GARUPÁ. Aunque es cierto que llegó a la comisaría y reconoció que había existido una pelea, jamás habló del trágico desenlace de la misma, pese a que lo conocía. O al menos eso es lo que creen los detectives que investigan el crimen de Yanina Andrea Benítez (24), la joven madre hallada sin vida y con signos de estrangulamiento el sábado por la mañana en su casa del barrio Unidos de Garupá.Para una buena parte de los investigadores que trabajan en el caso, el muchacho de 24 años era consciente de lo que había sucedido durante los primeros minutos del sábado tras una discusión con su pareja que fue primero verbal y luego física.Al respecto, según pudo saber PRIMERA EDICIÓN, una de las teorías que se manejan indica que Benítez alcanzó a propinarle un golpe al joven, quien entonces la tomó del cuello fuertemente provocándole la muerte por estrangulamiento.Aunque el principal sospechoso se presentó luego voluntariamente ante la Comisaría de la Mujer de la Unidad Regional X para contar la pelea, jamás dijo que su mujer estaba muerta. Los detectives creen que lo sabía y que por eso insistió en que las autoridades vayan a verificar la escena. Minutos más tarde, era esposado por el asesinato.Al respecto, los investigadores consideran que, al notar muerta a su mujer, decidió cerrar la casa desde afuera con el único juego de llaves de la familia y escapar con el bebé de ambos, de apenas cinco meses de vida.En el interior del inmueble, en otra habitación, descansaba una hija que la mujer había tenido fruto de una relación anterior. La pequeña de 7 años se despertó en la mañana del sábado y fue en busca de su mamá. “Como la notó fría y que no se levantaba, rompió una ventana y fue en busca de su abuelo, el padre de la chica, que vive a pocos metros. Ahí todo se descubrió”, contó una fuente cercana al hecho.Más allá de todo eso, otro punto que llama la atención de los investigadores tiene que ver con que el sospechoso aparentemente habría intentado descartar su teléfono celular y la información que en él se encuentra, que podría ser determinante para la causa. Hasta anoche los uniformados buscaban el aparato, el chip y la memoria digital.Por último, el magistrado Ricardo Balor, al frente del Juzgado de Instrucción 6 de Posadas y quien maneja la causa, ordenó a todas las dependencias que se investiguen denuncias previas por maltratos por parte del apresado, un joven de 24 años de importante físico.Al respecto, las fuentes informaron que hasta anoche no se habían encontrado denuncias, aunque algunos trascendidos indicaban que existiría una exposición de Benítez en contra del sospechoso que dataría de un par de meses atrás. Sin embargo, hasta el momento eran sólo trascendidos y en el expediente que sustancia la Policía provincial no había nada oficial al respecto.El hecho se conoció cerca de las 11 del último sábado en una vivienda de Brasil y Paraguay, en el barrio Unidos de Garupá, donde Benítez fue hallada muerta sobre una cama con signos de estrangulamiento. A esa misma hora su pareja se presentó en la Comisaría de la Mujer UR-X para denunciar que había peleado con la mujer. Lo ya dicho: todo apunta a que, en realidad, él ya sabía lo que había pasado.




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