SAN ANTONIO. Desesperado, Jonathan García (17) intentó regresar al Brasil, donde vivía desde hace algún tiempo junto a su pareja. Hizo unos 200 metros por el sendero ilegal que recorría habitualmente y que une a los dos países. Allí mismo, a metros de la frontera, cayó desplomado y murió. Segundos antes había sido acuchillado por la espalda. Su propio padre lo encontró horas más tarde en ese lugar.El crimen sacudió a dos pueblos. San Antonio, en Misiones, y Santo Antonio do Sudoeste, en el estado brasilero de Paraná, conforman un conglomerado urbano de casi 30 mil habitantes. Todos hablaban ayer de lo que sucedió por la madrugada.Según pudo saber PRIMERA EDICIÓN, todo comenzó alrededor de las 21 del último viernes, cuando García, nacido en Argentina pero con actual residencia en la localidad brasilera, salió junto a un grupo de conocidos “a tomar algo”, según le contó su concubina a las autoridades.El menor de edad y sus compañeros cruzaron por ese mismo sendero clandestino que desemboca en el barrio Cerámica de San Antonio, ya en el lado argentino. El paso es de poca extensión y tiene un tablón de madera que oficia como “puente internacional” sobre el río San Antonio, que por esas latitudes tiene poco más de un metro de ancho. Por eso, es utilizado a diario por miles de habitantes de uno y otro lado. La “integración” va más allá de las aduanas.Siempre según la reconstrucción de las autoridades, García y su grupo se acomodaron cerca de un comercio. Allí iniciaron una ronda de tragos como tantas otras veces, aunque en esta oportunidad el final fue diferente.Alrededor de las 4, el adolescente y uno de sus compañeros protagonizaron una acalorada discusión. Los motivos, aún inciertos, provocaron que enseguida pasaran a las manos. Y más allá. Porque entonces su contrincante extrajo un cuchillo tipo puñal y le dio un puntazo en el pecho.García sintió cómo el acero le desgarraba el interior de su cuerpo. Quizás consciente de que la herida era grave y no contaba con mucho tiempo, inició una veloz carrera de regreso a su casa, en Brasil. Sin embargo, cayó desplomado a metros de la frontera.Murió desangrado en ese mismo lugar, donde el cuerpo fue hallado alrededor de las 8 de ayer. El destino quiso que sea su propio padre, cuando aparentemente iba a visitarlo, quien lo encontrara en medio del camino.El hombre, aún shockeado, tardó unos pocos minutos en llegar hasta la comisaría de San Antonio, emplazada a unas diez cuadras de la escena. Efectivos de esa dependencia y de la Unidad Regional XII de la Policía de Misiones, con asiento en Bernardo de Irigoyen, iniciaron una investigación que los llevó hasta un joven de 20 años domiciliado en San Antonio.Los uniformados lo detuvieron cerca del mediodía y lo trasladaron a una celda, donde quedó a disposición de la Justicia. Ya en la tarde de ayer cerraron el círculo: en un allanamiento realizado en casa del sospechoso encontraron un cuchillo tipo puñal con manchas que serían de sangre.Ese elemento junto a algunas prendas de vestir y otros elementos de valor para la causa fueron secuestrados por hombres de Criminalística de la UR-XII. Serán sometidos a pericias a los fines de establecer si todo es lo que parece. Para los detectives, no quedan dudas: el joven apresado fue quien ultimó a García y marcó con sangre la frontera entre los dos países.




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