BAGDAD, Irak (Agencias y diarios digitales). Cuando llegó el fatídico momento, Jilan, de 19 años, decidió quitarse la vida antes de ser violada por yihadistas del grupo Estado Islámico (EI), tal como sucede a miles de mujeres yazidíes en el norte de Irak.Muchas de estas mujeres, tras ser capturadas por el EI, prefieren suicidarse o intentar hacerlo antes de convertirse en esclavas sexuales, según revela este martes Amnistía Internacional en un comunicado.La minoría yazidí, considerada como hereje por los yihadistas del EI, es víctima de las atrocidades cometidas por estos extremistas sunitas, quienes se apoderaron este año de amplios territorios en el norte de Irak, entre ellos, la región de Sinjar, poblada por los yazidíes.Según esta ONG, los asesinatos, torturas, violaciones y secuestros perpetrados por el EI contra los yazidíes pueden calificarse de limpieza étnica.“Cientos, quizás miles” de mujeres fueron obligadas a casarse, vendidas o ofrecidas a combatientes yihadistas o a simpatizantes.“Muchas de estas esclavas sexuales son niñas, chicas de 14, 15 años o incluso más jóvenes”, explica Donatella Rovera, una responsable de Amnistía Internacional, que habló con más de 40 exrehenes en Irak.Jilan se suicidó por miedo a ser violada, según el testimonio de otra rehén recogido por la ONG.“Un día, nos dieron ropa que parecía vestidos de danza y nos dijeron que nos laváramos antes de vestirnos. Jilan se suicidó en el baño”, explica una chica secuestrada junto a ella. “Se cortó las venas y se ahorcó. Era muy guapa. Pienso que sabía que un hombre iba a llevársela y por eso se suicidó”, añade la joven.Otra cautiva explicó a Amnistía Internacional que su hermana y ella misma habían decidido matarse durante la noche para librarse de un matrimonio forzado, pero que otras dos mujeres, que se despertaron por el ruido, se lo impidieron.“Atamos una bufanda alrededor de nuestro cuello y cada una tiró de la bufanda de la otra tan fuerte como podía, hasta que me desmayé”, asegura Wafa, de 27 años.El EI “arruinó nuestras vidas”, dijo Randa, de 16 años, capturada con su familia y violada por un hombre dos veces mayor. “Es tan doloroso lo que me han hecho a mí y a mi familia”.Terrible sufrimientoSegún Rovera, “las consecuencias físicas y psicológicas del terrible sufrimiento que estas mujeres soportaron son catastróficas”.“Muchas de ellas son torturadas y tratadas como ganado. Incluso las que han logrado huir quedan profundamente traumatizadas”, añade.El grupo Estado Islámico multiplica sus atropellos en las regiones bajo su control en Siria, donde está presente desde 2013, y en Irak, donde lanzó una gran ofensiva en junio.Los yihadistas reivindican casi orgullosos esta violencia al colgar en Internet videos de decapitaciones o crucifixiones.En su edición de octubre, su revista de propaganda Dabiq se orgullecía de haber restablecido la esclavitud, ofreciendo mujeres y niños yazidíes como botín de guerra a sus combatientes.Dabiq explicaba que la “gentes del Libro” (adeptos de religiones monoteístas como los cristianos y los judíos, ndlr) pueden evitar estos atropellos pagando un impuesto o convirtiéndose al islam, pero que esta derogación no se aplica a los yazidíes.En fin, el traumatismo de las mujeres reducidas a la esclavitud se agrava por la estigmatización que rodea en el hecho de haber sido violadas.Preocupación en FranciaLos ataques sangrientos de los últimos tres días en lugares públicos, al parecer sin relación entre ellos, causaron una enorme preocupación en Francia, cuyo gobierno pidió el martes calma y reforzó las medidas de seguridad.El primer ministro Manuel Valls anunció la movilización de “200 a 300 soldados” adicionales para garantizar la seguridad durante las fiestas de fin de año.Esos efectivos se sumarán a los 780 militares ya movilizados en el marco del plan Vigipirate, señaló Valls, al término de una reunión de urgencia con varios de sus ministros. “Las patrullas de policía y gendarmería serán reforzadas en prioridad en los puntos de alta frecuentación: zonas comerciales, centro de las ciudades, estaciones ferroviarias y terminales de autobuses”, agregó.Valls descartó que los ataques estuvieran vinculados entre ellos y lanzó un llamado a los ciudadanos para que no cedieran al pánico y mantuvieran “la sangre fría”.Las autoridades anunciaron el martes la “muerte clínica” de una de las personas que resultaron heridas el lunes en Nantes (oeste), cuando un hombre en una camioneta se lanzó contra un mercado de Navidad.