ELDORADO. Matar a un hombre de cuatro machetazos en la cabeza parece demasiado por una motocicleta. Por eso los investigadores consideran que hay algo más detrás de ese robo. Una riña con personas que conocía o un ajuste de cuentas eran, de entre tantas, las dos líneas más fuertes que se escuchaban anoche en torno a la investigación por el crimen de Ismael Benito López (64).El zapatero paraguayo apareció salvajemente asesinado a última hora del domingo en el comercio que atendía sobre la avenida San Martín 2.482 de Eldorado, donde también vivía. Allí la Policía secuestró un machete, un cuchillo y un cuaderno con manchas de sangre. El primero de esos elementos habría sido el utilizado por los homicidas para perpetrar el hecho.Una motocicleta de 110 centímetros cúbicos desapareció del pequeño inmueble, presumiblemente en manos de el o los autores del crimen, según le confirmaron las fuentes a PRIMERA EDICIÓN. Para los detectives, resulta al menos sorprendente tanta saña solamente por ese vehículo. Por eso, la investigación va más allá de un simple robo.Horror y muerteLa pesquisa se inició alrededor de las 19 del último domingo, cuando vecinos del Kilómetro 10 dieron aviso a la comisaría seccional Primera sobre un fuerte olor nauseabundo que gobernaba la zona.Una patrulla llegó entonces al cruce de la avenida San Martín y la calle Doctor Prieto, acceso al hospital Samic. Después de algunas averiguaciones, los uniformados llegaron a la conclusión de que el aroma fétido provenía de un pequeño local comercial emplazado al lado de una casa de comidas, en la vereda sur de la arteria.En virtud de que el inmueble no cuenta con carteles publicitarios, fueron los propios vecinos quienes informaron a la Policía que en el lugar funcionaba una modesta zapatería y que su propietario era un hombre de nacionalidad paraguaya.Los uniformados temieron lo peor. Y no se equivocaron. Una vez que lograron ingresar al comercio descubrieron lo peor: en el piso y sobre un charco de sangre yacía sin vida el cadáver del zapatero paraguayo.Enseguida se percataron de que Ismael Benito López (64) había sufrido una verdadera pesadilla. El cadáver tenía cuatro profundos cortes de machete en la cabeza, específicamente en el hemisferio derecho, que le habían provocado fractura múltiple de cráneo. Fue una muerte horrible.La gravedad del hecho requirió la presencia inmediata del médico policial y de efectivos de Criminalística de la Unidad Regional III de la Policía de Misiones. Los profesionales llegaron a la conclusión de que el cadáver yacía en ese estado desde hacía unos cuatro días y marcaron el último jueves como potencial día del hecho.En la escena los uniformados procedieron al secuestro del que sería el arma homicida. Se trata de un machete de importantes dimensiones con manchas de sangre. Junto a ese elemento encontraron un cuchillo también ensangrentado y un cuaderno con las mismas huellas de color escarlata.El hallazgo de las dos armas blancas es llamativo. Podría indicar que los autores fueron dos o, por ejemplo, que la víctima intentó defenderse desesperadamente. Y que hayan aparecido en el interior del local también puede llevar a la conclusión de que el o los asesinos tenían cierto grado de confianza con López. Si no, no se explica cómo pudieron entrar sin forzar nada.El testimonio de los vecinos también fue determinante para establecer que los autores del hecho escaparon con una motocicleta de 110 centímetros cúbicos que era de la víctima y que, al parecer, había adquirido recientemente. López guardaba ese rodado dentro del local, donde vivía. El espacio de atención al público es de apenas dos por tres metros, separado por un tabique de donde tenía su cama y demás elementos personales. Esa área de descanso apareció totalmente revuelta: los homicidas habrían buscado también dinero y otros efectos personales de valor, en principio sin mayores resultados.Por orden del magistrado Roberto Saldaña, a cargo del Juzgado de Instrucción 1 de Eldorado, el cadáver fue trasladado a la morgue de Posadas, donde será sometido a una autopsia en busca de detalles que permitan ampliar el horizonte de los investigadores.El caso generó conmoción en Eldorado, teniendo en cuenta que el hallazgo se produjo sobre plena avenida San Martín, principal vía de la ciudad. Ayer en la Capital del Trabajo nadie salía del asombro provocado por la saña con la que los asesinos decidieron acabar con la vida del zapatero paraguayo.





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