EL SOBERBIO. Treinta viviendas para los afectados por la última gran inundación en esta localidad ya están terminadas, pero falta la conexión de la energía eléctrica y del agua potable para que puedan ser entregadas a sus beneficiarios. Además falta que se acondicione la entrada al predio donde se construyen.Otras cuarenta casas están avanzadas en el complejo habitacional, que se encuentra a unos cuatro kilómetros del centro de la ciudad y a menos de uno de la ruta costera 2.El Gobierno provincial aseguró a los inundados de El Soberbio que en tres meses iban a entregarles las viviendas. Ya casi cumplida la fecha pronosticada, están listas treinta unidades, pero falta el tendido de los cables de electricidad y el agua.En el caso de la energía eléctrica es más fácil, porque el tendido de cables de alta tensión está a unos 400 metros del futuro complejo habitacional y en pocos días de trabajo pueden ser conectados.Pero el inconveniente más importante se encuentra en la provisión de agua potable. Hasta ahora se hizo una perforación de más de 300 metros y no hay rastro de vital líquido, por lo que ahora están haciendo una nueva. Recién cuando brote el agua, hay que hacer un tanque elevado y el tendido de los caños para la distribución domiciliaria.Está pronosticado que en el predio de 18 hectáreas se construyan 300 casillas de maderas pre ensambladas, en dos etapas. En la primera se levantarán 200 casillas y en la otra, 100. El lote fue adquirido por el Iprodha y está a unos 4.000 metros del centro de El Soberbio. El acceso más directo es por la ruta costera 2. El predio llega hasta esa arteria, pero las primeras casas que se están construyendo distan unos 800 metros.El encargado de la obra, Luis Losada, contó a PRIMERA EDICIÓN que “estas casas ya están terminadas y en las próximas dos semanas vamos a estar terminando unas 50 más. Nuestra parte es dejar lista la casa hasta el límite del lote. Luego le corresponde a Emsa y al Instituto de Agua de Misiones (Imas) el tema de la luz y del agua corriente”.En cualquier caso, Losada acotó que “se hizo un pozo perforado de más de 300 metros de profundidad y no dio agua y ahora se está haciendo uno nuevo más abajo en el predio. El tema de la luz está fácil porque es sólo hacer un tendido de cables porque hay una línea de alta tensión cerca de acá”.Comentó además que “por la topografía del suelo hay que hacer mucho movimiento de suelo y por las lluvias se atrasa un poco la obra. Falta definir por dónde va a ser la entrada al barrio; lo más fácil es por la ruta costera y también se pueden hacer otras dos entradas, por la ruta 13 y derecho hacia el pueblo. Eso lo tiene que definir la gente del Gobierno”. “También está previsto la construcción de una escuela para que los chicos que van a venir con sus padres a vivir acá no tengan que caminar hasta el centro”, agregó.Las casas están construidas de maderas pre ensambladas y tienen una dimensión de casi 30 metros cuadrados. Cuentan con un baño instalado, dos dormitorios y una cocina comedor. El lote es de 10 metros de frente por 25 de fondo y tienen un tanque elevado para cada casa.Dijo Luis Losada que “los domingos suelen venir los adjudicatarios a ver el avance de sus casas y dicen que están apurados por venir a vivir acá”.Según el relevamiento del Comité de Crisis que actuó durante las inundaciones en junio, se calcula que fueron más de 500 las casas afectadas. De ellas, unas 300 tienen que ser desalojadas y sus propietarios reubicados en el nuevo complejo habitacional porque corren riesgo de volver a ser inundadas con cualquier próxima crecida del río Uruguay.





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