ITUZAINGÓ, Corrientes. Tras dos intentos de apertura oficial que las condiciones climáticas adversas dejaron sin efecto, finalmente se inició la temporada veraniega en los quince kilómetros de playa que este municipio posee sobre el Paraná.Fue así que el año sorprendió a los ituzaingueños con la capacidad hotelera colmada pero con escasa actividad en la costa y en los paradores recientemente habilitados por la comuna. Visitantes provenientes de Brasil, Paraguay, Buenos Aires, Misiones y del interior de Corrientes, desembarcaron en la localidad durante los primeros días de 2015 pero aún no pudieron disfrutar a pleno del sol y el agua del río. Nueva apuesta, mucho entusiasmoAl cumplir un año de gestión, el Gobierno municipal decidió renovar las concesiones de los paradores ubicados sobre la costa, por un lapso de cinco años y con posibilidades de extender por cinco años más. Como en todo nuevo emprendimiento, el inicio de la temporada los encontró en plena tarea de acondicionamiento de los distintos espacios. Tal es el caso del “Morena Beach”, que está emplazado en el predio donde años atrás funcionaba la famosa playa “Soró” y cuya construcción fue consumida por un incendio en el mes de septiembre pasado. “Tuvimos que empezar de cero y con una inversión importante”, señaló Silvia Fernández, socia gerente de Vikania SRL. Mientras trataba de cubrir algunos elementos para resguardarlos de las primeras gotas de la mañana, aseguró que “empezamos con mucha lluvia así que esperamos que mejore el tiempo y así poder colmar las expectativas que tenemos. Buscamos que a la gente le guste el lugar, que venga a disfrutar de las playas y que después acuda al boliche”, del mismo nombre y del que también son propietarios.En “Morena” el equipo de trabajo está conformado en su mayoría por mujeres bonitas, estudiantes de la localidad, ya que es una playa exclusiva para jóvenes que llegan en busca de buena música, bebidas y gastronomía. “Queremos dar mano de obra a personas de la comunidad, nada de afuera”, sostuvo Fernández, al tiempo que contó que “Morena” abre sus puertas a las 8 y permanece hasta las 22, ofreciendo hamburguesas, empanadas, lomitos, carlitos, batidos, cervezas, tragos, gaseosas, y shows en la playa durante los fines de semana. Esta temporada la novedad será una emisora de radio -la 98.5, con la conducción de Darío Miño-, que transmitirá en vivo.Confió que el movimiento va en aumento. “Éste fue, hasta el momento, uno de los fines de semana más fuertes. La gente nos prefiere, sobre todo jóvenes”, dijo la joven, que durante el año se dedica al comercio.Contó que la habilitación les llegó el 21 de diciembre y que para ésta temporada tenían previsto llegar solamente con los sanitarios y la cocina pero “se pudo hacer un poquito más”. Fue así que se construyó un local para heladería y otro para un maxikiosco donde se comercializan artículos del rubro, además de las tradicionales chipas de almidón y ensalada de fruta. También un deck gigante que es donde los chicos permanecen cuando no están en la arena. Para el año entrante planifican levantar un tobogán, canchas de vóleibol, un quincho, un muelle, y un puente para que la gente pueda ingresar a “Morena” con mayor comodidad. También cuentan con dos guardavidas, y alquilan sombrillas para resguardar de los rayos del sol a sus preferenciales clientes.Pensado para la familiaEn el parador La Siete (exIguana) se respira un aire más familiar. Los nuevos concesionarios aseguraron que el espacio se encontraba en “estado de abandono” y que la propuesta de renovarlo hizo que pusieran manos a la obra. “Fue un iniciativa que tomamos junto a mi esposo (Juan Rodrigo Morínigo)”, comentó la encargada, Julia Ríos. “Veíamos que el espacio estaba abandonado desde hace mucho tiempo, los sanitarios estaban muy destruidos. Fue así que con un grupo de chicos comenzamos a reunirnos, a hablar, y decidimos trabajar durante la temporada con el único fin de mejorar esto, y mejorar el turismo ituzaingueño”, agregó la mujer, mientras a un costado de la edificación un grupo de obreros intentaba armar un deck, entre chaparrón y chaparrón.Los nuevos permisionarios pusieron énfasis en los sanitarios. “Los pusimos a nuevo pero todavía nos falta la cocina, que