POSADAS. La portada del pasado 24 de septiembre de PRIMERA EDICIÓN, al parecer, caló hondo en el ámbito provincial y nacional, al reflejar la odisea que tuvo que realizar un grupo de personas para ayudar a un aula satélite ubicada a 50 kilómetros de San Vicente, en plena selva misionera, y a la cual asisten pequeños aborígenes mbya.Una sorpresa mayúscula se llevaron varios entes del Gobierno provincial con la publicación y uno de ellos decidió ayudar y dar una mano: la Dirección Provincial de Vialidad (DPV), que se contactó vía telefónica con Amado Martínez, uno de los organizadores de la ayuda a la escuela de la aldea Iviratí en dos ocasiones con alimentos, útiles, medicamentos, ropas, mobiliario escolar, un tanque de agua, mangueras y hasta comida para perros.Este ente provincial se comprometió y ya está realizando obras de mejoramiento del camino que une San Vicente con esta aldea, la cual dista 50 kilómetros del ejido urbano de ese municipio, y que estaba en muy mal estado. Además, de paso, las máquinas realizan obras de rellenos y la colocación de tubos por debajo del camino, donde hay pequeños cauces de agua.Una llamada, una solución“Me llamaron de Vialidad Provincial, no sé quién le dio mi número, y me dijeron que iban a realizar mejoras en el camino y el puente sobre el arroyo Soberbio. Fue tras ver la tapa y la nota de PRIMERA EDICIÓN. Al ver y leer no lo podían creer. No estaban enterados del estado del camino y menos del aula satélite en plena selva misionera”, relató Amado Martínez en contacto con este diario.A lo que añadió: “Creo que a ellos no les molesta tanto la crítica como que uno por motu propio haga algo que ellos podían hacer y no lo hacen. La nota de PRIMERA EDICIÓN le tocó el corazón a más de uno y se ve reflejado en que pusieron manos a la obra en el asunto y me parece muy bien. Me llenó de alegría la noticia de las mejoras”.Antes de llegar a la escuela de la aldea Iviratí hay un puente colgante sobre el arroyo Soberbio que, con la última crecida del río Uruguay, fue casi totalmente destruido. La DPV también lo está poniendo en condiciones y reforzándolo para darle un poco más de seguridad a los pequeños y grandes que lo utilizan a diario. Uno de ellos es el profesor que dicta clases en dicha aula, Mauro Zukowski, que de lunes a viernes se traslada desde San Vicente hasta la aldea en una moto tipo cross porque el camino era realmente intransitable en algunos sectores para un automóvil de cuatro ruedas.La alegría de estos chicos que acuden a la escuela junto a sus padres de acá a esta parte parece que se acrecienta día a día. Primero con la visita de Amado Martínez y su esposa, con la llegada de alimentos y útiles, y luego con el arribo de un contingente más grande al mando de Martínez, ya con mobiliario escolar (sillas, mesas, un escritorio y un archivero) donados por el Instituto Montoya y la Universidad Nacional de Misiones, entre otras cosas. Tras cartón, comenzó el arreglo del camino y del puente.Más allá de las fronterasPero la tapa de PRIMERA EDICIÓN no sólo tuvo repercusión a nivel provincial, sino que también en el plano nacional fue noticia y ahora una ONG de Buenos Aires se contactó con Amado Martínez y compañía y ya trabaja en la posibilidad de que antes de fin de año lleguen a Misiones con un equipo de colaboradores y les construyan un aula a nuevo a los integrantes de la aldea Iviratí.Al respecto, Amado Martínez comentó: “También recibí otro llamado y me dijeron que eran de una ONG de Buenos Aires y que vieron la tapa y la nota del diario del aula satélite de la aldea Iviratí y que querían colaborar. Luego me preguntaron si podía entrar un camión y les dije que hasta hace poco había lugares que ni con camioneta 4×4 se podía atravesar, pero que ahora están arreglando el camino y que creo que no habría problemas”, resaltó.“Me anticiparon que están trabajando con la idea de venir a Misiones a fin de año y construir a nuevo otra aula satélite en la misma aldea, a lo que contesté que sería magnífico”, sentenció emocionado el impulsor de la acción solidaria.





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