POSADAS. El 28 de noviembre su hija hubiera cumplido quince años. Quebrada por el dolor, Lidia Andrea Sánchez escribió en un grupo de Facebook donde la gente ofrece sus servicios y productos: “Hola, sé que no es la página correcta, pero quiero preguntar si alguien conoce alguna chica que hoy estuviera cumpliendo quince años que no tenga la oportunidad de tener un regalo; pregunto porque hoy son los quince años de mi hija que falleció y quisiera darle un regalo. Ya que mi hija está en el cielo y no lo puedo hacer… desde ya muchas gracias”.La respuesta de la gente no se hizo esperar. A las pocas horas de haber subido su mensaje ya le habían respondido más de 300 personas emocionadas por la generosidad con la que esta mamá logró envolver el dolor por la pérdida de su hija. “Voy a quedar como un tonto… pero esto me hizo caer las lágrimas ¡Actitudes como la suya cambian el mundo!”; “¡Quedé muda! Cuán grande es el amor de esta madre y sin dudas de muchas! Pero ella me conmovió”; “Simplemente admirable, un ejemplo a seguir. Bendiciones y ojalá encuentres a una niña que realmente merezca ese regalo que viene del cielo”, “Qué hermoso gesto, tu hija desde el cielo debe estar muy feliz”, “¡Qué gran gesto! Yo la comprendo plenamente, tengo mi angelito en el cielo se me fue hace un año con tal sólo cuatro meses y el dolor no cesa ni calma… pero el dar con corazón nos llena… nos fortalece día a día. ¡Nuestros ángeles están orgullosos! Un abrazo Lidia, de mamá de un ángel a otra mamá de un ángel”; “Sin dudas el amor al prójimo puede más que el dolor. Es muy grato saber que hay personas así, ella los estará esperando en la eternidad… Cariños”; “No la conozco señora, pero su corazón habla por usted. Gracias a Dios sigue habiendo gente como usted. Bendiciones y un fuerte abrazo y ojalá encuentre a esa niña y sea digna de su regalo”. Así, centenares y centenares de mensajes. Ni uno solo crítico, burlón o negativo. Cadena deesperanza La iniciativa de Lidia fue como una semilla para otros, entre ellos una mamá que, como ella, perdió a su hijo Lucas cuando este tenía ocho meses. “Me diste un empujoncito muy grande. Llenaste mi vacío con tu acto de cero egoísmo”, escribió esta mamá (Carmen) en el Facebook. Un día más tarde, Carmen volvió a escribir a Lidia para contarle que encontró una joven que cumplía quince años y su tía le contó que no tenían ni para la torta. “Sólo le dije que la madre de un ángel tenía una torta y si me ayudaban yo podía poner algo, le entregué unos preciosos peluches. Y mi amiga se ocupó de la torta -escribió la mujer- que Dios te Bendiga en abundancia! Más en salud para vos y los hijos que estén a tú lado, un fuerte abrazo y regalaste una gran alegría a esta familia!”, detalló esta mamá. Carmen y Lidia ya se conocieron personalmente y ambas sueñan con hacer una gran fiesta de quince años para estas tres jovencitas que ya contactaron y no tienen posibilidad de festejar ese día. “Te dije que no estás sola en esta iniciativa”, alentó a Lidia antes de ir a visitarla a su casa. Y hasta ahora cerca de mil usuarios de la popular red social alentaron con un “me gusta” la iniciativa. Para esta fiesta de 15, ya comprometió sus servicios solidarios una fotógrafa, un empleado legislativo y varias personas que ofrecieron su colaboración económica. En la casa de Lidia También PRIMERA EDICIÓN visitó a Lidia en su casa en el barrio Sur Argentino de esta ciudad. Una casita muy cuidada, pintada de vivos colores y decorada con artesanías y flores en goma eva que Lidia hizo con sus propias manos. Recibió a PRIMERA EDICIÓN con los brazos abiertos, disculpándose por un invisible desorden. Lidia acababa de regresar de una de las casas donde presta servicio de limpieza. Es mamá de tres hijos, Matías de 21 años que ya la hizo abuela dos veces; Rodrigo de 16 años que acaba de traerle una medalla de los Juegos Evita; y Camila, que el 29 de este mes cumple nueve años. Lidia está en pareja con Leonardo, el papá de su hija menor. Milagros se llamaba su hijita fallecida a los seis días después de nacer. “Mili nació prematura y su pulmoncito no resistió. Nunca me voy a olvidar el sufrimiento de esa semana en Neo… cada vez que paso por ahí me gustaría poder hacer algo por esas mamás que tienen a sus hijitos peleando por sus vidas. No es natural que una madre dé a luz y salga del hospital con los brazos vacíos”, dijo entre lágrimas. Cinco años más tarde nació Camila pero el dolor no disminuyó. “Cada uno de mis hijos es una bendición, pero es imposible que la pérdida de un hijo pueda llenarse con la llegada de otro hijo”, reflexionó. Aún así, Lidia es una persona