NUEVA YORK, Estados Unidos (Agencias y diarios digitales). Protestas por la violencia policial estadounidense contra minorías, provocadas por decisiones de jurados de no presentar cargos a policías en dos casos de alto perfil, se realizaron en forma pacífica por tercera noche en Nueva York, aunque hubo 20 arrestos, dijeron las autoridades ayer.Los manifestantes fueron arrestados por alborotos y por bloquear el tránsito en FDR Drive, una importante calle en el lado este de Manhattan, dijo la policía.“Las protestas se realizaron en forma muy pacífica durante la noche”, comentó el detective Michael DeBonis, portavoz del Departamento de Policía de Nueva York.La ola de airadas manifestaciones comenzó el miércoles, cuando un jurado de Nueva York declinó presentar cargos contra el oficial blanco Daniel Pantaleo por la muerte por asfixia de Eric Garner, un hombre negro de 43 años y padre de seis hijos.Nueve días antes, un jurado en Ferguson, Missouri, decidió no juzgar a un policía blanco por matar a tiros en agosto a un adolescente negro desarmado, lo que dio pie a dos noches de agitación e incendios provocados en la localidad.La muerte de otro joven negro, Akai Gurley, de 28 años, alimentó la indignación pública por lo que muchos perciben como violencia racial por parte de las agencias de la ley.El fiscal de distrito de Brooklyn dijo el viernes que convocaría a un jurado para considerar si presentará cargos contra el oficial que mató a Gurley. La policía adujo que el agente Peter Liang había disparado su arma en forma accidental.Mientras que durante las dos primeras noches de protesta miles de manifestantes salieron a las calles de Nueva York, el viernes la concurrencia bajó a los cientos de personas mientras caía una fría lluvia.Aún así, más de 100 personas entraron a la tienda de Apple en la Quinta Avenida para realizar una manifestación en que se arrojaron al suelo del local para fingir estar muertos, ante la mirada de clientes y empleados.Manifestaciones similares tuvieron lugar en la tienda estrella de Macy’s en Herald Square y en Grand Central Terminal.También hubo protestas en Chicago, Boston, Washington, D.C., Nueva Orleans y Oakland, California, donde los manifestantes gritaron frases como “La vida de los negros importa”.Uno de los gestos simbólicos de la noche del viernes y la madrugada de ayer fue el de tumbarse en el suelo boca arriba, una imagen que se vio en escenarios de toda la nación, como en la Universidad de Harvard, en Boston.En Oakland, California, cientos de personas cortaron durante unos minutos la autopista Interestatal 880 y en el Bajo Manhattan, un número no determinado de personas fue detenido por bloquear el tránsito en la autopista FDR.Cientos de personas marcharon desde la Escuela de Derecho de la Universidad de Yale hacia el palacio de Justicia, en New Haven, Connecticut. En Nueva Jersey, decenas de estudiantes de la Universidad de Rutgers marcharon en horario pico y detuvieron el tráfico obligando a las autoridades a postergar la ceremonia para encender el árbol navideño de la ciudad.En Denver, Colorado, una estudiante negra salió del colegio para caminar ocho kilómetros gritando “Manos arriba, no disparen”, una manifestación que calificó como “estudio de ciencias sociales fuera de clases”, informó la cadena de noticias CNN.Las protestas, mayormente pacíficas, también se extendieron a Florida, donde activistas bloquearon una ruta que conecta Miami con Miami Beach. En Providence, varios cientos de personas bloquearon calles del centro y la policía intervino para detener a algunos manifestantes que caminaron sobre la autopista Interestatal 95.El viernes en Cleveland, la familia de un niño negro de 12 años abatido a tiros por la policía presentó una demanda contra la ciudad, un día después de que el Gobierno federal estimó que el departamento de policía usa sistemáticamente la fuerza excesiva.PresionesLas protestas contra la discriminación y los abusos policiales contra la población negra siguen activas en las calles de Nueva York y de otras varias ciudades de Estados Unidos en lo que ya es una creciente revuelta que presiona al presidente Barack Obama para que pase de las buenas palabras a los hechos.El escándalo llegó incluso a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) donde un grupo de expertos independientes instó a las autoridades de Estados Unidos a revisar las prácticas de sus policías y planteó la necesidad de poner fin a las discriminaciones por motivos racistas. “La decisión (de exculpar al agente que mató a Garner) dejó a muchos la legítima preocupación sobre un patrón de impunidad cuando las víctimas del uso excesivo de la fuerza son de origen afroamericano u otras comunidades minoritarias”, afirmó la relatora especial de la ONU para minorías, Rita Izsák. Al tiempo que el experto para ejecuciones extrajudiciales, Christof Heyns, afirmó que la fuerza letal debería reservarse únicamente para “casos de riesgo vital”. “Las leyes de muchos de los estados de este país son mucho más permisivas, lo que crea una atmósfera donde no hay suficiente contención para el uso de la fuerza”, advierte Heyns.Los manifestantes y las organizaciones civiles no sólo responsabilizan a los agentes vestidos de azul. La mirada cada vez se dirige más hacia Washington, con la creencia generalizada que el sistema judicial en su conjunto permite el doble rasero contra la minoría negra.Débil respuestaLa presión está en el lado de Barack Obama y, hasta ahora, el presidente no ofreció respuestas contundentes para esta crisis. El jueves, el Presidente volvió a hacer una declaración general sobre el malestar de las minorías en Estados Unidos: “Demasiados estadounidenses sienten que hay una profunda injusticia en la brecha que se abre entre nuestros ideales y cómo se aplica la ley en el día a día”, dijo. Obama aseguró que el asunto específico que atañe a los acontecimientos recientes es “la confianza de que la policía, las fuerzas de seguridad y la fiscalía sirven a todo el mundo con igualdad”, pero reconoció que hay una cuestión de mayor profundidad: “Restaurar el sentido de un propósito común”.





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