médicos de (F. de Azara 1969). Consultas: en Facebook “Espacio Pynandí”.





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