POSADAS. Pese a que todavía falta para que comience el verano, en Misiones ya vivimos las altas temperaturas tan características de los meses de diciembre, enero y febrero. Para paliar el calor, son muchos los que buscan refugio en el río Paraná, que hace tiempo dejó de ser un lugar apto para refrescarse. Tal como lo informó este Diario en la edición del pasado viernes, ningún balneario de la ciudad está habilitado para su uso. Es más, la Entidad Binacional Yacyretá prohíbe las habilitaciones de los mismos y sólo los considera “solarium”. Entonces, los municipios de Posadas, Garupá y Candelaria, son los encargados de brindar seguridad en el agua a aquellas personas que ingresan para aguantar las interminables tardes de calor.Tanto es así que Franco Bacigalupi, Director general de Seguridad Acuática de la Provincia de Misiones, se reunió con el diputado Juan Carlos Agulla y le planteó la necesidad de conformar una “Policía del Agua”, que sería la única con capacidad para no permitir el ingreso de las personas al Paraná, tanto cuando no es temporada como cuando termina el horario permitido de ingreso.“Pedíamos a gritos la conformación de una ‘Policía del Agua’ que impida el ingreso de la gente al río. Es un peligro, si tuviéramos la posibilidad de contar con este cuerpo, el mismo tendría respaldo jurídico para sancionar y sacar a personas de adentro del agua. Hasta el momento jurídicamente no tenemos nada que permita la sanción de las personas que ingresan al río, el guardavida no tiene esa posibilidad, la policía no puede prohibir el ingreso. En cambio, la policía acuática si podrá sacar y detener a aquellos que se metan en horarios que no está permitido o cuando no es temporada”, indicó Bacigalupi.Lo cierto es que son varios quienes se acercan hasta los balnearios de la zona para refrescarse. Sólo en la ciudad de Posadas hay tres: El Brete, ubicado en la costanera de la ciudad; el del arroyo Mártires, en la zona Oeste y el que se encuentra situado en Miguel Lanús. Este último se halla en estado de abandono. El agua se llevó la poca arena que había y los pastos crecen por doquier. Sin embargo, desde la Municipalidad informaron que una vez que la empresa que está realizando las obras sanitarias en la zona les informe de la finalización de las mismas, éste será habilitado como los otros dos. “El director de Balnearios del municipio nos pidió los elementos necesarios para la habilitación de este lugar, que nunca antes lo estuvo (habilitado), pero el municipio se encargó de poner salvavidas de manera preventiva, porque mucha gente concurría. Entonces se decidió disponer personal para el cuidado de aquellos en caso de que sea necesario. Pero ese balneario nunca estuvo habilitado”, aseguró Bacigalupi. El caso de El Brete y el Mártires es diferente, los mismos sí se fueron habilitados durante la temporada de verano, pero no lo están actualmente y desde la Municipalidad insisten en la peligrosidad de ingresar al agua y que quien lo haga, lo hace bajo su estricta responsabilidad, ya que no hay ni habrá, hasta tanto esté habilitada la temporada, personal para su cuidado. Así lo afirmó Sergio Balatorre, director de Balnearios de la Municipalidad de Posadas a PRIMERA EDICIÓN: “no va a haber guardias. Si ponemos salvavidas y delimitamos el río con boyas, la gente asumirá que la playa está habilitada, no podemos hacer nada que dé el indicio de que pueden ingresar al agua”. La esperada habilitación llegaría recién a mediados de noviembre. ¿En qué consiste el proyecto?“Fue un interés de Franco Bacigalupi, él nos planteó la necesidad de lo que considera una actividad importante, me expresó con conocimiento de la situación, tanto por su experiencia personal y familiar. Por eso escuchamos, tomamos nota de su interés y nos hicimos cargo, nos parece que es posible poner a consideración la creación de una Subsecretaría de seguridad acuática que dependa del Ministerio de Gobierno”, comentó el diputado Juan Carlos Agulla, y agregó “La necesidad de realizar el control y que tenga poder, la posibilidad de imponer sanciones y crear un registro harían al funcionamiento de la Policía de seguridad acuática”. “Misiones está casi en una isla, en los últimos tiempos sufrimos importantes inundaciones que perjudican claramente el estado de los ríos. Entonces, tenemos que tener gente capacitada, con infraestructura, que esté respaldada. Así fue que a principios de