CANDELARIA. Para un menor es muy dificultoso delatar a un agresor. Más aún si se trata de un abuso sexual. Y todavía más complicado si esa persona es del entorno familiar, en este caso el propio padre biológico.Por eso es destacable la actitud que tuvo una niña de apenas siete años, que se animó a contarle a su madre que su hermanastra, de doce, estaba siendo abusada. La indefensa criatura señaló a su progenitor, quien fue detenido en averiguación del hecho. Si bien será la Justicia la que determine la culpabilidad o no del sospechoso, trascendió que por indicios y testimonios, como ser los exámenes ginecológicos practicados a la víctima y la denuncia ante la Policía, el círculo parece cerrarse sobre el acusado. En las próximas horas el juez de Instrucción 2 de Posadas, César Yaya, ordenaría que las nenas involucradas declaren en Cámara Gesell, y además le tomaría declaración indagatoria al presunto depravado, indicó la misma fuente. Imágenes imborrables Según la denunciante, una mujer de 34 años que es madre de la pequeña de siete años y madrastra de la víctima, el pasado viernes la más chiquita le contó que fue testigo de cómo su hermanastra era agredida por su padre. Por los detalles del relato que le hizo la chiquita, su progenitora se dio cuenta que lo que escuchaba era muy grave, pues en palabras de la nena se trataba de un abuso sexual. A los investigadores les resultó estremecedor el dato de que la pequeña fue testigo de la salvaje violación de su hermanastra, y que además, no habría sido la primera vez que observaba este tipo de ataque sexual. “No se descarta que la víctima vivió esta pesadilla durante años, teniendo en cuenta, y en base a que los forenses determinaron que existían abusos de vieja data, que los vejámenes fueron reiterados” confiaron las fuentes. Tal vez temiendo que el acusado también la sometiera y al ver el sufrimiento por el que atravesaba su hermanastra, la nena decidió romper el silencio. Pese a su corta edad juntó valor y se animó a contarle todo a su madre. Es materia de investigación si el sospechoso, de 45 años, también abusó de su hija biológica, ya que la madre cree que pudieron existir manoseos. Temía que el acusado se diera a la fugaLa denunciante se presentó el pasado viernes en la guardia de la comisaría de Candelaria y luego de brindar detalles de lo sucedido con su hija e hijastra a las autoridades, les confesó que temía que el acusado, quien es su concubino, se diera a la fuga. Personal de esa seccional fue rápidamente orientado por el magistrado penal en turno -César Yaya-, y se dirigieron al domicilio donde se hallaba el sospechoso (ubicado en el barrio 2 de Febrero de Candelaria), quien fue detenido y puesto a disposición judicial. Se supo que el presunto depravado es changarín y hasta el momento no trascendieron si registraba antecedentes por delitos similares. Las víctimas fueron asistidas psicológica y médicamente por el gabinete de profesionales de la Comisaría de la Mujer de Fátima, dependiente de la Unidad Regional X -con asiento en Posadas-. Tras las pericias médicas se constató que la mayor de las niñas sufrió abuso sexual con acceso carnal y es materia de investigación si la más pequeña fue manoseada.





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