COLONIA AURORA. Un joven se transformó ayer de madrugada en nueva víctima del tránsito en Misiones, después de ser embestido por una motocicleta. Lo curioso es que el conductor del rodado aseguró que la víctima se encontraba acostada en medio del asfalto.El hecho ocurrió alrededor de las 00.15 sobre la ruta provincial 2, a la altura de Paraje El Progreso, unos quince kilómetros al norte de Colonia Aurora.En ese lugar, una Yamaha de 125 centímetros cúbicos guiada por un joven de 21 años que circulaba hacia el norte embistió a Mateo Agapito (20), quien sufrió graves lesiones y murió de manera instantánea.Alertados por el caso, efectivos de la Unidad Regional XI de Aristóbulo del Valle y de la comisaría de Colonia Aurora llegaron a la escena y llevaron adelante las pericias del caso. Curiosamente, al entrevistarse con el motociclista, éste les dijo que arrolló a la víctima en momentos en que ésta se encontraba acostada en medio de la calzada.Uniformados de Criminalística iniciaron entonces su trabajo a los fines de establecer los detalles del episodio. La Justicia ordenó que el cuerpo de Agapito sea entregado a sus familiares para el doloroso último adiós. Dos menores se salvaron de milagroEn otro hecho de tránsito, dos menores de edad salvaron sus vidas de milagro después de perder el control del automóvil en el que circulaban, que chocó contra un árbol en pleno centro de Posadas.Según informó la Policía, el hecho tuvo lugar cerca de las 6.20 de ayer en la intersección de las calles Santiago del Estero y Jujuy. El parte oficial no informó por cuál de esas calles circulaba el vehículo.Lo cierto es que el Renault Mégane era guiado por un adolescente de 17 años, quien iba acompañado por otro menor de la misma edad. Por razones que son materia de investigación, en determinado momento el conductor perdió el control del rodado, que terminó su alocada carrera contra un árbol.Milagrosamente los dos ocupantes del Mégane resultaron ilesos, aunque el automóvil terminó con importantes daños materiales.Efectivos de la comisaría seccional Primera llevaron adelante las pericias de rigor en la escena. Según testimonios, los dos adolescentes circulaban en estado de ebriedad. Otra vez un problema cultural y de valores que parece no tener solución.





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