POSADAS. El Grupo Z deberá unificar el sistema de la tarjeta Sube misionera y ponerla bajo el control del Ministerio de Interior y Transporte en un plazo de 90 días si es que pretende continuar recibiendo los subsidios millonarios. Esto se desprende de una resolución publicada ayer por el Gobierno nacional que establece la unificación en todo el país, para las ciudades con más de 200 mil habitantes (Posadas tiene 360 mil). Se estima que con esta medida el control sobre los recorridos, la recaudación y , la cantidad de pasajeros transportados será implementado por el Gobierno nacional y ya no por una empresa privada, que sólo declara los números sin el control estatal, como viene ocurriendo en Posadas, Garupá y Candelaria.La resolución expresa lo siguiente: las provincias y/o los municipios que a la fecha de entrada en vigencia de la resolución tengan en funcionamiento sistemas de pago electrónico de tarifas para los servicios urbanos y suburbanos de transporte público automotor de pasajeros bajo jurisdicción provincial o municipal, prestados por empresas beneficiarios de la “Compensación Complementaria Provincial” tendrán 90 días para compatibilizar con los estándares del Sube la información que brindan sobre cantidad de boletos expedidos (usos), recaudación por la venta de boletos (importes totales en pesos por uso), parque automotor (unidades) y kilometraje recorrido (GPS).Se trata de la resolución 1535/2014, que prevé que inicialmente las ciudades capitales de provincias, municipios y ciudades que tengan más de 200.000 habitantes tienen un plazo de 180 días para comenzar a instalar el sistema y las que ya tienen un sistema de cobro, deben adecuarlo y unificarlo con la Sube nacional en un plazo de 90 días. “Por decisión de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner hemos decidido expandir este servicio a todo el transporte público del país”, señaló a través de un comunicado el ministro Florencio Randazzo, y agregó que esta medida se toma “luego del éxito en la implementación de la tarjeta Sube en el Área Metropolitana de Buenos Aires, donde llevamos más de once millones de tarjetas distribuidas y activas”.El funcionario se refirió también al control: “El sistema Sube mostró ser una gran herramienta tanto para los pasajeros, a los que les permite abonar con tarifas subsidiadas de una manera cómoda, como para el Estado nacional; ya que hemos informatizado e incrementado los controles y hemos mejorado la utilización de los recursos, que son de todos los argentinos”.El cumplimento de la resolución y los plazos por ella dispuestos será “una condición necesaria para acceder y mantener el derecho a la percepción de los subsidios”. Para el secretario de Gobierno de la Municipalidad de Posadas, José Moglia, los empresarios locales “están cumpliendo desde principio de año con esta exigencia, yo interpreto que la resolución hace referencia a este cumplimiento y no a sistematizar y unificar todo el sistema; pero si eso es lo que pretenden, creería que se podría adaptar perfectamente. Entiendo que los mecanismos que se utilizan son perfectamente compatibles”.Respecto al cambio en la metodología de control, consultado sobre la posibilidad de que la Nación comience a auditar en forma directa a la empresa, sin tener a la empresa privada Servicios Urbanos como intermediaria, Moglia respondió que “el control se le puede hacer a través de cualquier tipo de gestión informática siempre y cuando la Nación exija a las empresas la posibilidad de ingresar el sistema”. Agregó que “hoy el Ministerio realiza esos controles y audita los recorridos, los pasajeros transportados, el kilometraje a través de los datos que otorga la empresa a la Subsecretaría de Transporte de la Provincia y que esta Subsecretaría envía a la Nación”.Para Moglia, los datos que aporta la empresa privada “hasta ahora resultan confiables para la Nación porque sigue pagando los subsidios”.Las diferenciasLa Sube nacional y la Sube misionera tienen numerosas diferencias, que fueron cuestionadas por los usuarios en Misiones. La tarjeta a nivel nacional la administra el Estado y se vende en cualquier quiosco, es más económica que la misionera y una sola tarjeta puede pagar el pasaje de varios pasajeros. Los puntos de recarga son más accesibles y se respetan beneficios para jubilados y discapacitados, entre otros.En cambio, la Sube misionera se administra con una empresa privada que solamente informa los datos a la Subsecretaría de Transporte de Misiones para que este organismo (comandado por Hermes Almirón) transfiera los datos a la Nación. Quiere decir que el Estado en ningún momento audita los datos que recibe del privado.Otra diferencia es que la Sube misionera exige numerosos requisitos y datos personales a cada usuario para recibir la tarjeta, datos que no son necesarios y fueron cuestionados legalmente.





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