POSADAS. Una docente de la Escuela 675 del barrio Mini City logró que 120 alumnos de quinto, sexto y séptimo vuelvan a la escuela después del horario escolar por su propia iniciativa. Aunque parezca increíble, la propuesta surgió de sus alumnos de sexto grado porque los 45 minutos de la clase de Tecnología les resultaban insuficientes. “En el marco de la materia Tecnología, dimos el proceso de elaboración de distintos productos de cerámica y los chicos querían experimentar por ellos mismos. Así empezó el proyecto… pero no podíamos avanzar lo suficiente en los 45 minutos de clases. Siempre quedaba inconcluso pues no podíamos realizar el proceso de horneado y posterior esmaltado de las piezas”, recordó a PRIMERA EDICIÓN la profesora de Tecnología, Lilian Mazureki. Según contó la docente, preguntó a sus alumnos si estaban dispuestos a ir a la escuela en contraturno si ofrecía un taller de cerámica. Así, con el apoyo de sus alumnos, la profesora buscó la aprobación de la directora de la 675. “La directora me apoyó desde un primer momento y creamos hace ya dos años este taller que se llama El alfarero”, indicó Mazureki. Evidentemente, aquí la curiosidad y las ganas de aprender fueron el motor de estos niños que hoy disfrutan la posibilidad de expresarse y crear por medio de la arcilla.Cuentan con arcilla y horno En la actualidad, asisten al taller de alfarería cuatro grupos de 20 alumnos cada uno, “las primeras clases aprendieron a hacer vasitos y vasijas simples, después fuimos avanzando en el uso de distintas técnicas, ellos están muy entusiasmados con lo que aprenden en el taller”, destacó orgullosa la docente.“La propuesta inicial surgió de los chicos de sexto grado, pero pronto se sumaron al taller también estudiantes de quinto y séptimo grado”, contó entusiasmada.Esta iniciativa cuenta con el apoyo de la Municipalidad de Santa Ana que les suministra la arcilla que utilizan en el taller. Los chicos no sólo aprendieron los conocimientos básicos de la alfarería sino que, además, cuentan con un horno especial para cocinar cerámica. “Mi esposo (Ariel Castillo) nos construyó el horno, trajimos la mayoría de los materiales (alambre, lana de vidrio y acero inoxidable) de Buenos Aires”, resaltó la docentes. Para bizcochar la arcilla tenemos que llegar a 800 grados en el horno y para esmaltar 1.020 grados aproximadamente. Una vez que se llega a los 800 grados, la pieza tiene que cocinarse unas cuatro horas y después hay que esperar que se enfríe dentro del mismo horno porque si la sacás inmediatamente se puede rajar o romper”, detalló la docente que incentiva a sus alumnos para que continúen sus estudios secundarios en el Bachillerato Polivalente (Bolp) 9, “es uno de los pocos que tiene orientación en artes visuales”. Según confió la docente a PRIMERA EDICIÓN, “algunos docentes y padres también quieren venir al taller para aprender cerámica… tendríamos que armar un grupo para adultos”, cuenta ilusionada. Efectivamente y al igual que ocurre en el Bolp 9, única escuela secundaria pública con orientación en artes, la posibilidad de crear y de experimentar con sus propias manos genera un gran entusiasmo en los niños, que encuentran en la escuela un espacio de libertad.





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