POSADAS. Recorrer el espacio de la exEstación de Trenes del cuarto tramo de la costanera significa, desde hace unos días, zambullirse en un mundo en el que los óleos cobran vida en magníficos paisajes de la tierra colorada que sólo Alberto Mathot es capaz de transcribir con las cerdas de un pincel.El pintor de Leandro N. Alem comentó a PRIMERA EDICIÓN que en la planta baja se observan grandes obras de las Cataratas del Iguazú, “uno de los lugares más importantes de Misiones, que pertenece a la serie ‘Oxígeno’, además de una obra de las Ruinas de Santa Ana”, que nunca había sido expuesta por las dimensiones que requiere, tanto para ubicarla como para observarla.Esta maravilla requirió en principio confeccionar un boceto, para luego transmitir en la tela la misma cantidad de piedras, escalones y demás detalles de este paisaje coinciden con este patrimonio histórico, fusionando imágenes tomadas en dos tiempos, la mañana y la tarde, para contar con distinto material de análisis. “Es una obra con muchísimas horas de trabajo, además de los viajes al lugar, que recorrí una catorce veces, antes de llegar a la tela”, resaltó el artista.Asimismo, destacó, que otro de los cuadros expuestos, al que denominó “De los últimos gigantes”, fue subvencionado por los bancos Nación y Francés, que pertenece a la misma serie.Los Saltos del Moconá también ocupan el primer piso y se presentan a la sociedad por primera vez. “Había comenzado con esta obra cuando me invitaron a exponer en Zúrich, la falta de tiempo quiso que quede guardada, pero hace dos años la retomé y ahora se dio la oportunidad de exponer un lienzo de semejante magnitud”, mencionó Mathot sobre esta exposición en la que se destaca el paisaje misionero, a diferencia de lo que fue “Oxígeno”, que significó un lenguaje más plástico.Alberto Mathot explicó también que trabaja en la serie “Oxígeno III”, al tiempo que analiza otros espacios en los que exponer mientras busca en la tierra colorada otros espacios y maravillas, que deberá escudriñar para conocer cada uno de sus detalles antes de llevarlos a la tela.“Esta es una oportunidad de ver obras que no sé si voy a volver a mostrar, como ser obras que pertenecen a distintas series”, pues los dos pisos de este espacio se prestaron para ubicar grandes paños que no guardan una temática, añadió el artista.Un público maravilladoUna particularidad que merece destacarse de las exposiciones de Alberto Mathot es el tiempo que el público se toma para admirar cada una de las obras. Es que su tamaño, colmado de detalles, hacen que sea imposible contemplarlas en un santiamén e invitan, además, por su belleza, a dejarse llevar y sentirse en cada rincón.Así, la exEstación de la Villa Cultural es un punto obligado para visitar en la ciudad durante los próximos días.





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