SANTA ANA. Una denuncia contra el intendente local, Pablo Castro, desató un escándalo en el pueblo que derivó en un enfrentamiento político en el Concejo Deliberante que por poco terminó en violencia. Es que ingresó en la sesión del jueves a las 21 una denuncia de un ciudadano local, que acusa al intendente de amenazarlo y a la Policía por detenerlo sin causa durante casi todo un día. El hombre relata que su esposa -empleada municipal- le habría sido infiel con el jefe comunal y que él descubrió esta relación, por eso estaría siendo motivo de persecución y hostigamiento de parte de los municipales. Incluso denuncia que su esposa lo echó de su domicilio sin documentación ni pertenencias.El Concejo recibió las denuncias y se propuso analizar el tema. El secretario del cuerpo y dos concejales no responden al intendente, ya que siguen siendo fieles políticamente a la exintendenta y actual diputada Mabel Pezoa.Sólo uno de los tres ediles responde a Castro, que tiene minoría y por esta razón hay preocupación en el grupo político del alcalde. Esta situación enardeció a un grupo de municipales oficialistas que fueron a presenciar la sesión y se produjo una discusión con los concejales díscolos en el momento en que anunciaron el tratamiento de la nota y las denuncias.La sesión del jueves terminó en escándalo y denuncias cruzadas en la comisaría local. El denunciante presentó la denuncia en la Comisaría y también en la Secretaría de Acceso a la Justicia de la Nación, donde relata que “necesito que me otorguen custodia pues temo por mi integridad por los hechos y amenazas sufridas”.Un hermano del denunciante también efectuó una denuncia contra empleados municipales y contra la Policía de Santa Ana, porque lo siguieron con actitudes intimidatorias durante las horas que concurrió al municipio para conocer la situación de su hermano.




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