este año presentamos la inquietud y a lo largo del 2014 le hicimos modificaciones. Ahora tratamos de apresurarlo para comenzar desde el verano que viene. Hay personal especializado destinado a esa función, tenemos que darle la posibilidad de empezar a trabajar”, indicó Bacigalupi. Sin embargo, Agulla sostiene que es difícil que se trate en este período parlamentario, “trabajamos con el equipo, tengo un apunte que voy a convertir en proyecto de ley la semana próxima y ya se pondrá a consideración para que el resto de los diputados hagan su análisis y estudio, pero el período parlamentario ordinario está finalizando, difícilmente se trate ahora”, afirmó. Dentro del proyecto se pensaría la posibilidad de generar algún programa de enseñanza para difundir en las escuelas, porque “hay que prestarle debida atención al tema porque tiene que ver con la actividad náutica sobre el río, que cada vez será más intensa. Claramente se advierte que esto va a ser progresivo en intensidad y cada uno de nosotros tiene que aportar para tener un claro conocimiento de nuestro río y tener conductas precavidas en la utilización de este espacio lindo, pero con riesgos”, afirmó Agulla, quien además declaró que “es un proceso cultural que se tiene que modificar, por ello la idea es establecer este programa a los chicos de las escuelas primarias, porque cuando llega el verano se van al río. Creemos que deberían estar preparados con conocimientos mínimos de lo que es estar en el agua”. En esta misma línea, Balatorre aseguró que durante el mes de noviembre, “se va a realizar una campaña educativa en todas las escuelas”. El cambio comienza desde los más pequeños. La situación en Candelaria y GarupáLa recorrida de los “solariums” para la EBY y los “balnearios” para los misioneros, no termina en los que se encuentran en la ciudad de Posadas. Con las obras de la Entidad, varias
ciudades quedaron de cara al río, caso de Candelaria y Garupá, otros dos balnearios que no están habilitados, pero están en proceso de estarlo. El caso de Candelaria es claro. El año pasado no se encontraba habilitado para el ingreso al agua, pero ese no fue un impedimento para la gente que, bajo su estricta responsabilidad, se metió al río y es así que hubo que lamentar tres muertes. Este año, se encuentran a la espera de las autorizaciones de la Prefectura y la EBY, que serán las que le dirán qué responsabilidades va a tener el municipio. “Recién para mediados de noviembre vamos a poder responder a la pregunta de sí va a estar habilitado o no el espacio”, le confío a este Diario Aníbal Fariña, Secretario de Gobierno de la Municipalidad de Candelaria. Mientras continúen las altas temperaturas, es la “Prefectura quien se encargará de hacer el trabajo preventivo cuando la gente se mete al agua por los calores que genera el clima”, indicó Fariña. El caso de Garupá es diferente. El año anterior sí estuvieron habilitadas las dos playas que se encuentran en la costanera, si incluso recibieron la visita de alrededor de tres mil personas, según cálculos realizados una vez que terminó la temporada. Así lo afirmó Sebastián Dutra, subsecretario de turismo de la Municipalidad de Garupá. “En este momento buscamos recuperar las dos playas. Las inundaciones que sufrimos se llevaron la arena y nos trajeron muchos camalotes, además de que aún no sabemos cómo está el fondo. Entonces estamos en proceso de reposición de la arena y limpieza. Aún así, este fin de semana vamos a poner dos guardavidas, porque pese a que no está habilitada la playa, tenemos que tomar precauciones”, aseguró. Pero en el lugar hay un guardavida “fijo”, que se encuentra siempre y es el encargado de avisarle a la gente de la peligrosidad que supone ingresar al río en estas condiciones y fuera de la temporada, por el estado en que se encuentra la playa. “Recién a mediados de noviembre las vamos a tener terminadas y con la posibilidad de estar habilitadas”. La relación de la ciudadanía con el río no es un tema menor. Que está prohibido ingresar al río es un discurso que se escucha de todo aquel cuya función es brindar seguridad en un ambiente donde la misma es mínima. Pero al calor no le importa y, muchas veces, a la gente menos. Entonces, habrá que poner en marcha los mecanismos para no sufrir hechos a los que, lamentablemente, el majestuoso río Paraná, nos obliga a acostumbrarnos.




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