EL SOBERBIO. Con la aparición del sol, cesó el alerta meteorológico en las zonas afectadas por la creciente del río Uruguay, que -si bien no alcanzó los niveles a los que había llegado a fines de junio- provocó la evacuación de varias familias que tuvieron que abandonar sus hogares para refugiarse.Voces de alivio se hicieron escuchar en una de las ciudades de la vera del río que separa a una parte de Misiones con Brasil, porque “la situación está controlada. Las aguas estancaron su aumento y varias personas ya pueden volver a sus hogares”, contó a PRIMERA EDICIÓN Julián Kruszelniki, jefe de Bomberos Voluntarios de El Soberbio. Sucede que este municipio, desde junio pasado, comenzó con la construcción de alrededor de 300 viviendas para las familias que se vieron afectadas por la crecida. Las mismas deberían haber estado listas en sesenta días, pero al cabo de tres meses, sólo 38 se encuentran en condiciones de ser habitadas. Pese a que la intención es reubicar a las familias, por lo pronto no hay indicios de que esto pueda suceder rápidamente. Entonces, quienes tienen sus casas más alejadas de la costa son las que ya llevan adelante las tareas de limpieza, pero siguen a la espera de ser reubicadas para que, ante otra situación semejante, no tengan que sufrir similares consecuencias.Mientras, los Bomberos Voluntarios entregan agua potable a los centros de evacuados. “Esto que volvió a pasar ahora nos hizo ver la realidad. No podemos confiarnos en el clima, porque realmente no sabemos qué va a pasar. De ahora en más hay que estar siempre atentos”, cerró Kruszelniki.





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