A pesar de la postura negativa de todo el arco opositor y de gran parte de la Justicia, el kirchnerismo hizo valer su mayoría en la Cámara de Diputados y aprobó esta semana el nuevo Código Procesal Penal (CPP) para la Justicia federal al término de un extenso debate, por 130 votos a favor, 99 en contra y 2 abstenciones.La nueva guía de procedimientos, anunciada en su momento por la presidenta Cristina Kirchner, establece un sistema acusatorio que otorga a los fiscales un rol determinante en la pesquisa en los procesos judiciales y amplía la participación de las víctimas, además de otras innovaciones, incluyendo la limitación de la duración de las causas, que no podrán superar los tres años. Lo que incluye el máximo de un año para la investigación previa. Las modificaciones que, en general, gozaron del consenso previo a la presentación del proyecto, perdieron peso en el debate ante los fuertes alegatos de la oposición, que vio en el proyecto un intento del oficialismo de asegurarse impunidad frente a un eventual cambio político en 2015. Los fuertes enfrentamientos entre el Gobierno y parte de la Justicia, expresados en los últimos días en la embestida en el Consejo de la Magistratura contra el juez Claudio Bonadío, o la citación al ministro de Justicia, Julio Alak, a declarar en la causa que, desde 2008, se tramita respecto a la gestión de un grupo empresario español en Aerolíneas Argentinas. Por otra parte, en medio del endurecimiento de la ofensiva de los medios opositores que vienen reclamando la elevación del piso del Impuesto a las Ganancias; y atendiendo a que este reclamo también cala hondo en el sindicalismo pro oficialista, la Presidenta tomó la iniciativa finalmente de acceder a no gravar los ingresos en el pago del medio aguinaldo a los sueldos menores a 35 mil pesos. Medida que le quitó sustento al paro que se había anunciado para la semana entrante. Igualmente, el Gobierno no pudo evitar que hasta desde el sindicalismo oficialista se criticara la alta inflación, que sigue sin resolverse, aunque se admita hoy la desaceleración de los precios en los últimos meses y se tienda a diluir el impacto de pronósticos como el de un resultado anual de 40% de inflación, basado en el “Índice Congreso”, en favor de prognosis más moderadas, como el 25% que estimó Miguel Bein.En el sindicalismo hubo diferencias en cuanto a la paternidad política del anuncio, que el camionero Moyano salió a capitalizar, subrayando que fue una conquista de los gremios anti K, pero persiste el acuerdo en que sigue pendiente la cuestión de fondo, revisar las escalas en la aplicación del gravamen. El Gobierno, por su parte, partiendo de que Ganancias es una importante fuente de ingresos para el Estado y de que la alícuota es la menor en la región; defendió a capa y espada en la semana la vigencia del impuesto; y le atribuyó una progresividad que, en la práctica, se diluye al coincidir con la fuerte presión inflacionaria. En el fondo del debate, se puede decir que si bien al Gobierno le asiste razón en que se trata de un impuesto progresivo, en teoría, en la coyuntura actual al no actualizarse al ritmo de la inflación, se genera una recaudación extraordinaria que supone lo contrario de lo que se entiende por progresismo, al descargar el peso de la crisis sobre los trabajadores, y no sobre sectores como el financiero, uno de los ganadores en el esquema impositivo actual. En la escena política local, los desplantes del diputado nacional Alex Ziegler mantuvieron en los últimos días un alto grado de tensión en el oficialista Frente Renovador, donde se cuestionó la oportunidad del pedido de internas que efectuó el eldoradense. Y que apoyó públicamente el intendente de Apóstoles, debido a la coincidencia con el problema de salud del presidente de la Legislatura, Carlos Rovira. Ziegler intentó, aparentemente, capitalizar el margen de incertidumbre que dejó el problema de salud del exgobernador, y avanzó en la desestabilización de la candidatura a gobernador de Hugo Passalacqua; probablemente doblemente a destiempo, ya que previamente Rovira y Closs habían celebrado un pacto de