POSADAS. En lo que respecta al clima, las noticias no son las más alentadoras. Las precipitaciones iniciadas el sábado por la noche se acentuarán y se extenderán, con vaivenes, hasta marzo venidero, según adelantó Marcelo Kusik, del Servicio Meteorológico del Centro de Misiones (Semecem).El meteorólogo manifestó que, tras las lluvias del fin de semana, la zona centro de la provincia registró 230 milímetros, mientras que en las zonas sur y norte superó los 150, pero que “con las lluvias del resto del mes en algunos puntos se superó los 400 milímetros”. Explicó que “estamos dentro de la escala normal en lo que respecta a las precipitaciones de primavera que habíamos adelantado. Vivimos una temporada de tormentas con muchas lluvias, con alertas de granizo pero no muy intenso. Para octubre sí se espera granizo más intenso y lluvias que en promedio en toda la provincia alcanzarán entre 500 y 600 milímetros. Habrá muchas tormentas con abundantes ráfagas de viento del norte”, alertó.Adelantó que las precipitaciones pueden llegar a ocasionar la crecida de los ríos que circundan la provincia de Misiones. De hecho, apuntó, “ya se nota un aumento significativo en algunos lugares, pero la persistencia de las lluvias hará que aumenten el caudal aun más. En la zona de las cuencas hídricas, por ejemplo, se espera que hoy (por ayer) llueva entre 300 y 400 milímetros, así que en los próximos días la costa del río Uruguay tendrá una crecida significativa, aunque no tanto como la que padecimos a fines de junio. Todo esto dependerá de la cantidad de agua que caiga en la zona de cuenca”. Sostuvo que las lluvias seguirán hasta marzo del año que viene y que “estamos en plena temporada de tormentas. Tenemos que ir preparándonos y acostumbrándonos a este tipo de fenómenos”.Según Kusik, este año existe la particularidad de que la corriente de “El Niño” está asociada con lo que tiene que ver con el fenómeno de cambio climático, que es un aumento en las temperaturas mínimas. “Lo más alarmante es que aumentó la mínima de la máxima, entonces, en cuestión de minutos se forma una nube de tormenta y cae granizo o lluvia. A quienes trabajamos en esto nos sorprende la rapidez con la que se presentan estos fenómenos y las descargas eléctricas son muy fuertes”. Misiones es una provincia agrícola y los colonos temen por las fuertes granizadas que se aproximan para octubre y noviembre. Además, más de 600 milímetros de agua caída significarán inundaciones y pérdidas. Para Kusik, este es un año “como había calculado al inicio de 2014 y al que definí como catastrófico. Si bien el término utilizado es fuerte, se está cumpliendo en parte. Esperamos que no pase más allá de una tormenta fuerte o de una lluvia intensa. Nuestro mayor miedo es que se formen tornados, que están dentro de las probabilidades”. Reiteró que este año “hay probabilidades de dos o tres tornados en Misiones, que esperemos que no se cumplan pero que es lo más extremo que se puede llegar a producir. Se podrían presentar con vientos que pueden superar los 150 kilómetros por hora. Por eso estamos en alerta constante”. Con agua hasta los tobillosHace ocho años que Emiliano Mendieta vive junto a su esposa y sus dos hijos en el barrio Unidos. Ayer alrededor de las 3 tuvieron que levantarse porque sintieron que el agua empezó a entrar a su casa a raíz del desborde de un arroyo. “Tuvimos unos 50 centímetros dentro de la casa. Alzamos algunas cosas y perdimos otras, pero tuvimos que quedarnos acá porque si nos íbamos, corríamos el riesgo que nos robaran lo poco que nos queda”, contó este obrero que ayer debió faltar a su trabajo para poner un poco de orden en medio de este imprevisto.Dijo que unas diez familias, de las 130 que componen el asentamiento, están en las mismas condiciones que las suyas y que recién en las últimas horas de la tarde se había acercado a prestarles “un poco de ayuda”.“Se mojaron nuestras cosas, esto era un desastre”, relató, al tiempo que manifestó su preocupación porque con este tiempo desbordan las letrinas y “nos invade un olor insoportable. A los chicos les da alergia y les empiezan a salir heridas. Nos preocupa la gurisada y no nos asisten. Llamamos a varios y no vinieron. Sería bueno que nos traigan algunas chapas de cartón, algunas ropas y mercaderías para poder atravesar este momento. Esperamos que no llueva más porque esto es un desastre”, lamentó. Debieron salir por un ratoTanto en Posadas como en Eldorado y Oberá varias familias debieron abandonar momentáneamente sus hogares por el anegamiento registrado en los distintos barrios de esas ciudades.El director de Defensa Civil, Ricardo Veselka Corrales, manifestó que en el barrio 20 de Junio de la Capital del Monte unas quince familias debieron salir por momentos de sus hogares, y que lo mismo sucedió en Eldorado, debido al desborde de un arroyo. Dijo que en ambos casos las aguas bajaron y las familias pudieron regresar a sus casas (más información en pág. 9). En Posadas, la mayor cantidad de afectados se registró en el barrio Unidos, en el 6 de Septiembre, en las chacras 112, 122, 148 y 192 y en la zona de Centenario y Jauretche. En las obras que se realizan sobre el arroyo Vicario, a la altura de la calle 31A, la cantidad de agua caída se llevó parte del encofrado que estaban construyendo.Si bien las comunicaciones fueron recibidas en la sede central de Defensa Civil, no fue necesario realizar traslados de familias de sus domicilios a refugios. “Sólo se nos comunicó que había anegamientos”, informaron. De todos modos, hubo familias que solicitaron el reemplazo de las chapas que cubrían sus viviendas porque se encuentran en mal estado y algunos que pidieron ropas, en particular para niños, ya que buena parte de la vestimenta quedó bajo el agua que ingresó durante la madrugada.





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