POSADAS. Un niño de tan sólo ocho años fue rescatado por sus vecinos, luego de deambular por varias horas en el barrio donde reside. El chico presentaba excoriaciones y un fuerte golpe en la cabeza, detalló una fuente médica. Según contaron los vecinos del barrio A-4 de esta localidad, el niño vive con su familia, y sería víctima de violencia dentro del hogar, aunque esto ya es materia de investigación; PRIMERA EDICIÓN averiguó que ya está en manos del Juzgado de Menores. “Estamos investigando la situación, el entorno, porque cuando encontramos al niño tenía varias excoriaciones en diferentes partes del cuerpo y lo que más nos preocupó es que tenía un fuerte golpe en la cabeza”, contó la misma fuente del sector sanitario.El chico fue encontrado, en cercanías a su vivienda, en grave estado y allí los vecinos fueron los primeros en ayudarlo, incluso lo llevaron al Centro de Atención Primaria de la Salud de ese barrio, donde recibió las primeras curaciones. Luego, y ante la gravedad de un golpe en la cabeza, tuvo que ser derivado al hospital Madariaga de la capital. En ese traslado trabajó la Red de Ambulancias, cuyos profesionales debieron contener al niño, que se encontraba muy asustado. “Tenía un golpe muy fuerte en la cabeza, producto de una agresión de parte de un adulto. No sabemos en qué circunstancias, pero los vecinos nos contaron que escucharon gritos dentro de la casa”, señaló el trabajador de la salud. EstableAdemás de las excoriaciones por golpes varios, al chico, en el hospital Madariaga, le diagnosticaron traumatismo de cráneo y problemas respiratorios, por lo que quedó internado con riesgo de muerte, según las autoridades policiales. Sin embargo, desde Salud Pública precisaron ayer que estaba internado en la Sala de Intermedia y que de a poco iba saliendo del grave cuadro. “Está estable y lúcido. Acompañado por familiares”, confirmó este medio. “No se sabe si fue un familiar o no”, agregaron desde la cartera sanitaria. Lo llamativo de este caso, es que hasta ayer, la mamá no había realizado ninguna denuncia policial y el chico seguía con sus dolores a cuestas. A cambio, el menor contó con la solidaridad de sus vecinos, quienes lo ayudaron y lo llevaron al centro de salud del barrio.





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