gobernabilidad, en torno de la candidatura del obereño. Aunque Passalacqua es visto como un candidato “frío” desde segundas líneas para abajo, tiene más de una ventaja a su favor. Por un lado es una persona de absoluta confianza de Rovira, con vínculo familiar incluido. Por el otro como vicegobernador en ejercicio, tiene sólo un período para reinar, en caso de ser electo gobernador. Afinando el lápiz, en algunos círculos le atribuyen una especie de cualidad mística de ser “un renovador puro” y ya no se nota la filiación radical originaria. Este simbolismo entronca con el desafío de la renovación en 2015; que no sería otro que cohesionarse efectivamente como identidad partidaria o iniciar el camino a la disolución. Aunque el affaire Ziegler, al decir de una fuente renovadora, se lanzó a contramano de un acuerdo de cúpula en el que se fortaleció la alianza histórica de los dos líderes. No dejaron de oírse voces, igualmente, que señalaron que Closs esperó a último momento, cuando ya se supo que Rovira retornaba de Buenos Aires en tiempo y forma para ser reelecto como presidente de Cámara; para reunir a la tropa de intendentes y “bajar línea” sobre las candidaturas en 2015. Pese a ello, el martes en la “cena de fin de año” que dio el gobernador en el “quinchito” de la remodelación millonaria, el mensaje a los intendentes fue claro, ya que la mayoría opinaba después que “quedó demostrado que (Ziegler) es un oportunista y personalista, sólo le interesa su carrera personal y no tiene proyecto político". Cisma radical Muy complejo se ve, de su lado, al panorama interno de la UCR misionera, donde este jueves se potenció al extremo la división interna, reactualizando el riesgo de un inminente cisma partidario, producto de la consigna: “El que gana se queda con todo”, que esgrime como un dogma la mayoría que se acomodó en el poder partidario tras las últimas internas. El jueves, la reunión de bloque -en que se debía elegir un nuevo presidente- profundizó la de por sí profunda división interna, según fuentes inobjetables.Cuando el presidente de bloque saliente “Chiquitín” Molina -que había renunciado a seguir en el cargo, debido a un notorio desgaste- intentó manipular groseramente la elección de su sucesor. &
amp;nbsp;Luego de que los candidatos a sucederlo, María Losada (Vanguardia Radical), y Germán Bordón, terminaran en un empate tres a tres, Molina intentó, curiosamente, desempatar con un doble voto de la presidencia, es decir de él mismo. Esta postura, sin antecedentes, no convenció al navarrismo, que impugnó el sistema y analiza los pasos a seguir. Consideraron “insólita” la pretensión de que Bordón sea titular de una bancada siendo el integrante que menos votos recibió en las elecciones respectivas. La candidatura de Bordón, en tanto, apañado por Raúl Solmoirago en la sombra, entre otras señales, parece indicar un repliegue del damianismo de las posiciones de poder. El conflicto fue increscendo el mismo día a la tarde en una reunión convocada previamente por el Comité Provincia para discutir la conformación del frente electoral que el sector mayoritario viene organizando con el macrismo. Las diferencias se abismaron cuando, según aseguran en Vanguardia, quedó en claro que quienes ganaron la interna en el nivel partidario por sólo 800 votos; se las arreglaron para, a pesar de esa exigua diferencia, ocupar todos los cargos partidarios; incluyendo la Convención, el Comité Provincia y los comités comunales. “Sentimos que quieren que nos corramos”, explicó el diputado Hugo Escalada, luego de que el Comité Provincia terminara por decidir que definirá por su cuenta el lunes quién será el titular del bloque legislativo y dará la premisa para la votación del miércoles de las autoridades de Cámara. En medios renovadores se comenta que Rovira será reelecto como presidente de Cámara en una votación a mano alzada, sin fundamentación, con el apoyo de todo el arco opositor salvo el bloque unipersonal del PRO y, eventualmente, el radicalismo si es que se impone la decisión del Comité Provincia, aparentemente decidido a ir un quiebre partidario.





Discussion about this post