POSADAS. Estudiantina es sinónimo de pasión, un sentimiento inexplicable para aquellos que disfrutaron en algún momento de sus largas jornadas de adrenalina pura. Así, en una muestra de compromiso, cariño por la fiesta y reencuentro con los ex compañeros un grupo de más de cien personas celebraron 30 años de egresados de la Epet Nº 1. Uno de los precursores en banda de música, Quique Uffelmann en una charla previa al desfile de la última noche de Estudiantina contó a PRIMERA EDICIÓN que “junto a Javier Chemes con todos los chicos de nuestra generación en 1984 fuimos un poco los precursores. Ahora vuelvo, después de 28 años, estoy desbordado de la emoción. Estoy agradecido a la vida, a los chicos, que nos brindan esa posibilidad de volver. Agradecido porque el fenómeno que se vive en la Industrial es tremendo, porque nunca podes dejar ese sentido de pertenencia. Coincidió justo la creación de la banda con el aniversario de la escuela, y eso me brindó la generosidad inmensa de invitarme”.“En el año 92’ hubo una juntada parecida, pero no fue muy enriquecedor porque en ese momento mi papá estaba enfermo y no lo pude disfrutar”, indicó.Entre recuerdos y agradecimientos Quique señaló ese respeto y cariño por la escuela, entonces sostuvo que siempre se tiene presente a la Indu. “Estoy con una alegría y una energía que en la vida muy pocas cosas te la dan”, detalló sobre esos momentos previos que imprime la magia de una fiesta tan auténtica como la Estudiantina posadeña.“Recuerdo cuando tocábamos en la calle Bolivar, hay una cosa espectacular que se vive ahora recordando esos años. Creo que soy el más grande de todo ese grupo de gente que nos volvimos a juntar, entonces se juntan varias generaciones y volver a tocar los ritmos que hicimos hace mucho tiempo es muy gratificante. La satisfacción es íntima, lo mejor que tiene la Industrial es la familia que apoya a todos esos jóvenes”. El último ensayo que tuvieron fue el jueves pasado, y ese momento fue único “lo vivimos con las emociones a flor de piel. El paso del tiempo es un fenómeno circular, por eso mismo te das cuenta como que el tiempo no ha pasado. Voy a ensayar, estamos todos más grandes, pero el amor sigue siendo el mismo. Todo esto que esta pasando es realmente hermoso. El ritmo Oriental que lo creamos nosotros es muy emotivo volver a tocarlo, escucharlo”.





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