POSADAS. El investigador jefe del Instituto de Estudios de la Realidad Latinoamericana (Ieral) NEA de la Fundación Mediterránea, Gerardo Alonso Schwarz, se refirió a la polémica entre empresarios que reclaman menor presión fiscal provincial y el Estado que ratificó los impuestos. “Aumentar la presión impositiva no va a mejorar las cuentas públicas porque la forma de mejorarlas es incrementar la cantidad de dinero que recibimos de la Nación”, destacó Alonso Schwarz.Asimismo, ejemplificó que “a pesar de ser provincias muy parecidas Corrientes, Misiones y Chaco, desde 1994 hasta la fecha la provincia de Misiones recibe aproximadamente un 30% menos de recursos de la Nación que Corrientes y entre 50 y 60% menos que Chaco, entonces en ese sentido estas provincias que han sido más inteligentes en negociar los recursos en la Nación logran tener una mayor cantidad de recursos para volcarlos localmente (gasto público, obras, salarios, educación, etc.) sin tener que presionar más con los impuestos”.En economía hay una teoría que se llama Curva de Laffer, “que nos dice que la recaudación de un Estado (provincia, Municipalidad) va a aumentar a medida que aumenta la presión impositiva hasta cierto punto. Porque, en determinado momento, si sobrepasa la capacidad de pago de esa economía privada termina habiendo menor recaudación, porque cae la actividad económica por menor rentabilidad del sector. Hay que tener cuidado que la presión impositiva no afecte la rentabilidad porque el 100% de 0 es 0. Por más que se aumente al 100% los impuestos, si no hay actividad económica no hay recaudación”, dijo.Un año difícilEl investigador del Ieral remarcó que “todo lo que suceda hasta fin de año va a depender no sólo de la estructura productiva, sino también de la macro economía nacional, que determina algunas variables que a nosotros nos afectan. Como por ejemplo el auge del comercio minorista en las localidades de frontera, principalmente de los productos que no se consiguen o son de mala calidad del otro lado de la frontera y que están relacionadas con el tipo de cambio que existe del otro lado de la frontera, muy similar al cambio ‘blue’ que tenemos de este lado. Entonces, la evolución de este cambio ‘blue’ va a modificar de alguna manera o va a condicionar el futuro del comercio fronterizo local”, aseguró.Expuso que “ya estamos en recesión y vamos a terminar el año con una caída del PBI nacional de entre dos y tres puntos porcentuales. El más optimista de los analistas no oficiales (organismos internacionales y demás) dice que la Argentina no va a crecer nada”. El escenario más pesimista habla de una caída mayor a la que se mencionó. “Esto significa que el principal mercado que tiene los productos argentinos y de nuestra provincia está en caída o está contrayéndose, por lo tanto hay menos ventas y esto implica una menor facturación para las empresas que estén orientadas a ese principal mercado”, advirtió.InflaciónPor otro lado “esta situación es agravada por el hecho que la inflación en los últimos meses ha venido creciendo. El año pasado hemos terminado cerca del 30% y ahora ya tenemos más del 40% de inflación anual y se entiende que en los próximos meses puede acelerarse un poco más todavía. No estamos hablando en ningún caso -todavía- de que estén dadas las situaciones o condiciones para una hiperinflación. No es ese el escenario que estamos viendo en el corto plazo con la situación actual”, remarcó Alonso Schwarz del Ieral NEA.Agregó que la situación actual es similar o parecida a los años previos al “Rodrigazo” “no por las medidas que tomó el ministro de economía Celestino Rodrigo 1975, sino todos los años previos. Había una contracción económica, había recesión, una inflación importante y estos desequilibrios se fueron acumulando. Ese es el escenario que vemos actualmente. Hay muchas cosas que podemos hacer para evitar que suceda lo que sucedió el 1975 o el 2001/2002 pero estamos en un momento económico donde hay muchos desequilibrios”.Excesivo gasto públicoEl investigador se refirió también al excesivo gasto del Gobierno nacional, “que está gastando más de lo que recauda y al no tener fuentes de financiamiento adicional, le pide al Banco Central que financie este gasto público. Entonces se imprime más dinero del que existe actualmente. Y al acelerar la maquinita productora de billetes esta hace que el mismo pierda valor”.Dijo que “como reza todo manual de economía la mayor oferta de un bien, si todo lo demás se mantiene constante, cae el valor de ese bien. Entonces si se ofrece en la economía Argentina mayor cantidad de billetes, claramente cae el valor de ese billete y hay inflación”.Entonces se podría “recurrir a otros tipos de financiamientos del Gobierno nacional (en el caso que se siga gastando de igual manera), pero todavía no podemos solucionar el problema con los ‘fondos buitres’ lo que nos dificulta este escenario y la otra opción es que el Gobierno nacional no gaste tanto como lo está haciendo”.Para Schwarz disminuir el gasto público no significa reducir sueldos ni los planes sociales- “porque para tener una idea, en el último año los sueldos públicos crecieron un 40% y los planes sociales 30% pero los subsidios a las empresas productoras, prestadoras de servicios -especialmente concentradas en Buenos Aires- crecieron más de 70%. Solamente congelando este gasto, concentrado en el lugar más rico de la Argentina, que es Buenos Aires, se puede solucionar en gran parte el problema que tenemos de gasto público e inflación y retomar el sendero de crecimiento económico”.Economía familiarCon todo lo expuesto hasta ahora, se puede determinar el impacto sobre la provincia de Misiones, “porque estamos dentro del mismo país. En ese marco vemos que los sueldos privados formales (en blanco porque los en negro tiene un desempeño mucho más bajo, lo mismo que los públicos) han crecido en el último año 30 a 32% contra una inflación del 40% claramente queda a la vista que hay una pérdida del poder adquisitivo del salario del 10%. Somos 10% más pobres. Nos encontramos con un cierre de año bastante complicados y que si no se modifican las políticas públicas desde la Nación, seguramente nos encontraremos con un principio de año (2015) aún más complicado”.




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