POSADAS. Hornos de la vieja Calera Giudice quedaron al descubierto después de las tareas de desmalezamiento realizadas en el terreno, ubicado en Costanera Sur y avenida Cabred. Hace poco más de cincuenta años habían sido parte de las flamantes instalaciones de una de las primeras industrias de cales hidráulicas y cementos de la capital provincial, pertenecientes a Carlos Giudice, y hasta hace poco (más allá del entorno familiar), su existencia había quedado en el olvido.Cuando la fábrica estaba en su máximo florecimiento, allí se descargaban vagones con piedra caliza, y luego en los hornos, se las convertía en cal viva o hidratada. Era un importante emprendimiento industrial, iniciado por un visionario como don Carlos Giudice. Cal y cemento producida aquí a granel que llegaban desde Olavarría, provincia de Buenos Aires y de Córdoba.Para que salten a la luz, bastaron unas fotos publicadas en un popular grupo de Facebook local: “Posadas del ayer”, donde se discute y se pone en perspectiva el sentido de la historia de esta ciudad; para que se vuelvan virales, y tomen estado público. De hecho, varios integrantes del grupo aportaron datos significativos como por ejemplo que en Colón, provincia de Entre Ríos, existen unos hornos semejantes, conservados como elemento histórico dentro del parque industrial. Igual cuidado se tuvo con la calera de Bialet Massé, (Córdoba), donde se encuentran los primeros hornos para producir cal en nuestro país, y cuya materia prima se extraía de allí, y se trasladaba en tren hasta Posadas. Por supuesto que no faltaron las voces para que se haga una conservación apropiada de estos elementos. El tiempo dirá. Otros hallazgosLa percepción de que hay “una ciudad” debajo de la que actualmente viven los posadeños, puede no ser errónea. Hasta ahora han ocurrido otros hallazgos de importancia que generaron revuelo entre la ciudadanía y el ámbito académico que nuclea a los estudiosos de la Memoria y la Historia Regional. Los más importantes realizados hasta ahora fueron los descubrimientos de distintas piezas arqueológicas en el estacionamiento de la Casa de Gobierno, los vestigios de la vereda original de la Casa de Gobierno, que estaban colocadas en los alrededores, y que data desde 1870 aproximadamente; también las veredas del parque japones, cerca del anfiteatro, la placa fúnebre en el Concejo, que era de la niña de la familia fernícola, que se rompió al no quitarla con el cuidado que merecía y en la actualidad está totalmente triturada. Asimismo, hay muchas leyendas urbanas que circulan en la Posadas de Ayer, y una de ellas sostiene que debajo de un conocido sanatorio capitalino, situado por calle Córdoba, existió un camposanto aborigen, que data del tiempo de la Fundación de Nuestra Señora de Itapúa, tras la explotación que realizó el jesuita Roque González de Santa Cruz. También se cree que debajo de las casas de Colón y Santiago del Estero habrían vestigios de la Trinchera de San José.





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