POSADAS. El consumidor misionero, que suele hacer la compra grande de Navidad y Año Nuevo a “última hora” (generalmente tras el cobro del medio aguinaldo), podrá acceder todavía al pan dulce a precio económico, debido al impasse registrado en el incremento del valor de la harina, situación que se mantendrá por lo menos hasta los primeros días de 2015. “Desde la reciente suba, que elevó la cotización de la bolsa de 50 kilos de harina a 420 pesos promedio (para las pequeñas panaderías), este insumo no volvió a sufrir otra variación”, confirmaron a PRIMERA EDICIÓN desde el Sindicato de Panaderos de Misiones. Su tesorero, José Esteban Martinez, reconoció, asimismo, que no siempre la calidad es la misma, porque “si el panadero realiza un panetón de más calidad y con ingredientes que sí sufrieron una alta variación, como por ejemplo nueces, almendras y otros frutos secos, los valores se van para arriba”, deslizó. Así las cosas, los pequeños comerciantes, que por el momento respiran aliviados tras la “pulseada” con los molinos, tuvieron que volver a lidiar con una fuerte suba en otros ingredientes esenciales como azúcar, leche, huevos, manteca y confites, entre otros sobre los cuales se sostienen los mayores ingresos del sector. Diciembre suele ser un mes intenso para las panaderías locales, las cuales tuvieron que afinar el lápiz para cumplir con la demanda de un pan dulce “para todos”, ya que 2014 fue otro año de acuerdos y controles de precios para que en góndola lleguen panificados accesibles, especialmente para aquellos hogares de escasos recursos.En general, lo que pudo sondear este diario fue que los montos de algunos panificados de temporada fueron similares a los del mismo período en 2013, dado que el consumidor tenía acceso a un pan dulce de 500 gramos por el valor de 30 pesos, como base. No obstante fue notoria la diferencia con las primeras y segundas marcas, que sí tuvieron un alza importante. En Misiones fue llamativamente notorio el aluvión de productos y marcas de tercera y cuarta línea, provenientes de otros mercados, principalmente bonaerenses y cordobeses, con panes, budines y demás típicos de la temporada desde los 14 pesos, principalmente en las grandes cadenas de supermercados capitalinos. Honda preocupaciónEn otro orden, un tema que se presenta como “preocupante” para el sector está dado por la incorporación de maquinaria que, en el mediano y largo plazo, podría desembocar en la pérdida de la fuente laboral de cientos de trabajadores. Al menos ése es el temor que se desprende desde el seno del Sindicato de Panaderos, donde manifestaron estar en alerta desde que “notamos con mucho nerviosismo la incorporación de maquinaria capaz de realizar el trabajo de quince personas, a la vez que puede ser manejada por tan sólo dos”, sostuvo el dirigente gremial. “En una hora, por ejemplo, con dos hombres, esta maquinaria produce 1.500 facturas. Como para tener una idea, para llegar a producir esa cantidad y en ese lapso de tiempo se necesita como mínimo ocho personas. Estamos realmente preocupados”, reconoció el hombre para quien “el Estado debería estar en alerta también porque podría significar desempleo en un sector de por sí vulnerable”, denunció. “Tememos por la pérdida de la fuente de subsistencia de nuestros compañeros y, aunque todavía no hemos notado que esto haya empezado a suceder, sí alertamos a la sociedad sobre la adquisición de esta maquinaria extranjera que está entrando a las panaderías, que podría significar hasta un 90% de la pérdida de empleos”, alertó Martínez con honda preocupación. Por lo pronto, nuestro estado es de alerta y preocupación”, remató.





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