POSADAS. Oficialmente se habló del intento de robo de un bebé. Sin embargo, los investigadores tienen pistas firmes para creer que, más bien, fue un hecho de abuso en grado de tentativa el hecho que tuvo lugar a última hora del jueves y que terminó con el sospechoso detenido, después de que vecinos le propinaran una verdadera paliza en la vía pública.Así lo pudo establecer PRIMERA EDICIÓN en base a fuentes de la investigación del episodio, que tuvo lugar alrededor de las 20.20 de ese día en una vivienda emplazada en la chacra 80 de Posadas, delimitada por las avenidas Ituzaingó, Las Heras, Chacabuco y San Martín.Justamente cerca de la intersección de esas dos últimas avenidas vive la joven de 20 años que denunció el episodio, quien relató ante la Policía que ese día y en aquel horario regresaba a su casa de hacer compras en una verdulería de la zona cuando fue sorprendida por un desconocido.Según le contó la muchacha a la Policía, volvía a casa y a punto estaba de cerrar la puerta cuando el predio fue invadido por un desconocido, quien enseguida la abordó. “¡Dame! ¡Dame!”, fueron las escasas palabras que alcanzó a decirle el delincuente mientras la tomaba de sus brazos, los mismos en los que la mujer tenía a su hijo de pocos meses de vida. De allí que en principio se habló de un arrebato de bebé, tal y como incluso lo informó la propia Policía en el transcurso de ayer.Lo cierto es que el marido de la víctima se encontraba en el baño y, al escuchar los gritos, salió rápidamente y sorprendió al forajido mientras acosaba a su pareja. El desconocido descubrió entonces que estaba en peligro y huyó. O al menos lo intentó. Jamás lo lograría.El delincuente fue perseguido por el dueño de casa y no llegó muy lejos. Enseguida se sumaron otros cinco vecinos y transeúntes a la persecución, que acabó a los pocos metros. Allí el forajido fue reducido y recibió una feroz golpiza que no olvidará jamás en su vida.Efectivos de la comisaría seccional Sexta llegaron al lugar una vez alertados del hecho y procedieron a la detención del individuo, quien resultó ser un changarín de 25 años domiciliado en el barrio Punta Alta de Garupá, al sur del Gran Posadas. “Se puede decir que el joven agradeció la llegada de la Policía; si no, quizás iba a estar hasta ahora en manos de los vecinos”, le dijo un habitante de la zona a PRIMERA EDICIÓN. El médico policial constató las heridas que presentó el apresado, quien resultó con lesiones de consideración. Tenía hematomas en ambos pómulos, manos, piernas y espaldas. Esas marcas reflejaron el hecho de que incluso fue agredido con un caño. Tremendo.Una vez que la zona se tranquilizó, detectives de la Sexta iniciaron su trabajo y lograron establecer que, al contrario de aquella primera hipótesis que hablaba del robo de un bebé, todo apuntaría a un hecho de abuso que afortunadamente no se consumó.La investigación concluyó que el arrestado se encontraba tomando vino de mesa -en caja- en los alrededores a la verdulería a la que asistió la víctima. Fue allí que vio a la joven y, quizás desinhibido por el alcohol en su sangre, decidió perseguirla.Así lo hizo durante los cien metros de distancia que separan el comercio de la casa de la mujer. Y al ver que ingresaba al inmueble lentamente, aprovechó para interceptarla y arremeter contra ella. Allí trató de cometer el ilícito en cuestión, pero afortunadamente los gritos de la víctima y la presencia de su marido lo pusieron en fuga.Maltrecho, con heridas que le demandarán unos 17 días de curaciones, el sospechoso llegó hasta la guardia de emergencias del Hospital Escuela de Agudos Ramón Madariaga bajo una fuerte custodia. Tras recibir las curaciones de rigor fue trasladado hasta una celda de la comisaría Sexta, donde quedó a disposición del magistrado César Yaya, al frente del Juzgado de Instrucción 2 de Posadas.





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