OBERÁ. La Fundación Redes instalará en esta ciudad tres observatorios ciudadanos mediante los cuales, los pobladores de la Capital del Monte podrán auditar el buen cumplimiento de los servicios públicos. En un primer momento se pondrá énfasis en controlar el cumplimiento de los servicios de electricidad, agua potable y telefonía, que son brindados por la Cooperativa Eléctrica Limitada de Oberá (Celo).Andrés Moreira, titular de la Fundación Redes, explicó que uno de los principales objetivos o preocupaciones es trabajar para una ciudadanía más responsable y comprometida. “Dentro de los objetivos se encuentra la participación ciudadana como una manera de modificar la realidad en la que vivimos. Y para eso, pondremos en marcha los observatorios ciudadanos que funcionan con un grupo de gente comprometida, responsable, que bajo una dirección, un objetivo, una metodología, audita el buen cumplimiento de los servicios públicos”, indicó. Explicó que funcionan con un grupo de personas que se acercaron a la Fundación, “con las que tomamos contacto, que se hicieron parte de los observatorios a través de una capacitación que recibieron, que saben cómo operar el sistema, tienen un número y nombre de usuario, e instalamos un aplicativo que funciona en los celulares”. Es una manera de denunciar o relevar un dato pero además tiene un valor agregado, el de imprimir las notas de queja por cada persona que quiera realizar una denuncia, sea ante el Departamento Defensa del Consumidor o la Celo. Según Moreira, “es bueno tener un registro de una estadística de cuando hubo un corte, dónde, cuánto tiempo duró, si hubo electrodomésticos averiados o no. En el tema del agua potable es muy importante cuando hay menores, cuando hay ancianos, personas enfermas, aunque en Oberá hay un problema de muy vieja data que al parecer no tiene solución o al menos en lo inmediato. Entonces la idea es que la ciudadanía colabore en el control de los servicios públicos, y nosotros, poder brindarles la herramienta legal para que actúen, que pongan en marcha los mecanismos jurídicos o administrativos”. Admitió que muchos servicios públicos no tienen queja. El transporte urbano es uno de ellos. Es que “nadie cumple estos pasos, más allá de mandar, eventualmente, un mensaje a alguna radio. Queremos colaborar con los que están comprometidos en mejorar el servicio, dándole una herramienta. No vamos a actuar por la gente sino que le vamos a dar herramientas para que el que quiera actuar, pueda hacerlo”, aseveró Moreira, al tiempo que contó que la iniciativa nació de un grupo de amigos que trabaja con “compromiso social” desde hace muchos años.Más allá de la quejaJuan José Martínez, colaborador de Redes, confió que la fundación celebra cuatro años de trabajo y que “siempre estuvo volcada al fomento de la participación de las actividades de los miembros de la sociedad en sus distintos lugares. Hicimos charlas en escuelas, capacitaciones, y debates entre candidatos políticos partidarios”. Este observatorio ciudadano tiene dos patas. Una es ir un poco más allá de la queja, del reclamo, y ver si se puede canalizar, dando a la gente las herramientas para que realmente se concrete una acción. Y la otra es el uso de las nuevas tecnologías. “Este aplicativo no tiene costo para el usuario, y en el caso de la Celo tiene que ser socio y podrá acceder con el código correspondiente a formar parte de ese aplicativo. Volcar su queja, obtener información específica sobre las elecciones, el consejo directivo y hasta poner un ojo en el presupuesto”, sostuvo.Llamaron a los vecinos a que se comprometan y se acerquen a las oficinas de la Fundación Redes a fin que puedan capacitarse, y a través de la firma de un pequeño acuerdo de veracidad de los datos, empieza a formar parte del observatorio. “Se compromete con una tarea puntual específica. En lo que se refiere a transporte urbano de pasajeros auditamos colectivos y remises” porque de lo contrario “las empresas no tienen quejas”. Cualquier usuario que tenga la aplicación podrá decir si el colectivo estaba sucio, roto, con el asiento mojado, que las puertas no abrían, que no le permitió subir o bajar, si no ba a horario (pasó antes o después de la hora) o no cumple con las reglas de tránsito (maneja con el celular en la mano). En el caso del remís, plantear un viaje más largo que el solicitado o en viajes ocasionales, el cobro de tarifas exorbitantes. El aplicativo brinda la posibilidad de sacar una foto y subirla inmediatamente a las redes sociales. Como ejemplo de incumplimiento, citaron la Carta Orgánica obereña que establece que los jubilados deben viajar en forma gratuita. Sin embargo no lo hacen, cuando debería funcionar normalmente al otro día de haber sido sancionada la norma. Podrán comunicarse a www.facebook.com/participareslaclave





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