Con el tradicional Coloquio del Instituto para el desarrollo Empresarial Argentino ( Idea) como telón de fondo; el gobierno y la cúpula empresarial se dispararon munición gruesa, tensionados todavía por la aprobación de la reforma a la Ley de Abastecimiento y otras iniciativas del gobierno resistidas en el sector. Dada la cercanía del fin de año, y las dificultades del kirchnerismo gobernante para repetir en 2015 sin Cristina Kirchner en la boleta sus performances electorales más exitosas; es lógico que el Coloquio que reúne a la élite empresaria se haya teñido de ribetes político-electorales y haya contado con cinco precandidatos en escena. El desfile, sin embargo, mostró actitudes diferentes; el bonaerense Daniel Scioli desistió de participar en la foto colectiva que propiciaron los organizadores el viernes; y se contentó con su habitual participación en la inauguración del cónclave, oportunidad en que lanzó tibios reproches a los hombres de negocios.Mauricio Macri no dijo nada pero tampoco se sumó a la foto, que reunió, finalmente, a los precandidatos presidenciales del Frente Amplio Unen Julio Cobos, Ernesto Sanz y Hermes Binner, y el del Frente Renovador, Sergio Massa. En sus exposiciones, los cuatro coincidieron en criticar al gobierno, al señalar que “hay que terminar con la Argentina de las divisiones y de los enfrentamientos” y pronosticar que después de 2015 se viene “una Argentina de acuerdos”.La realidad, por ahora, está lejos de privilegiar los acuerdos, incluso dentro del campo opositor, en el que la diversidad de propuestas político-electorales define el escenario y genera conflictos internos por momentos de alta tensión, como los sucesivos capítulos de la novela de enredos dirigenciales en el FAU, con cinco precandidatos a la presidencia y cada vez menos homogeneidad en el discurso y la estrategia electoral.El propio Coloquio fue el que se encargó, a través del constitucionalista Daniel Sabsay y de Miguel Blanco (presidente de Idea), entre otros, de embarrar la cancha. El primero llegó a poner en duda la formación profesional de la presidenta y calificó de “traidor” al canciller Héctor Timerman; y el segundo al afirmar que el Gobierno busca destruir el modelo establecido por la Constitución de 1853. Algunos empresarios dentro del propio coloquio empresarial, incluyendo a la presidenta del Coloquio y CEO de General Motors, Isela Costantini, trataron de tomar distancia de la dura embestida contra el gobierno. El plato fuerte de la semana política, en tanto, lo dio la presidenta de la Nación al anunciar por cadena nacional, tras la aprobación de la reforma al Codigo Civil y Comercial a principio de mes, el envío al Congreso de un proyecto de nuevo Código de Procedimiento Penal. El Código reformado dará mayor participación en la investigación a las víctimas, con la posibilidad de exigir medidas al juez y al fiscal, y abreviará los plazos de instrucción y sentencia. La deportación de los extranjeros que se encuentren en situación ilegal en el caso de ser descubiertos infraganti en la comisión de un delito; una disposición que deja abierto más de un interrogante respecto a su aplicación práctica, generó cuestionamientos. El Cels, que apoyó en general el proyecto, se reservó la opinión respecto a ese aspecto, como también a la referencia a la “conmoción social” como forma de aplicación automática de la prisión preventiva; a la que consideró un parámetro difícil de determinar objetivamente y ligado a la repercusión mediática de las causas. En un guiño político y tras convocar a los partidos de oposición a sumarse al debate de la nueva ley en el Parlamento, la presidenta recordó que el expresidente Raúl Alfonsín había intentado una reforma parecida en un proyecto que envió al Congreso en 1986, pero que no fue aprobado. Agenda en disputaSi la reforma judicial planteada por la presidenta representa una nueva muestra de su intención de liderar la agenda en esta etapa que comienza a estar dominada en un cien por ciento por la perspectiva electoral; algo similar se vio esta semana en la provincia, donde Rovira anunció el envío a la Cámara de un proyecto de ley “para lograr la verdadera independencia del Poder Judicial”. Rovira, quien ya había mencionado la iniciativa al hablar desde su banca de