estará en breve. Seguimos trabajando y lo vamos a hacer durante todo el año. Es un buen proyecto y está aprobado. Contempla una cancha de fútbol con césped artificial y juegos acuáticos”, acotó.Desde La Siete, que hace honor al número de la calle que desciende el barranco desde la avenida 9 de Julio, buscan que la gente mantenga limpias las playas. “Queremos brindar buena atención y que los visitantes también nos respondan. El tema de la basura es muy importante por eso pedimos que colaboren con ese tema. Colocamos varios cestos pero es como que la gente no los ve”.Según Ríos, “es nuestra primera experiencia por eso creo que tendremos algunos choques este año. Pero la idea es ir mejorando, viendo como se dan las situaciones. Hasta el momento tuvimos tres fines de semana de mal tiempo por eso no pudimos hacer la apertura de la temporada, para la que estaba pensada una linda fiesta”. Como en las demás, el lugar permanece abierto de 8 a 22, de lunes a lunes, hasta mediados de marzo. “Ponemos buena música y facilitamos el traslado de mesas y sillas a la playa, en caso que consuman aquí. También alquilan sombrillas a 50 pesos durante toda la jornada, dejando una documentación en garantía”, al tiempo que aclaró que “los recipientes de vidrios no esta autorizados en la playa, solamente arriba”. Manifestó que los proyectos quedarán para el año que viene porque la Municipalidad de Ituzaingó “nos entregó la concesión muy tarde”. Si bien el grueso de los visitantes comenzó a venir después de las fiestas de fin de año “el tiempo no nos ayuda, no es lo que esperábamos”. Desde el mangrullo de La Siete, Luana Salvador y Daniela Álvarez, se ocupan de vigilar a los visitantes y hacer cumplir las medidas dispuestas ante los efectos del cambio climático.Expectativas que mejoreEl parador Carlos Manuel (exParanaguá) es otra de las opciones a la que se accede desde el corazón de la zona urbana por unas escaleras de madera algo empinadas. Alberga a una playa netamente familiar, con servicio de seguridad y guardavidas a partir de las 9, horario en que allí comienza el movi
miento en el kiosco y la cocina. “Está un poco flojo pero esperamos que repunte aunque el tiempo no nos está ayudando mucho. Llueve casi todos los días por lo que la gente viene y se va”, señaló Rosana Contte, encargada del local, donde ofrecen en alquiler juegos de mesa como ping pong e inflables para niños, además de ofrecer shows para chicos y clases de gimnasia. Cuando baja el sol, a partir de las 19, en la parte superior de la edificación funciona un restaurante, con una vista privilegiada. Allí ofrecen pizzas, hamburguesas y parrilla, con posibilidades de incorporar platos con pescado cuando concluya la veda.En Carlos Manuel tienen expectativas “que todo mejore. Tratamos de pensar en positivo y de brindar el servicio de comida” cuando el mal tiempo permite que los visitantes se desplacen por la zona.El esposo de Contte, Saulo Morínigo, es gastronómico y trabajaba en la cocina del hotel Sheraton de Puerto Iguazú, donde actualmente está radicado el matrimonio, por lo que trata de volcar toda su experiencia en las “especialidades” del “renovado” parador. “Somos ituzaingueños pero hace siete años vivimos en la ciudad de las Cataratas. Volvimos momentáneamente por el tema de la temporada”, dijo la encargada y mencionó que, por el momento, la edificación se mantiene como la entregaron. “Sólo hicimos pintura, arreglamos la escalera y dejamos los sanitarios a nuevo. Es que nos dieron poco tiempo para los arreglos y el acondicionamiento porque nos entregaron a fines de noviembre”. A Carlos Manuel llegan turistas desde Corrientes, Buenos Aires, Misiones, brasileños y paraguayos, para disfrutar, por estos días, de un espacio de boyado que se redujo notablemente por la crecida del Paraná. ¿Qué precauciones se deben tomar?Cuando se coloca la bandera de tormenta eléctrica el bañista debe salir del agua y alejarse de la playa, además de atender las indicaciones del personal de la policía turística, del balneario o municipal que se encuentren en el momento coordinando la evacuación. Ante la posibilidad de una descarga eléctrica, adoptar la posición de seguridad en cuclillas, con la cabeza hacia abajo, lo más agachado posible, con las