POSADAS. En esta altura del año, el cansancio, los nervios y los problemas cotidianos pueden jugar una mala pasada a la salud y desembocar en diversas enfermedades. El fin de año suele ser un momento de mucho movimiento laboral y personal, lo que puede generar un alto nivel de tensión, que el organismo percibe como una agresión, utilizando el estrés como mecanismo de defensa. Esto se suma a las responsabilidades diarias, la angustia, la ira y el poco descanso, factores que llevan a un mal funcionamiento del sistema nervioso.En escenarios normales el organismo emplea casi toda su energía en actividades destinadas a la modificación, reparación y creación de nuevos tejidos. En momentos de estrés todo cambia, ya que el organismo debe dirigir su energía a otros procesos, deteniendo las actividades de renovación del cuerpo.Con el paso del tiempo, estas situaciones pueden funcionar como colaboradoras al desarrollo de enfermedades, entre las que se destacan: colon irritable, alergias, enfermedades de la piel, enfermedades cerebrovasculares, hipertensión arterial, jaquecas, lupus y algunos cánceres e infartos.Así sea crónico, agudo o repetitivo, el estrés afecta al equilibrio general del cuerpo, lo cual puede convertirse en un desencadenante fatal. El cuerpo habla y no hay que pasar por alto los diversos indicios que otorga. Pero es posible cuidarse del estrés. Para ello, los especialistas recomiendan identificar situaciones que provoquen estrés y evitarlas; generar vínculos afectivos prolongados; realizar ejercicios; mantener una dieta balanceada; buscar actividades de distensión; evitar conflictos, frustraciones y situaciones de angustia.





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