diputado en el debate sobre el Presupuesto 2015 de la Cámara, anunció el jueves en conferencia de prensa que el proyecto requerirá de la modificación por enmienda de un artículo de la Constitución provincial. Dicha enmienda es necesaria para permitir que la Justicia maneje su propio presupuesto, algo que hoy la Constitución no permite. Como la Legislatura se apresta a finalizar las sesiones ordinarias y replegarse en el extenso período veraniego que usufructúa (a instancias de otro anacrónico artículo de la Carta Magna provincial); el proyecto recién cobrará actualidad a mediados del año próximo, en plena batalla electoral.La ambiciosa iniciativa de Rovira recuerda otra similar, aunque en otro campo, del titular de la Legislatura en vísperas de las elecciones de 2011, cuando salió al cruce de quienes intentaban poner a la construcción de Garabí en la agenda electoral con la presentación de la Ley de Soberanía Energética, hoy Ley IV-Nº 56, aprobada por unanimidad en la Cámara. Actualmente, con un plebiscito no vinculante, la Mesa por el No a las Represas busca recuperar la iniciativa; sin ocultar que la genuina propuesta de expresión ciudadana se instrumenta en línea con el interés político-electoral de sectores de oposición. En este contexto, en los últimos días se blanqueó en tierra misionera que el acuerdo político que había anudado Hernán Damiani para imponer en las últimas internas a la fórmula Gustavo González-Luis Pastori encubría una alianza en las sombras con el macrismo y una “candidatura testimonial” al mejor estilo K. Es que después de haber negado ambas circunstancias, Pastori admitió esta semana en un programa radial posadeño, tanto la ya inocultable alianza con el PRO, como su decisión de “bajarse” de la candidatura a vicegobernador para aportar a dicha alianza y -al mismo tiempo- bajar un escalón más y competir por la intendencia de Posadas.El damianismo mostró también el sábado pasado, en el acto que improvisó el Comité Provincia para recibir al senador Ernesto Sanz, que es
tuvo el viernes en la vecina ciudad de Virasoro entrevistándose con grandes empresarios y políticos correntinos; que la alianza con el PRO misionero es un hecho.La foto del diputado Alfredo Schiavoni sentado al lado de “Cacho” Barrios Arrechea y junto a Sanz y el correntino Braillard Pocard; despertó las iras de Vanguardia Radical, que responde al cobismo a nivel nacional y repudia la alianza con el macrismo por considerar que no se condice con las banderas progresistas y nacional populares del radicalismo. La disputa político-ideológica que planteó Vanguardia Radical asoma en varios escenarios, uno de ellos el bloque de la UCR de la Cámara de Diputados, que navega al borde de una fractura gracias a la anodina conducción del ultra damianista Walter Molina. El incidente en la votación del Presupuesto de Cámara fue, en cierto sentido, el punto de inflexión al desnudar la ascendencia del diputado Schiavoni sobre el ala damianista del bloque . La votación dividida en esa oportunidad sigue pendiendo, como espada de Damocles, sobre la bancada radical, ya que los diputados Hugo Escalada y María Losada, del navarrismo, exigieron mediante una carta-documento, que Molina aclare que la decisión tomada en la reunión del bloque en esa ocasión era votar el presupuesto, como lo hicieron los navarristas, y no al revés, como se publicó en algunos medios. Al no responder, Molina empuja a sus diputados a una posición en que, no es difícil pronosticar, no les queda mucho margen de convivencia. Tributario de la fiebre aliancista de Damiani, Molina minimiza al parecer, la importancia de cuidar la coherencia de un bloque legislativo que se recuperó recientemente de una crisis partidaria histórica. Las alianzas de cúpula, como la que impulsa la dirigencia tradicional de la UCR misionera con el macrismo son parte de un complejo y fragmentario escenario político, actualmente sumergido en un proceso de definición de candidaturas no exento de contradicciones. El tramo que se viene, profundizará el debate político que avanza en muchos casos por encima de las tranqueras partidarias, como lo expresara ayer una manifestación de “radicales contra los fondos buitre” en el centro posadeño.





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