manos tapándose los oídos, tocando el suelo sólo con el calzado.Los vehículos también constituyen un buen refugio. Una buena opción es quedarse dentro del automóvil sin contacto con las partes metálicas. No refugiarse debajo de un árbol aislado. La humedad y la altura aumentan la intensidad del campo eléctrico y atraen la carga.De encontrarse al aire libre, no correr escapando de la tormenta. Al correr se crea una turbulencia en el aire que puede atraer el rayo. Si no encuentra refugio colocarse en cuclillas, lo que reduce al máximo el riesgo de ser alcanzados por el rayo. No tener contacto con el agua. El agua de mar intensifica los efectos fatales de la tormenta. Alejarse de los elementos como sombrillas, postes o estructuras sobre la playa, que podrían causar la muerte aún sin hallarse en contacto con ellos. No usar el teléfono. Los rayos pueden alcanzar la línea telefónica exterior durante la tormenta; también los celulares. Mantener la calma.Cuidados en la playaEn cuanto al comportamiento, se sugiere que los chicos estén acompañados en todo momento por un adulto; evitar ingresar al agua en lugares donde no hay servicio de guardavidas o fuera del horario de cobertura del servicio; evitar entrar al agua inmediatamente después de ingerir alimentos y bebidas alcohólicas, y en sectores donde se practican deportes náuticos; no permanecer en el agua mientras los guardavidas realizan un rescate.No arrojarse desde barrancas o lugares rocosos, o en cualquier aproximación a muelles o zonas prohibidas, no ingresar durante tormentas eléctricas o con mala visibilidad desde la costa. En caso de emergencias comunicarse lo más lo más pronto posible con la base del operativo de seguridad en playas.Respetar siempre las indicaciones de los guardavidas, tener en cuenta el código de banderas publicadas en el mangrullo perteneciente al descanso, no internarse sólo en el agua, respetar el boyado, y no perder de vista a los niños. Prestar atención al estado y al pronóstico del tiempo, y recordar la prohibición de circular con vehículos por la playa para evitar accidentes y proteger el medio ambiente. “Ará Hakú II”Ante las altas temperatura reinantes en el litoral, en particular en Corrientes, el Ministerio de Turismo de esa provincia sugirió extremar los Sistemas de Control en playas y balnearios habilitados, incorporando a las señalizaciones ya existentes, una nueva bandera de color negro, que señalice tormenta eléctrica, como así también capacitar al personal involucrado en la seguridad para recibir información y entrenamiento para la evacuación de estos espacios.El Ministerio de Turismo de Corrientes, por Resolución N°011/2015 dispuso incorporar en playas y balnearios habilitados en todo el territorio provincial la “bandera negra”, que obligará al desalojo de las playas en caso de tormentas eléctricas.La medida adoptada establece un sistema de alerta temprana ante tormentas eléctricas en las playas durante la temporada a fin de resguardar la integridad física de los visitantes. Este es un sistema preventivo, a través de la colocación de banderas similares a las que indican el estado del agua, pero de color negro, como lo hacen en la Costa Atlántica. El procedimiento de alerta temprana y contingencia ante fenómenos con descargas eléctricas se iniciará con las alertas brindadas por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), información que se remitirá a los municipios y a otros organismos involucrados en el operativo denominado Plan de Seguridad de Verano 2015 “Ará Hakú II”, lanzado en diciembre, en forma conjunta entre el Ministerio de Seguridad y el Turismo, y en un trabajo articulado con el Ministerio de Salud, Defensa Civil, Bomberos Voluntarios, Policía provincial y federal, Gendarmería Nacional y Prefectura Naval. Habrá un mecanismo de alertas emergentes, a través de aplicaciones móviles de los agentes de Seguridad, los que recibirán mensajes de alertas ante la detección de fenómenos climáticos. Cuando el agente detecte una tormenta eléctrica, dará aviso de manera inmediata a los bañistas con el cambio de bandera y mediante señales de alarmas o señales sonoras, procediendo a la evacuación de la playa y balneario.





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