OBERÁ. “Hugo está en el negocio frente a la casa de Taison y no puedo salir porque seguro me sigue. No sé qué hacer”. Este fue el último y desesperado mensaje de texto que envió Cinthia Marisol Gómez (22) a un familiar. Fue minutos antes de morir atropellada junto a Yessenia Filippin (21), su inseparable amiga de toda la vida. Esta comunicación fue clave, al igual que las pericias y los testimonios en la instrucción de la causa, para que la Justicia acuse formalmente al conductor del auto que embistió a las jóvenes, Hugo Bareiro (44), por “doble homicidio calificado por la condición de las víctimas (femicidio)”. Desde el próximo 30 de octubre, el imputado llegará al banquillo de los acusados. Dicho debate se concretará en la sala de audiencias del Tribunal Penal 1 de Oberá. De ser hallado culpable, el individuo podría afrontar una pena de prisión perpetua, señalaron las fuentes. El hecho se registró el domingo 5 de enero de este año, al filo de la medianoche. Según informó en su momento la Policía, una motocicleta Mondial 110 ocupada por Cinthia Marisol Gómez y Yessenia Filippin circulaba por la ruta provincial 103 y, al llegar a unos 2.500 metros del acceso a Campo Ramón, por causas que se investigan, chocó frontalmente con un Fiat Duna conducido por Bareiro. Producto del violento impacto, y a raíz de las gravísimas lesiones que sufrieron, ambas jóvenes perdieron la vida prácticamente en el acto. Por su parte, el inescrupuloso automovilista resultó ileso y posteriormente -por orden del Juzgado Penal de turno-, teniendo en cuenta que estaba presuntamente alcoholizado, fue detenido en averiguación del siniestro fatal. Mientras las pericias por el presunto accidente avanzaban, Miriam Alvez de Olivera, la madre de una de las víctimas (Cinthia Gómez) y expareja del individuo que terminó tras las rejas por el hecho, se enteró de un dato terrorífico. Es que su hija momentos antes de morir le pidió ayuda -via mensaje de texto- a su hermana menor, porque el presunto criminal al volante, quien llegó a ser su padrastro, la estuvo persiguiendo y merodeaba la zona donde ella jugaba al vóley con un grupo de amigas. Esta evidencia, sumada a una serie de anteriores amenazas verbales que realizó el sujeto en forma reiterada, movilizó a la madre de Cinthia a radicar una denuncia ante las autoridades, lo que en definitiva disparó la investigación que derivó en que finalmente el sujeto sea acusado por el doble homicidio. El supuesto motivo de las amenazas del sospechoso hacia las dos hermanas era porque culpaba a las hijas de Miriam de la ruptura de la relación sentimental.





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