BUENOS AIRES (NA). El Gobierno aseguró estar dispuesto a encarar una negociación por la deuda que incluya al “100% de los bonistas”, en medio de dudas sobre hasta dónde llega la intención de acordar con los fondos buitres y también pagarle al resto de los bonistas que no ingresaron a los canjes de deuda, para salir del default técnico.Los agentes financieros especulan con que el Gobierno hará una oferta a los “holdouts” a partir de enero próximo, cuando ya no esté alcanzado por la cláusula Rufo, que hasta fines de 2014 obliga a equiparar a todos los bonistas cualquier mejora que se le realice a algunos de ellos, lo cual podría representar decenas de miles de millones de dólares.El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, sostuvo que “sobre eventuales acuerdos o no, la posición que ha fijado la República Argentina es la misma de siempre. Manifiesta voluntad de pago, cumple regularmente sus compromisos y está dispuesta” a una negociación por la deuda en default. En su habitual conferencia de prensa en Casa de Gobierno, el funcionario sostuvo que las “condiciones de negociación” deben ser “justas, equitativas y sustentables”.Y señaló que debe incluir al “100% de los bonistas”, en referencia a los llamados “holdouts”, que representan alrededor del 7% de la deuda renegociada en los canjes de 2005 y 2010.Capitanich se pronunció de esa forma luego de que el presidente del Banco Central, Alejandro Vanoli, aseguró que si el año próximo “se flexibiliza el pedido de los buitres”, el Gobierno puede encarar una nueva negociación junto al resto de los holdouts para encontrar “una solución integral” al tema de la deuda.“Si a futuro se flexibiliza el pedido de los buitres, alineado al resto de los acreedores en búsqueda de una solución integral, puede haber una respuesta. Hay una decisión política tomada por Argentina, y es no aflojar en esta estrategia que estamos siguiendo. No vamos a cometer el error de provocar una crisis cediendo en la posición que está sosteniendo el país en todos los foros internacionales”, dijo Vanoli.Así, el jefe de la autoridad monetaria dejó abierta la posibilidad de encarar una nueva negociación con los acreedores pero negó haber deslizado ante representantes de la banca extranjera que la Argentina llegará a un acuerdo el año próximo.




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