ASUNCIÓN, Paraguay (Diarios digitales). Juan Pío Paiva, expropietario del supermercado en el que murieron 396 personas en 2004, abandonó ayer la Penitenciaría Nacional de Tacumbú, siguiendo la resolución judicial que dispone la libertad ambulatoria del único condenado por el incendio del Ycuá Bolaños.La decisión del juez Carlos Hermosilla despertó el repudio generalizado, la indignación e inclusive el llanto de los sobrevivientes y familiares de víctimas del siniestro registrado el 1 de agosto de 2004, hecho que se constituyó en la tragedia más grande del país en tiempos de paz.La lectura del fallo que benefició al empresario estuvo a cargo de la secretaria del juez, quien evitó dar la cara, pese a que posteriormente salió a asegurar ante los medios que su decisión “se ajusta a derecho”.El juez explicó que su postura se basó en los dictámenes de sicólogos, además de psiquiatras y un informe sobre la “buena conducta” del condenado durante su reclusión. Igualmente, se consideró que ya cumplió dos terceras partes de la sentencia de doce años de prisión por homicidio doloso en grado eventual y por exposición de personas a lugares de trabajo peligrosos.Como medidas alternativas, el juzgado ordenó que el empresario done la suma de 5.000.000 de guaraníes (unos 9.300 pesos argentinos) a un hogar de ancianos, además de publicar un pedido de disculpas en un diario de gran circulación a nivel nacional.Por otra parte, Paiva deberá comparecer una vez al mes ante el Poder Judicial y tiene prohibido salir del país o siquiera cambiar de domicilio, sin contar con una orden judicial que lo habilite. Paralelamente, debe ser sometido a un tratamiento psicológico.La libertad condicional se da pese a la férrea oposición de los representantes del Ministerio Público y los grupos de víctimas del Ycuá Bolaños, quienes pedían que el empresario cumpla la totalidad de su pena, ya que consideraban que no estaba en condiciones de reinsertarse a la sociedad.Pío Paiva era el último condenado que permanecía en prisión por la tragedia. Otros sentenciados que ya habían abandonado la cárcel son Víctor Daniel Paiva, condenado a 10 años, y el guardia Daniel Areco, sobre quien pesaba una sentencia de cinco años. Actualmente, ninguna persona está presa por la muerte de 396 personas en el siniestro registrado hace 10 años.El abogado querellante Alejandro Nissen, en representación de las víctimas del Ycuá Bolaños, adelantó que apelará la decisión del juzgado e incluso se analiza una posible denuncia ante el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados. El juez Hermosilla, por su parte, aseguró “estar tranquilo y conforme” con su resolución. Aquel fatídico domingo 1 de agostoEl incendio del supermercado Ycuá Bolaños es la tragedia civil más grande sucedida en Paraguay; ocurrida el domingo 1 de agosto de 2004 en la ciudad capital Asunción. Aproximadamente a las 11.25 se produjeron dos grandes explosiones al interior del recinto comercial que albergaba, entre varias cosas, el supermercado, un estacionamiento para vehículos, oficinas comerciales y un restaurante. En las cocinas de este último lugar hubo una explosión que provocó un gigantesco incendio.Según informes policiales, al momento de producirse el accidente, los guardias de seguridad cerraron las puertas del recinto para evitar que las personas, que colmaban el centro comercial, escaparan con bienes que no hubieran pagado. Como resultado 396 personas murieron (la mitad de ellas niños) y más de 500 personas resultaron heridas.El juicio seguido contra el dueño de la cadena Juan Pío Paiva, su hijo Víctor Daniel Paiva y al guardia Daniel Areco, que duró más de cuatro meses, culminó en primera instancia en 2006, cuando el tribunal los condenó como responsables de “homicidio culposo” con una pena de 5 años de prisión, en vez de los 25 años que solicitaban los querellantes y la fiscalía como autores del delito de “homicidio doloso agravado”. Esta decisión provocó graves incidentes en la capital de Paraguay, al considerarse que las penas eran muy bajas. Mientras el último juez leía los fundamentos de su decisión, las víctimas saltaron de sus asientos y tiraron las sillas contra los jueces, viéndose interrumpida la lectura de la sentencia.Posteriormente con las sucesivas revisiones del debate, las penas fueron elevadas y ayer, finalmente y tras cumplir ocho de los doce años impuestos, Paiva dejó Tacumbú.





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