muy positiva… no es casual que elija el cumpleaños de su hija (y no el día en que murió) para honrarla haciendo algo por otros chicos. “Cada año tratamos de hacer algo especial para recordar a Milagros con mi pareja y mis otros hijos. Casi siempre compramos regalitos o golosinas, dependiendo de nuestras posibilidades, y se la llevamos a chicos de barrios más humildes. Este año me sentía muy triste porque debería estar organizándole el quince a mi hija… entonces escribí en esa página del Facebook y todavía no puedo creer todos los que comentaron… lloré mucho leyendo las palabras hermosas que la gente escribió”, admitió. Lidia ya contactó a tres chicas que cumplirán quince a quienes planea hacer un regalo especial. “Primera voy a ir a conocerlas y les voy a preguntar si quieren o necesitan algo en particular, ojalá pueda comprarles lo que me pidan si está dentro de mis posibilidades”, contó. Cadena solidaria : Encontró en una quinceañera ciega el reflejo de su niñita Fue la maestra de quinto grado de la Escuela 674 de esta ciudad, Mónica Kröll, quien leyó el mensaje de Lidia Sánchez en Facebook y no dudó en contarle sobre Victoria, una alumna no vidente que acaba de terminar el séptimo grado en ese es
tablecimiento educativo y que podría ser la destinataria del regalo que esta mamá quiere dar para recordar a su hija fallecida. Victoria acaba de cumplir quince años y sólo le queda un hermano (que es su tutor) como familia directa pues perdió a su mamá hace cinco años y a su papá hace poco más de un año. En la actualidad, Victoria vive en Posadas con una señora contratada por su hermano pues este fue trasladado al interior de la provincia por su trabajo. La docente y la directora de la 674, Graciela Beatriz Gómez, posibilitaron el encuentro entre Lidia y Victoria. Fue este martes en un aula de la escuela y PRIMERA EDICIÓN fue testigo de ese momento. Lidia estaba muy emocionada y no se soltaron de la mano durante el rato que charlaron contándose sus vidas y tampoco mientras Victoria habló con este Diario. “Los acabo de conocer a Lidia y a su familia pero me parecieron gente muy buena y solidaria… y no siempre nos encontramos con personas así ¿no?”, indicó la joven. Tras ese primer encuentro, Lidia iba a ir a comprar el bastón blanco para regalárselo a Victoria pero un señor que se mantuvo anónimo llevó un bastón nuevo a su casa para que esta mamá se lo entregara a la joven. “Sé que es un desafío aceptarme como alumna”“Entré a esta escuela este año, lamentablemente no vine a preguntar antes”, relató Victoria que antes estudiaba en una institución privada en la que no pudo seguir por cuestiones económicas. “Busqué banco en muchas escuelas pero en todas encontraba un pero porque soy no vidente. Por más que yo mostraba mi libreta con mis notas, ninguno aceptó inscribirme hasta que un día recorriendo escuelas con mi vecina llegamos a la 674 y nos atendió la directora quien me recibió sin poner ningún pero ni dudar un segundo. Yo sé que aceptarme como alumna es todo un desafío, tanto para los docentes como para mis compañeros. La verdad es que me cuesta mucho irme… hasta me hubiera gustado repetir séptimo para poder seguir acá”, bromeó la joven que a lo largo del año enseñó el sistema Braille a muchos docentes y alumnos de esa escuela primaria. Victoria todavía no está inscripta en una escuela secundaria y sabe que -como ya sucedió antes- no será tarea sencilla conseguir una institución educativa que la acepte como alumna pues ello implica una mayor dedicación y esfuerzo por parte de los educadores. Vale aclarar que incluso antes de hacer pública su historia -y gracias a las gestiones realizadas por Periodistas Solidarios de Misiones- esta joven encontró un benefactor que se ofreció a pagar la cuota de un colegio privado donde Victoria tiene mayores posibilidades de encontrar un lugar. Las mismas docentes de la Escuela 674 son quienes se ofrecieron a ayudar a Victoria a buscar una escuela secundaria. En cuanto la encuentren, PRIMERA EDICIÓN pondrá en contacto con esa institución a quien se ofreció anónimamente como padrino benefactor de los estudios secundarios de esta joven.Lo sucedido tras aquel mensaje de Lidia en Facebook -tratando de encontrar una chica que cumpliera quince años el mismo día que su hija- superó ampliamente lo que espera esta mamá. Centenares de personas sintieron la necesidad de sumarse para ayudar a otros, conmovidos ante el dolor de Lidia que -lejos de inmovilizarla- la lleva a tratar de cambiar un poquito la vida de otros que necesitan aún más que ella. Un ejemplo.





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