PUERTO RICO. Un padre violento, posesivo, “celoso” no deja que su esposa salga de su casa ni siquiera para llevar a sus hijitos al centro de salud, donde les hacen el seguimiento por bajo peso. Todos los esfuerzos de los profesionales de la salud que los atienden, no dan resultados.Si bien este es sólo un ejemplo, estas son algunas de las consecuencias de la violencia familiar y de género, que también se evidencia en el rendimiento escolar.Hace dos años, un grupo de médicos comunitarios de Puerto Rico, advirtió que este tipo de violencia era el factor que hacía fracasar los tratamientos y seguimientos realizados a las madres y niños en los Centros de Atención Primaria de la Salud (Caps). Fue así que dieron forma al Área de Prevención de Violencia Familiar y de Género (APVF). Se trata de un trabajo en equipo e interdisciplinario, con los médicos del programa Médicos Comunitarios (PMC) que trabajan en distintos centros de salud (CIC y Caps) de Puerto Rico y zonas de influencia como San Alberto Puerto.“Nos costaba llegar a buenos resultados nutricionales y de peso con niños que vivían situaciones de violencia familiar, niños que están expuestos a distintos tipos de injusticias. Cuando lo hablamos con los otros especialistas (pediatras, ginecólogos, psicólogos), vimos que eran los mismos niños y/o núcleos familiares que venían presentando estas dificultades en los seguimientos”, dijo la licenciada en Nutrición Romina Graf a PRIMERA EDICIÓN. “Entendimos que había que atender en equipo de trabajo para poder avanzar”, resaltó. Desde entonces articulan su trabajo, cruzan información entre nutricionistas, psicólogos, médicos de cabecera y pediatras que trabajan en Atención Primaria de la Salud (APS). De este modo, pueden lograr una atención integral y “resultados mucho más fuertes y ricos”.Mujer, “abre tus ojos”Y una arista que han sabido tener en cuenta es la comunicación de las acciones a la sociedad: desarrollaron una muestra fotográfica itinerante con la que visitaron escuelas, barrios y centros comunitarios, para hacer visible y poner en discusión un tema que hasta hace poco estuvo “naturalizado”: la violencia contra la mujer, en todos sus tipos: física, sexual, verbal, económica, etcétera. “La muestra es una herramienta de sensibilización y difusión de la problemática”, resaltan desde el Área. La utilizan como estrategia para poner en discusión el tema y a partir de allí, brindar charlas debate en todos los ámbitos.Las fotos fueron realizadas por Rulo Bregagnolo y los y las integrantes del mismo equipo de salud participaron como actrices en cada una de las imágenes. El material fue presentado en un video en el marco del Encuentro Nea realizado por los diez años de creación del Programa Médicos Comunitarios, con la intención de dar a conocer el trabajo y “contagiar” la iniciativa a equipos de salud de otras localidades de Misiones. Para conocer las actividades que realizan y ver las fotos de la muestra “Abre tus ojos”, se puede ingresar a la página en Facebook: “Área de Prevención de Violencia Familiar y de Género”. Allí también están disponibles videos breves sobre las actividades del Área. Una red de trabajo“La violencia no es una situación aislada que se da en el ámbito privado”, sostiene la licenciada Sandra Tarnowski, coordinadora del Área de Prevención de Violencia Familiar y de Género de este municipio. “Es consecuencia del modo de relacionarnos en lo social y cotidiano que se ha vuelto habitual y aceptado”, explica. Y por eso el abordaje necesariamente debe ser comunitario y en equipos interdisciplinarios y desde distintas instituciones. Así, poco a poco están articulando el trabajo en red, con profesionales de escuelas, policía, personal de salud, juzgados. “Falta mucho por hacer, pero instalar el tema, lograr que se hable, se lo desnaturalice, es un gran paso”, destacó la nutricionista.En marzo de 2013 Graf fue invitada por la Universidad de Santa Clara de Cuba, a participar de un entrenamiento donde pudo “vivenciar” el trabajo en atención primaria de la salud. “Al viajar a Cuba yo ya había hecho el Posgrado de salud sexual y comunitaria del PMC que me había aportado mucho. Cuba me ayudó a fortalecer lo que había aprendido y me permitió ver ”, destacó.





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