POSADAS. El reciente vuelco de al menos tres camiones de gran porte, que quedaron destruidos a la vera del Paraná, son sólo un ejemplo de los constantes accidentes de tránsito que se registran sobre el Acceso Sur de la avenida costanera. Uno de los factores que concluye en estos hechos es la falta de señalización de las obras -aún inconclusas- o en su defecto, de señalización errónea, sin quitar la responsabilidad a los conductores que, por lo general, no respetan las velocidades establecidas.El abogado y especialista en Seguridad Vial, Luis Di Falco, relacionó estos episodios viales a varios motivos. “Las obras no están terminadas, no están bien señalizadas y no están controladas, sea por la empresa que las está desarrollando, por quien la solicitó o por autoridades de la Dirección de Tránsito Municipal o de la Policía de Misiones, que no están haciendo el trabajo que deberían”. Otro factor que se suma es que los conductores no respetan las velocidades y también porque, en buena medida, los carteles indicadores de velocidades que figuran en los costados de la ruta “no están bien puestos. Hay errores desde el origen que hacen a éstas fallas”.Para Di Falco, uno de los mayores problemas que se presenta en buena parte de las rutas de la ciudad “es la falta de señalización, de información, de iluminación, la cartelería no es clara y hay un montón de situaciones extrañas”.90%, por errores humanosAunque, sin ninguna duda, los conductores deben hacer un “mea culpa” porque el 90% de los accidentes ocurre por errores humanos, “muchos de esos errores humanos son como consecuencia de tomar malas decisiones. Y uno puede tomar una decisión por un cartel que no está”. En la pronunciada curva que se encuentra al inicio del Acceso Sur, a la altura de la exgarita, tres rodados de gran porte volcaron en pocos días de diferencia. “La persona que por allí transita podrá observar que el guardarrail no está y si no se tiene una buena iluminación en el vehículo y se confía en la ruta, se puede seguir derecho. Lamentablemente, seguiremos teniendo accidentes en ese lugar porque falta la señalética correspondiente, la pintura refractaria, la cartelería indicando la proximidad de la curva peligrosa, con un cartel grande, que no se puso”, graficó Di Falco.Enseguida citó otro ejemplo que significa un riesgo para quienes se encuentran al volante. En el tramo situado en proximidades al ingreso a la avenida Tierra del Fuego, “la velocidad máxima es de 30 kilómetros por hora, pero no hay un solo auto que circule a esa velocidad. Cuando se construyó, se hizo pensando en que la parte de arriba, que es por donde viene todo el mundo, sería un lugar para el paseo, para que la gente camine, haga actividad física. Ahora se agregó la parte de abajo, que es una autovía, que todavía no está, que funciona como tal por los primeros 500 metros y después hay un montón de vestigios de la obra”, señaló Di Falco, quien posee en Facebook la página Seguridad Vial Misiones donde los seguidores envían fotos de las irregularidades que observan sobre las rutas misioneras.Según Di Falco, a la altura de la avenida Mitre y el inicio de la costanera sur, los vehículos ingresan a contramano por Mitre, por la construcción de un puente a la altura de avenida Cabred y que, además, no hay señalización de ingreso y egreso. “No sabés si estás yendo a Paraguay, al puente o al centro. No hay un municipal, un policía o un efectivo de Gendarmería Nacional, si quisiese, ordenando”, dijo. Recordó que por los carteles y los tambores, “hubo varios accidentes. Varias personas murieron este año en ese lugar como consecuencia de los tambores que están tirados para señalizar la obra y no tienen la pintura refractaria. Por la noche no se los ve. Y algunos que tienen la calcomanía refractaria, están cubiertos de barro y no los limpian. Hay un montón de cosas irregulares”. Caballos sueltosHace dos semanas, en tres ocasiones, Di Falco denunció tanto en Twitter como en Facebook que sobre la ruta nacional 12, frente al Parque de la Ciudad, había caballos sueltos. Uno de los animales murió atropellado. Poco después y ante similar situación, llamó al 911 y pidió que fueran, pero no tuvo eco. En otra oportunidad, había ocho caballos sueltos. Hace un mes un Fiat Duna rojo con tres personas atropelló a dos caballos, los equinos murieron y los ocupantes fueron hospitalizados graves. Lamentó que las situaciones se repitan y que a pesar de denunciarlas y comentarlas, “no hay una contraprestación por parte de la autoridad, no hay ese compromiso de cambiar las cosas”, lo que indica que “todo va a seguir igual”.Enumeró que esto puede darse por cuestiones culturales, por desidia, por inoperancia, por funcionarios que no funcionan, por una serie de circunstancias, por el que suelta el animal, el empresario que no hace la obra como corresponde, por organismos como la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), la Dirección Provincial de Vialidad (DPV), la Dirección Nacional de Vialidad (DNV), que deberían controlar que la obra esté bien hecha y la dejan, que no se encarga de pedir que mejore, que corrija los errores para que los accidentes no sigan pasando. Mientras esto no ocurra “obviamente que vamos a seguir teniendo los mismos problemas”, acotó. Respecto a la competencia en la señalización, indicó que “primero hay que ver qué es lo que establece el contrato de obra del lugar. Si dice que se debe poner la tacha reflectora autorizada, sea por DPV o la Municipalidad, quiere decir que hay funcionarios que no están haciendo su trabajo con seriedad”.A su entender, existe cartelería “que es una locura”. La Ley de Tránsito establece que la máxima en zona urbana no puede ser mayor a 60 kilómetros por hora “pero al llegar a la avenida Tierra del Fuego, hacia Garupá, hay carteles de 100, 90 y 110. Cuando se pasa el puentecito, dice velocidad máxima 80, velocidad máxima 110, 100, y 50 metros mas adelante, un cartel que dice velocidad máxima 30. Cómo se va a buscar que la gente sea ordenada, que maneje bien y no transgreda las velocidades máximas, si hay un lío de carteles. Habría que poner máxima 60 y se terminó la historia”, aconsejó.A su vez, recordó que los carteles de prevención “son de prevención, por ende se ponen antes, no después del problema ni arriba del problema”. Más calor, más alcoholE
ste año hubo más de 250 muertos en accidentes de tránsito y es probable que “tengamos más de los 396 que tuvimos al finalizar el 2013. El promedio es de más de uno por día, le guste a quien le guste. Esa es la realidad”. Confió que la proyección es que cuando empieza a hacer calor, se registra un mayor número de accidentes. Se debe a que la gente sale más, y toma más alcohol. “No es un dato mío, sino que es estadístico”, aclaró. Hacen oídos sordosAntes de recibirse de abogado, Di Falco se desempeñaba como instructor profesional de manejo. Aseguró que lo referente a la Seguridad Vial es un tema que “me gusta, me apasiona”. Eso lo llevó a realizar una especialización, y luego un máster en la materia. Confesó que siente una frustración muy grande “al ver que las cosas se hacen mal. Viajo por la ruta y miro lo qué está bien, lo qué está mal, qué es lo que falta, qué se puede hacer. Después de accidentes que se producen en lugares recurrentes, uno ya sabe que es lo que hay que hacer. Planteo a las autoridades pero no escuchan”.





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