POSADAS. “En la Residencia Socio Educativo Lucas se cumplen los objetivos de reinsertar en la sociedad a los chicos que pasan por aquí”, aseguró ayer a PRIMERA EDICIÓN, la coordinadora del hogar, María Ferber. La abogada, que está a cargo de la residencia, recibió a este Diario en el lugar y detalló cómo se trabaja en el lugar, para “aclarar algunas cuestiones” que se publicó el pasado martes en este matutino. Ferber aseguró que comenzó “a trabajar en enero del año pasado, a través de un programa de seguimiento socio comunitario, que no es muy conocido, pero es una labor muy importante, pues se visita a los chicos que estuvieron acá y se habla con las familias para que colaboren. Luego, me nombraron como coordinadora y empezamos a poner un poco más de orden”. En este sentido, la joven afirmó que “cuando empecé no había legajos, hoy en día tenemos todo, desde el día que ingresó un chico hasta que egresó, con las presentaciones judiciales, todo. Desde enero a la actualidad han pasado 28 chicos y de esos solamente tres reincidieron, porque seguimos en contacto con la familia o sus amigos”.“Uno está en una unidad penal, no sé por qué delito. Y los otros fueron enviados de nuevo a la residencia e incluso uno de ellos ya egresó. Es decir, el trabajo que hacemos es efectivo y va variando la situación, por ejemplo el año pasado la mayoría de los chicos era del interior de la provincia y ahora son muchos de Posadas y Garupá”, manifestó y recordó que hay casos de jóvenes que se van de la residencia por su propia voluntad, “más que nada porque son chicos que están en situación de calle”. Equipo interdisciplinarioLa coordinadora de la Residencia se mostró dolida porque “está en juego mi trabajo y el de todo el equipo interdisciplinario. Acá hay todo un grupo de profesionales que trabajamos a destajo para ayudar a los chicos”, señaló y agregó que si bien ella está a cargo, luego están los profesores de Educación Física, de Talleres y Oficios y también el psicólogo y trabajadores sociales. “A diario estamos con los jóvenes, por la mañana ellos tienen programadas actividades. Tres veces por semana deben hacer educación física, otros tantos tienen taller, que por ejemplo ahora están construyendo una huerta dentro del terreno de la institución y todos los que, hoy en día, están en la residencia estudian, es decir no sólo les damos la comida y duermen”, aseguró. En cuanto al trabajo, la profesional indicó que “cuando ingresa un chico se hace una evaluación de su condición actual, tanto médico como psicológico. Los profesionales están en permanente contacto con los chicos, hablan, les preguntan sus cosas y conocen a fondo sus problemas. Y además están los operadores, que cumplen con el trabajo minucioso de compartir el día a día y nos informan qué pasó durante el día, en especial el comportamiento”, dijo Ferber, quien enfatizó que “los chicos no salen solos a la calle, siempre están acompañados por personal de seguridad, o por los operadores. Solamente los fines de semana les dejamos ir con sus familias”.





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