BUENOS AIRES (Agencias y medios digitales). El Juzgado Federal N°3, a cargo de Daniel Rafecas, fue sorteado para tomar la denuncia de Alberto Nisman sobre una presunta “confabulación criminal” encabezada por la presidenta Cristina Kirchner para proteger a los iraníes sospechados de cometer el atentado a la Amia. Ausente por vacaciones, el juez se comunicó con quien lo suplanta, Sebastián Ramos, y resolvió declararse incompetente.La denuncia había recaído en el tribunal de Rafecas luego de que el primer juez que tuvo en sus manos la denuncia que anunció el fiscal especial de la causa Amia días antes de aparecer muerto en su departamento, Ariel Lijo, también se excusara.La decisión adoptada todavía no fue anoticiada de manera formal. Ramos, quien ayer estaba de licencia por enfermedad, podría llegar a comunicarla hoy.Una versión dio cuenta, incluso, que Rafecas -anticipándose a que el sorteo podía determinar que la denuncia cayera en su Juzgado- dejó preparado un documento declarándose incompetente y devolviéndole la causa a Lijo, por entender que es éste quien debe tomar las riendas de la investigación.Todo indica, entonces que, devuelta la causa a Lijo, intervendrá la Cámara Federal para determinar quién de los dos es competente, lo que podría dilatar aún más el trámite de la denuncia de Nisman: de quedar finalmente a cargo Rafecas, intervendrá el fiscal Gerardo Pollicita, quien deberá resolver si impulsa una investigación.Por la mañana, Lijo decidió remitir la denuncia de Nisman a sorteo, pues evaluó que la misma no es conexa con la investigación que él viene llevando a cabo por presuntas irregularidades en la causa Amia. La causa que investiga Lijo es de larga data y un gran tramo ya está elevado a juicio oral y público con el expresidente Carlos Menem como principal imputado.Esa vieja causa está divida en dos tramos aunque el Tribunal Oral Federal 2 hará un único juicio: uno es por el pago al supuesto reducidor de autos Carlos Telleldín para que inculpe a policías bonaerenses; y el otro por desviar la pista siria que apuntaba al comerciante Antonio Kanoore Edul.“De la lectura de los hechos que conforman la denuncia, resulta notoria la diferencia existente con el objeto procesal de la causa que tramita ante este tribunal, por lo que de ninguna forma pueden aplicarse las reglas de conexidad que dispone nuestro Código Procesal”, indicó Lijo en su resolución.En ese sentido, el juez explicó que la causa que él tiene en su poder “se circunscribió a irregularidades detectadas en el marco de la investigación judicial”, mientras que la denuncia de Nisman “versa sobre hechos ajenos al objeto inicial, posteriores e incluso nuevos a la instrucción de la causa originalmente radicada” en su tribunal.“Justamente, la noticia criminal formulada aportaría nuevos hechos que de ningún modo fueron indicados anteriormente en los diversos expedientes que tramitan y tramitaron ante este tribunal en relación con las irregularidades advertidas en la investigación de Amia”, agregó.La denuncia de Nisman fue hecha el 14 de enero ante el juez Lijo, cuando éste estaba de licencia, y en su lugar la jueza María Servini de Cubría resolvió no habilitar la feria judicial.La muerte de Nisman obligó a Lijo a retornar de su licencia y dictar medidas para garantizar la prueba, aunque el trámite de la denuncia nunca se activó hasta este lunes, cuando nuevamente quedó empantanado en una cuestión de competencia.Nisman acusó a la Presidenta, a su canciller, Héctor Timerman, y un grupo de dirigentes vinculados al oficialismo, entre ellos el piquetero Luis D’Elía, de orquestar un plan para evitar que se pueda detener a los sindicados como responsables del ataque que dejó 85 muertos en 1994. El “paraguas” de esa maniobra habría sido el memorándum que el Gobierno firmó con Irán en 2013, y cuyo objetivo, según Nisman, era que cayeran las circulares que Interpol emitió sobre los sospechosos.De acuerdo a la presentación del fiscal, el Gobierno buscaba con ese plan mejorar la relación comercial con Irán de manera de lograr un acuerdo que permita intercambiar granos por petróleo. Dos centímetros atrás de la orejaLa fiscal Viviana Fein, que investiga la muerte del fiscal Alberto Nisman, le tomó declaración testimonial a un perito balístico y aseguró que la bala que terminó con la vida del titular de la UFI-Amia ingresó “dos centímetros” por atrás de la oreja derecha.Fein insistió en que la lesión reportada por los peritos “es compatible (…) con un disparo autoprovocado, reitero, dicho por el interviniente que explicó técnicamente”.“La bala entró por el parietal temporal derecho, no es ‘a centímetros de la oreja’. Se llama parietal temporal derecho, entró el proyectil, quedó en la masa encefálica sin orificio de salida, y fue extraído en la necropsia”, dijo Fein.También afirmó que “los informes médicos no hablan de ‘balazo en la sien’, nunca” y añadió: “fue a menos de dos centímetros”.La fiscal hizo esta afirmación cuando le preguntaron en una entrevista televisiva por la nota que escribió días atrás el periodista Jorge Asís diciendo que el disparo había sido efectuado a cuatro centímetros de la oreja.





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