“Me acabo de enterar que hubo un fallecimiento en Nantes”, declaró el presidente François Hollande, tras lo cual allegados al mandatario aclararon que se trataba de la “muerte clínica” de una de las personas heridas el lunes por un “desequilibrado” que se apuñaló a sí mismo varias veces tras haber lanzado la camioneta contra el mercado.“Los franceses tienen que seguir haciendo lo que tienen que hacer, preparar Navidad y hacerlo con solidaridad con las víctimas”, estimó el mandatario, agregando: “Tenemos que expresarle nuestra solidaridad a la familia (…) y a todas las familias de las personas heridas”. “Estamos determinados, vigilando y también actuando, luchando contra el fanatismo, el terrorismo”, aseguró.“Aunque todos los acontecimientos de estos últimos días no se pueden relacionar con esta única causa -sólo uno de ellos puede considerarse claramente un acto terrorista, el de Joué-les-Tours- estamos actuando plenamente y a su vez queremos que la vida continúe”, añadió.Los ataques del sábado, domingo y lunes hirieron a 26 personas.El sábado, en Joué-les-Tours (centro oeste), tres policías resultaron heridos con arma blanca por un hombre, que fue abatido por la policía.El domingo en Dijon (centro este) y el lunes en Nantes (oeste), dos automovilistas con trastornos psíquicos atropellaron deliberadamente a los peatones, dejando 13 y 10 heridos respectivamente.Valls bajó el perfil a la posibilidad de una amenaza yihadista.Sin embargo, la persona que hirió a los policías de la comisaría en Joué-les-Tours atacó al grito de “Alá es el más grande2.El hombre que atropelló a varias personas en Dijon, nacido en Francia, de madre argelina y de padre marroquí, dijo haber actuado en nom
bre de los niños de Palestina y de Chechenia, pero las autoridades indicaron que sufría trastornos mentales.En Nantes, según las autoridades, el autor de la agresión había perdido hace poco su trabajo y en su vehículo se encontró un cuaderno con escritos confusos que mostraban sus dificultades psicológicas y familiares.En septiembre, el grupo yihadista Estado Islámico (EI) pidió a sus militantes atacar de cualquier forma a los países que componen la coalición que lucha en su contra, entre los que está Francia. Entre los métodos mencionados está el ataque a civiles utilizando como arma un automóvil.En el editorial, el diario Le Figaro, muy cercano a la oposición, denunció la impotencia del gobierno de izquierda contra “los locos de Alá”.Sin embargo, el gobierno reconoció que había una amenaza de un rango nunca antes enfrentado, en un momento en el cual se estima que unos 1.000 franceses están involucrados en algún grado en actividades yihadistas en Siria o en Irak. La solidaridad del PapaEl Papa Francisco instó a los cristianos de Oriente Medio al “diálogo”, única salida y “antídoto” contra todo extremismo religioso, aseguró en una carta divulgada este martes con ocasión de Navidad.En la misiva, enviada en siete idiomas por el Vaticano, incluido el árabe, el Papa exhorta a los cristianos a “perseverar” en el diálogo interreligioso pese a las dificultades, ya que “no hay otra alternativa”, dice. El diálogo “es el mejor antídoto contra las tentaciones del fundamentalismo religioso”, sostiene Francisco.El Papa manifestó también su constante cercanía a todos los que sufren por la situación en esa región que “en los últimos meses se ha agravado por la actividad de una reciente y preocupante organización terrorista, de unas dimensiones nunca antes vistas, que comete todo tipo de abusos y prácticas inhumanas”, recalcó.





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